Redacción Farmacosalud.com
Un equipo de profesionales de la Unidad del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona (Esplugues de Llobregat, en Barcelona) ha realizado un estudio sobre la práctica del mindfulness como estrategia de tratamiento para niños con este trastorno. “Los pacientes que incluimos en el estudio tenían una gravedad moderada-grave”, si bien “la gravedad de los síntomas no es un factor que modifique la respuesta al programa de mindfulness”, apuntan el Dr. José Ángel Alda, psiquiatra, jefe de sección y coordinador de la Unidad de TDAH, y Anna Huguet, psicóloga e investigadora del Servicio de Psiquiatría y Psicología de dicho centro hospitalario. Al finalizar el estudio, “algunos pacientes necesitaron tratamiento farmacológico y en otros no fue necesario. Pudimos dar de alta a algún paciente porque los síntomas eran mínimos”, aseguran ambos expertos. Fruto de la investigación, Alda y Huguet han elaborado una guía[1] sobre el mindfulness como estrategia terapéutica para el TDAH, cuya aplicación contempla a niños a partir de los 7 años de edad.
-Su estudio revela que la práctica del mindfulness puede convertirse en una nueva estrategia de intervención eficaz, complementaria al tratamiento farmacológico, para los niños con TDAH. ¿Qué perfil de pacientes sería el ideal, por edades?
En principio, se podría aplicar este programa a partir de los 7 años en adelante. Aunque el programa estaba diseñado para niños con TDAH de entre 7 y 12 años de edad, se podría utilizar en adolescentes realizando algún pequeño cambio en las actividades.
-¿Y por gravedad del trastorno, funcionaría el mindfulness igual en los casos más graves que en los más leves de TDAH?
Los pacientes que incluimos en el estudio tenían una gravedad moderada-grave. Pedíamos una puntación superior a 1,5 SD en la escala ADHD RS IV de DuPaul para poder entrar en el mismo. En principio, la gravedad de los síntomas no es un factor que modifique la respuesta al programa de mindfulness.
-¿Por sexos, la estrategia funciona igual de bien en niños que en niñas con esta patología?
No hemos encontrado diferencias de respuesta en función del género del paciente.
-Ustedes han elaborado la guía ‘Mindfulness for Health (M4H). Programa de mindfulness Para niños con TDAH’. En ella, se lee que el ‘mindfulness se describe como un estado mental innato que hace referencia a prestar atención de una forma intencionada a lo que ocurre aquí y ahora con una actitud curiosa, abierta y amable; por tanto sin juzgar, criticar o rechazar lo que está ocurriendo en el momento presente (Kabat-Zinn, 2003)’. ¿Cómo se logra todo ello en la población pediátrica, cómo se logra que los niños puedan entender y desarrollar ese concepto que, en principio, parece requerir un autocontrol y autoconocimiento muy avanzados, condiciones más propias de los adultos?
Adaptamos diversas actividades que ya existían al tipo de pacientes que atendíamos. Hicimos un primer piloto con 6 niños con TDAH que nos permitió ajustar las tareas que se debían incluir en las diferentes sesiones. Los pacientes nos daban feedback al final de cada sesión sobre qué cosas les habían gustado más o cuáles eran más aburridas. Así, este piloto nos permitió elegir el tipo de tareas que incluiríamos en la versión final.
-En la guía se dan detalles del ‘Programa estructurado de mindfulness M4H’, indicado para los niños con TDAH, donde se apunta que dicho programa consta de ocho sesiones grupales con seis participantes en cada sesión, diseñadas para realizarse una vez a la semana durante 75 minutos y una tarea para realizar en casa. ¿En qué consisten esas tareas 'domésticas'?
Las tareas para casa son variadas y cambian cada semana. Al principio nos centramos en la respiración, pero otras semanas nos focalizamos en comer prestando atención (mindful eating); otra semana les dábamos varias mandalas que debían dibujar. Al inicio de cada sesión se ponía en común cómo había ido la semana, si habían ‘entrenado’ -llamarlo deberes no nos gustaba por el carácter negativo de la palabra- y sobre todo cómo se habían sentido al hacerlo. Nos dimos cuenta de que aquellos que realizaban los ejercicios en casa conseguían mayores mejoras en los síntomas de TDAH.
-¿Qué papel juegan los padres o tutores del niño en los ejercicios realizados en casa?
Es muy importante que lo trabajado en el grupo luego lo puedan implementar en casa o en el 'cole'. Si los padres fomentaban ese entrenamiento los resultados eran muy buenos.
-¿Si un niño con TDAH se adapta muy bien a la práctica del mindfulness, se puede lograr incluso que deje la terapia farmacológica?
Ninguno de los pacientes del estudio estaba bajo tratamiento farmacológico durante la investigación. Después de finalizarla, algunos pacientes necesitaron tratamiento farmacológico y en otros no fue necesario. Pudimos dar de alta a algún paciente porque los síntomas eran mínimos, y tanto la escuela, como la familia como nosotros como clínicos observamos la mejora que había tenido.
-¿Los niños tratados mediante mindfulness deberán seguir con los ejercicios cuando sean adultos?
No tenemos respuesta a esta pregunta en estos momentos, pero está claro que si esas técnicas las interiorizas en tu día a día, te ayudarán a lo largo de la vida. Es lo mismo que ocurre si a un niño se le educa en hábitos saludables (buena alimentación, ejercicio, higiene, etc)... probablemente los continúe adoptando cuando llegue a adulto. Por el contrario, un niño que no adquiera esos hábitos es poco probable que pueda adquirirlos en la edad adulta.
-Según la guía, ‘se encuentra en la literatura (Perry-Parrish, 2016) evidencia preliminar de la eficacia del mindfulness para abordar otro tipo de dificultades, trastornos y enfermedades; es por ello que sugerimos la posible utilidad de este programa para abordar otro tipo de patologías en niños”. ¿De qué enfermedades o trastornos estaríamos hablando?
Creemos que puede ser útil en otras patologías mentales como trastornos alimentarios, ansiedad o trastornos depresivos.
-También se indica que ‘los beneficios que se desprenden del mindfulness son de utilidad para cualquier niño, ya que la práctica del mindfulness es una herramienta para favorecer el autoconocimiento y el bienestar; por ello también sugerimos el uso del Programa Mindfulness for Health (M4H) en niños sanos’...
Es triste escuchar a niños de Primaria decir que están agobiados o estresados. La realidad es que vivimos en una sociedad estresada y acelerada, donde las nuevas tecnologías tampoco nos ayudan a desconectar. Los niños actuales no toleran el aburrimiento, y los padres toleran menos escuchar que el niño se aburre. Si el menor se aburre el padre le da su móvil o su tableta para que se entretenga, con lo que el niño no sabe quedarse sin hacer nada, no sabe dejar la mente en blanco. Aquí el mindfulness podría ofrecer una ayuda mejorando el bienestar de esos menores.
Referencias
1. Huguet, A. y Alda, Jose A. (2019). "Mindfulness for Health (M4H): Programa de mindfulness para niños con TDAH". Barcelona: Hospital Sant Joan de Déu (ed). [Acceso y descarga de la guía a través del portal FAROS: https://faros.hsjdbcn.org/es/cuaderno-faro/mindfulness-health-m4h-programa-mindfulness-ninos-tdah