Redacción Farmacosalud.com
El Hospital Unversitario Vall d’Hebron (Barcelona), en colaboración con la Gerencia Territorial de Barcelona del Institut Català de la Salut (ICS), ha implementado un sistema de detección rápida del virus de la hepatitis C (VHC) que permite simplificar de seis a tres las etapas del diagnóstico de la infección por el virus, según remarca el doctor Francisco Rodríguez Frías, jefe del laboratorio de Patología Hepática de los Laboratorios Clínicos del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigador principal en el Grupo de Investigación en Enfermedades Hepáticas del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR).
Según Rodríguez Frías, hablar en términos exactos del tiempo ahorrado con el nuevo protocolo diagnóstico en comparación con el protocolo clásico es difícil, ya que del proceso clásico no se dispone de datos al respecto y además el proceso diagnóstico del VHC "no está establecido en tiempos concretos. Es muy variable el tiempo que transcurre en cada etapa, que depende de la agenda del médico de Primaria o del laboratorio, de la propia disponibilidad del paciente, etc. De todo esto, el laboratorio suele ser el más rápido siempre. En todo caso, estaríamos hablando de meses (duración del procedimiento clásico de detección). En cuanto al periodo en el caso de nuestra simplificación de todo el proceso, pues tampoco lo podemos saber por la misma razón que antes, pero desde luego hay que tener en cuenta que, en tan sólo días (un par de ellos en la mayoría de los casos), ya tenemos los datos de laboratorio y ahorramos al menos dos etapas que pueden estar separadas entre ellas varias semanas o algún mes”.
Así pues, “el periplo se reduce muy significativamente, y además evitamos que muchos pacientes se pierdan por el camino por abandonos del proceso u otras eventualidades”, asegura el doctor en declaraciones a www.farmacosalud.com.
Actualmente, la ruta estándar para llegar al diagnóstico empieza con la visita al profesional de medicina de la Atención Primaria (primera etapa). Si este profesional sospecha que la persona puede tener el virus, solicita la detección de los anticuerpos del paciente a un laboratorio especializado, como es el del Hospital Universitario Vall d’Hebron. El paciente tiene que volver al centro de Atención Primaria (AP) otro día para realizar la extracción de sangre (segunda etapa). La muestra de sangre se envía al laboratorio. Si el laboratorio detecta anticuerpos del virus, los responsables de la analítica avisan al profesional de medicina de AP de que es necesario hacer otra extracción de sangre para evaluar la carga viral (es decir, para determinar si la persona aún tiene el virus, aparte de tener los anticuerpos) y el paciente debe volver al centro de AP para que el profesional le visite, le comunique el resultado de la analítica (tercera etapa) y vuelva a hacerse una extracción de sangre (cuarta etapa). Si se confirma que la persona tiene el virus, se visita de nuevo con su profesional de medicina de familia, que le comunica el resultado (quinta etapa) y le programa una visita en un centro hospitalario (sexta etapa).
Las 6 etapas comportan “que muchas personas que tienen el virus se queden por el camino”
Tal y como explica Rodríguez Frías, “este periplo de seis etapas hace que muchas personas que tienen el virus se queden por el camino y no se les pueda diagnosticar. Estudios internacionales señalan que, aproximadamente, el 50% de las personas no completan todo el proceso”. Por este motivo, remarca el especialista a través de un comunicado del Hospital Vall d'Hebron, “hemos diseñado un protocolo de solo tres etapas para simplificar la detección del virus y así conseguir que muchos más pacientes tengan acceso a los tratamientos”.
Ahora, cuando en los laboratorios de Vall d’Hebron se recibe una muestra de sangre (la persona ya ha realizado dos etapas: visita al profesional de medicina de Atención Primaria y extracción de sangre), si se detectan anticuerpos se evalúa directamente la carga viral. Si es positiva se recomienda a este profesional que derive directamente al paciente al centro hospitalario (tercera etapa). Como señala Rodríguez Frías, “es el primer sistema de este tipo que se implementa de forma estandarizada en Catalunya”.
El nuevo proceso ya ha demostrado su capacidad de alcance en diagnósticos
Después de cinco meses desde la implementación del programa, ya se han analizado 387 muestras de personas siguiendo este sistema. De estas, 193 personas presentaban cargas virales detectables (49,9%) –o sea, infección crónica por el VHC– y el 60% ya tenía lesión en el hígado. Si no se hubiera implementado este procedimiento de diagnóstico, "probablemente la mitad de estos pacientes habrían quedado sin diagnosticar”, calcula el galeno.
La hepatitis C es una enfermedad causada por el virus de la hepatitis C y afecta sobre todo al hígado. El grado de afectación de este órgano se valora en función de cinco estadios o fases: fase 0, ausencia de fibrosis; fase 1, fibrosis leve; fase 2, fibrosis moderada; fase 3, fibrosis grave; fase 4, cirrosis. Si no se trata de forma adecuada, más del 30% de las personas con infección crónica por el VHC (es decir, personas que tienen el virus) desarrollan cirrosis o cáncer de hígado. Cabe destacar que, sobre todo en las primeras etapas de la enfermedad, “ésta no presenta síntomas –señala Rodríguez Frías–. A veces, los pacientes llegan al especialista por casualidad, cuando ya están en fases muy avanzadas, con fibrosis o, incluso, con cirrosis. Por lo tanto, es fundamental simplificar y facilitar el diagnostico”.
Ganar tiempo en este o cualquier otro diagnóstico favorece y mucho a cualquier enfermo. En el caso concreto de los afectados por VHC que todavía no presentan síntomas de la enfermedad (pacientes ambulatorios), la mayoría de ellos tienen lesiones hepáticas menos severas, dado que de ser severas ya habrían sido derivados a centros hospitalarios. “Por lo tanto, nuestro procedimiento favorece a este tipo de pacientes que no presentan síntomas, pero no porque vaya dirigido a ellos, sino porque es este tipo de pacientes el que es atendido por la asistencia Primaria”, aduce el experto.
El 1,2% de la población española, infectada con el VHC
“Aprovecho para comentar que en muchos casos su estudio (estudio de los pacientes sin síntomas) se produce por la intuición o compromiso del facultativo de Primaria, puesto que la falta de sintomatología no hace ‘visible’ que tengan alguna patología hepática. Pero, dentro del celo y bien hacer del facultativo de Primaria en su vigilancia global de la salud de su paciente, probablemente se aprovechan las visitas y las analíticas para cribar más allá de la patología por la que el paciente asiste a la visita. Este hecho permite iniciar este proceso y llegar a los diagnósticos inesperados pero muy útiles que estamos viendo, que permiten el tratamiento precoz de la infección y frenar así la evolución de la patología hepática, que puede ser muy leve o incluso aún no haber producido lesión hepática, pero que a la larga y en la mayoría de estos casos -o sea, pacientes con actividad viral-, acabaría generando fibrosis y cirrosis", comenta el jefe del laboratorio de Patología Hepática de los Laboratorios Clínicos del Hospital Vall d’Hebron.
Se estima que el 1,2 % de la población de España se ha infectado con el VHC (550.000 personas). El 50% presentan el virus activo (infección cónica). El 60% de éstas no están diagnosticadas, y, por lo tanto, presentan un elevado riesgo de desarrollar hepatitis y que la patología ponga en riesgo su vida. Actualmente, apunta Rodríguez Frías, “los tratamientos antivirales de acción directa ofrecen una tasa de respuesta de más del 95%. Es decir, más del 95% de los pacientes que reciben estos tratamientos se curan. Por lo tanto, el reto ya no está tan enfocado en desarrollar nuevos tratamientos como en diagnosticar al gran número de personas que no saben que están infectadas”. El nuevo sistema de detección rápida implementado ahora en Vall d’Hebron “permitirá que muchos pacientes sepan que tienen el virus y reciban tratamiento. Y, además, como sabrán que están infectadas y se curarán gracias a los nuevos tratamientos, se evitarán nuevas infecciones”, añade el doctor Rodríguez Frías.