Redacción Farmacosalud.com
El Vall d’Hebron Barcelona Hospital Campus acaba de iniciar un proyecto para investigar el papel del coronavirus SARS-CoV-2 en el desarrollo de la fibrosis pulmonar. El proyecto será conducido por la Dra. María Jesús Cruz, cojefe del grupo de investigación en Neumología del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), y el Dr. Xavier Muñoz, investigador del mismo grupo y médico adjunto en el Servicio de Neumología de Vall d’Hebron. Además, contará con la participación del Dr. Iñigo Ojanguren, investigador principal del grupo de Neumología del VHIR y neumólogo del Servicio de Neumología de Vall d’Hebron y del Dr. Oriol Roca, investigador del grupo de Shock, Disfunción Orgánica y Resucitación del VHIR y médico adjunto del Servicio de Medicina Intensiva de Vall d’Hebron. La Fundación Air Liquide ha contribuido con una donación de 40.000€.
La fibrosis pulmonar es una enfermedad crónica y debilitante que se caracteriza por la inflamación y la cicatrización del tejido pulmonar, lo que dificulta la respiración de quienes la padecen.
Los exámenes radiológicos y anatomopatológicos de los pacientes afectados por el virus SARS-CoV-2 en China han revelado reacciones inflamatorias pulmonares similares a las observadas en la neumonitis por hipersensibilidad, un tipo de fibrosis pulmonar. En cambio, esto no sucede en otras neumonías virales.
Biomarcadores para identificar a pacientes con más riesgo de desarrollar fibrosis pulmonar
Partiendo de este conocimiento, los investigadores del proyecto se plantean dos objetivos. Por un lado, comprobar si efectivamente existe una progresión hacia la fibrosis pulmonar en determinados pacientes (personas mayores) con COVID-19. Y es que en las personas con una inmunidad innata poco efectiva (como las personas de más edad) la afectación por SARS-CoV-2 podría conducir a una neumonitis por hipersensibilidad aguda; al contrario de lo que ocurre en población pediátrica, que en su mayoría presenta afectación leve por COVID-19. Por otro lado, pretenden descubrir posibles biomarcadores que puedan ayudar a identificar a esos pacientes con más riesgo de desarrollar fibrosis pulmonar. Para ello han diseñado un estudio prospectivo con una muestra de 100 pacientes adultos con COVID-19 diagnosticados en el Hospital Vall d'Hebron en las últimas semanas y que hayan requerido ingreso hospitalario, y 60 pacientes que hayan requerido ingreso en UCI y ya hayan sido dados de alta.
Se trata de un proyecto con una clara aplicabilidad clínica ya que permitirá, además de profundizar en los mecanismos de progresión de esta enfermedad, mejorar el abordaje terapéutico de los pacientes con afectación por el virus SARS-CoV-2. En este sentido, conocer con precisión si existe progresión hacia fibrosis pulmonar permitiría confirmar si existe una vía patogénica común con otros tipos de fibrosis pulmonar y podría permitir a estos pacientes beneficiarse de los nuevos tratamientos antifibróticos u otros fármacos monoclonales que han supuesto un punto de inflexión en la fibrosis pulmonar (idiopática) y otras patologías inflamatorias de la vía aérea.
50 días para recuperar el nivel deportivo pre-confinamiento
Tras casi 50 días de confinamiento por la pandemia de la COVID-19, los adultos y mayores de 14 años ya pueden salir de sus domicilios para dar paseos y hacer ejercicio al aire libre. Además de seguir las indicaciones concretas de las autoridades sanitarias para evitar la propagación del coronavirus durante la realización de estas actividades, la Fundación Española del Corazón (FEC) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC) recuerdan la importancia de hacer deporte de forma segura también para nuestra salud cardiovascular.
A la hora de retomar la práctica de ejercicio físico hay dos conceptos importantes a los que prestar atención: el volumen y la intensidad. “Hay que tener muy en cuenta lo que hacíamos antes. No es lo mismo la desadaptación de una persona que antes hacía deporte a diario, que la de otra que lo hacía tres días en semana”, puntualiza en primer lugar el Dr. Domingo Pascual Figal, del Grupo de Trabajo de Cardiología del Deporte de la SEC. Si bien se puede aumentar progresivamente el volumen de ejercicio hay que limitar su intensidad. “Esto quiere decir que, si antes salíamos a caminar o correr tres días en semana, ahora podemos salir todos los días de forma que aumentamos el volumen, pero con una intensidad disminuida, leve o moderada en estas fases iniciales”, apunta el cardiólogo. Además, aumentar el volumen, entendido como duración, va a permitir una readaptación al ejercicio físico más rápida. “No deberíamos plantearnos hacer lo que hacíamos antes del confinamiento en un periodo inferior al tiempo que hemos estado confinados”, remarca Pascual Figal.