Redacción Farmacosalud.com
El Real World Data (RWD) “se define como los datos de pacientes relacionados con su salud y de la prestación de servicios asociados que se han obtenido en la práctica clínica habitual”, explica el Dr. Carlos Iglesias, director médico de la firma Cegedim Heath Data en España. Esta información, convenientemente usada, da lugar a evidencia científica, o Real World Evidence, cuya interpretación y análisis puede redundar en la aportación de varios tipos de mejoras para el ámbito médico y asistencial. A juicio del Dr. Iglesias, el mejor perfil para liderar un equipo de RWD “es el de un profesional con formación en Medicina” que también “tenga formación en el diseño de estudios y análisis de datos”. El director médico de la firma Cegedim Heath Data en España lo tiene claro: aquellas organizaciones o sistemas sanitarios que no dispongan de un equipo de RWB trabajando para ellos estarán “perdiendo oportunidades de mejora en su actividad; los datos constituyen un recurso de información muy valioso que se debería saber utilizar”.
-¿Qué es exactamente el Real World Data (RWD) en Medicina?
RWD se define como los datos de pacientes relacionados con su salud y de la prestación de servicios asociados que se han obtenido en la práctica clínica habitual. La fuente más habitual es la historia clínica informatizada, pero la información puede provenir de otras fuentes como registros, reclamaciones de usuarios, aplicaciones móviles o dispensación de recetas. Del uso de estos datos en estudios apropiadamente diseñados, se obtiene la evidencia científica, Real World Evidence, que permitirá tener diferentes tipos de información como pueden ser estudios de seguridad de fármacos una vez que han sido autorizados, o información de efectividad clínica para compararla con la eficacia en estudios clínicos controlados. De igual modo, con esta metodología se facilita la toma de decisiones de las administraciones sanitarias y de las empresas cuyos productos y servicios se orientan a la mejora de la salud.
-¿En qué se diferencia el RWD del Big Data (Big Data: gran conjunto de datos complejos que precisan de aplicaciones informáticas no tradicionales para su procesamiento adecuado)?
El concepto de Big Data (BD) se asocia a un gran volumen de datos… datos que llegan en grandes cantidades, en poco tiempo y en una variedad de formatos, y en donde las técnicas habitualmente usadas para el análisis de RWD no son útiles. Por ejemplo, imagine utilizar los datos que llegan de diferentes periféricos de presión arterial, cardiología, información sanitaria sacada de motores de búsqueda en Internet, datos de uso de productos diversos de consumo, de viajes y de redes sociales, además de los propios de los centros clínicos como la historia clínica. En estos casos, además, hay que trabajar mucho más los conceptos de validez y ser capaces de obtener el valor de los datos que pueden estar ocultos y pasar desapercibidos.
Las respuestas obtenidas en el uso del Big Data son más completas, pero también se requieren más recursos para integrar, gestionar y analizar la información, en la que se incluiría la Inteligencia Artificial. Así pues, el RWD utiliza menos recursos para obtener resultados que el BD, pero este último analiza patrones más complejos. Asimismo, pueden aplicarse métodos de Inteligencia Artificial a RWD para detectar patrones ocultos, por ejemplo para descubrir perfiles específicos de pacientes con mayor probabilidad de brote, o de ingreso hospitalario.
-¿Los técnicos del RWD son más administradores de datos que profesionales-científicos de la sanidad, o viceversa?
Es fundamental contar con un equipo de profesionales que se complementen y que procedan de diferentes ámbitos, como son los de la Informática, Estadística y Salud. En mi opinión, el mejor perfil para liderar este equipo es el de un profesional con formación en Medicina y que, además, tenga formación en el diseño de estudios y análisis de datos. En ocasiones, son profesionales que se han desarrollado en el ámbito de las administraciones públicas o en las CRO de estudios clínicos, o en laboratorios de la industria farmacéutica. Entre las capacidades que yo destacaría, estarían las encaminadas a obtener lo mejor del equipo y saber diseñar estudios que respondan a las preguntas realizadas, teniendo una visión global del proyecto desde la planificación, ejecución y explicación de los resultados.
-¿Los macrosistemas sanitarios o los grandes hospitales ya deberían tener como un recurso imprescindible un equipo de RWD trabajando para ellos?
Quien no esté utilizando este recurso estará perdiendo oportunidades de mejora en su actividad; los datos constituyen un recurso de información muy valioso que se debería saber utilizar. Muchas organizaciones clínicas públicas y privadas ya destinan recursos para tener estructuras que analizan los datos de su actividad clínica con la finalidad de mejorar su servicio, ya sea en actos administrativos o clínicos. Incluso ofrecen que entidades externas a la organización puedan utilizar esta información, siempre que se presente un proyecto adecuado y se garanticen las medidas de protección de datos de los pacientes. Esta dinámica se irá imponiendo en todos los centros e iremos viendo más iniciativas de uso compartido de datos entre instituciones.
-¿Podría poner un par de ejemplos de aplicación de esta novedosa metodología?
En la línea de resaltar la importancia de compartir datos entre instituciones y la globalidad de las mismas, me gustaría comentar dos ejemplos: uno en el ámbito de la oncología y otro en el de las enfermedades raras. El primero, ASCO-CancerLinQ, es una metodología enfocada a mejorar la calidad de la atención, mejorar los resultados en salud de todos los pacientes con cáncer, y promover la investigación basada en evidencia. Esta iniciativa reúne a más de 100 organizaciones y tiene información de más de 6 millones de pacientes.
El segundo, European Rare Disease Registry Infrastructure (ERDRI), es un proyecto en el que la unificación de información de pocos pacientes de cada organización facilita su estudio. Tampoco debemos olvidar los proyectos institucionales en España, BIFAP (base de datos informatizada de registros médicos de Atención Primaria) y SIDIAP (Sistema de Información para el Desarrollo de la Investigación en Atención Primaria).
Por último, hay empresas como Cegedim. Esta compañía, que cuenta con un amplio historial de estudios en Europa con su base de datos THIN® (The Health Improvement Network), integra bases de datos de RWD de 6 países: Francia, Reino Unido, Bélgica, España, Italia y Rumanía. Precisamente, gracias a nuestra THIN®, recientemente estamos participando en un estudio sobre dermatología que identifica nuevos factores claves en el entendimiento de patologías de las que, en España, no se ha determinado su prevalencia o incidencia. Esto implica que ofrecemos a la población y a la comunidad médica nuevas maneras de conocer y comprender estas enfermedades y, por tanto, la capacidad de empezar cuanto antes a tomar medidas que reduzcan la velocidad de progresión de dichas afecciones, con la esperanza de alargar una calidad de vida óptima a los pacientes.