Redacción Farmacosalud.com
Una glotoplastia es un proceso quirúrgico que permite a las mujeres transgénero poder tener una voz más femenina. Esta cirugía se realiza con anestesia general y consiste en modificar la medida de las cuerdas vocales, puesto que la laringe de las mujeres es más pequeña que la de los hombres. Así, se realizan dos puntos de sutura en la comisura y el tercio anterior de las cuerdas vocales para acortarlas unos milímetros, y, con el láser, se aumenta su tensión y se reduce la masa para que la voz suene más aguda. Según la Dra. Isabel Vilaseca, miembro de la consulta especializada de voz del Servicio de Otorrinolaringología (ORL) del Hospital Clínic de Barcelona, estas pacientes suelen mostrarse muy satisfechas con el resultado de la operación: “El grado de satisfacción depende de las expectativas de las pacientes. Un 70-80% de ellas obtienen muy buenos resultados medidos objetivamente con registro vocal, y la gran mayoría expresan que volverían a hacerse la intervención”.
De hecho, el procedimiento de feminización de la voz se culmina con éxito en la inmensa mayoría de los casos. “En general -señala la experta-, si hay una buena exposición de la laringe y no se producen problemas técnicos durante la cirugía, se aumenta la frecuencia fundamental en un rango que puede oscilar entre 40 - 100 Hz aproximadamente. En un pequeño porcentaje la sinequia/sutura anterior puede abrirse y hay que repetirla si los resultados vocales no son suficientes”. Después de la operación, las pacientes acostumbran a estar 24 horas ingresadas y después se continúa la recuperación en casa durante 10 días, en silencio. La intervención es irreversible.
El Hospital Clínic de Barcelona es el único centro hospitalario de Cataluña que tiene activo un programa en glotoplastias, cuyo liderazgo corre a cargo de la Dra. Vilaseca y el Dr. Eduardo Lehrer, otorrinolaringólogos, y la logopeda Marta Jordana. Todos ellos forman parte del Institut Clínic d’Especialitats Mèdiques i Quirúrgiques [Instituto Clínico de Especialidades Médicas y Quirúrgicas] dirigido por el Dr. Josep Maria Segur. El Clínic es el único hospital catalán que hace este tipo de operaciones dentro del marco de la sanidad pública.
Una cirugía mínimamente invasiva
Hace cuatro años, este centro hospitalario hizo un estudio piloto con 8 pacientes y, actualmente, el nuevo programa ya forma parte de la cartera de servicios del CatSalut (Sanidad catalana). Cada año se opera a una veintena de pacientes en el marco de esta iniciativa.
La glotoplastia, que como se ha comentado se acompaña de una reducción del volumen de la cuerda vocal con láser, dura una hora y media y se realiza sin necesidad de hacer incisiones externas, puesto que todo el procedimiento se desarrolla a través de la boca. Así pues, se trata de una cirugía mínimamente invasiva. “En nuestro centro realizamos un procedimiento que incluye dos técnicas quirúrgicas sobre la laringe: la Glotoplastia de Wendler y el LAVA (en inglés corresponde a Laser Ablation Voice Adjustment)”, especifica la Dra. Vilaseca, a su vez Profª. Titular de ORL de la Universidad de Barcelona. La glotoplastia genera una sutura en la parte anterior de la laringe con la que acortar las cuerdas vocales, mientras que el LAVA genera una pequeña reducción de la parte más lateral de la cuerda vocal, lo que provoca una tensión del tejido.
Actualmente, la totalidad de las pacientes que se acogen al programa provienen de la Unidad de Tráfico del centro de salud CAP Manso. La Unidad de Tráfico realiza la acogida, asesoramiento y acompañamiento a las personas trans que necesitan recursos médicos y psicológicos o trabajadores sociales para completar con garantías su proceso de transición. La voz en la mujer transgénero resulta esencial para conectar de forma coherente el aspecto exterior con su personalidad. La voz femenina posee varias calidades específicas en cuanto a agudeza, timbre, modulación, intensidad, gestualidad e incluso vocabulario que hacen asignarla rápidamente al género femenino. Por tal motivo, resulta imprescindible trabajar todos los aspectos de manera coordinada con la ayuda de un equipo experto.
Sin catálogo de voces para escoger
Ahora bien, por el momento la ciencia no ha avanzado tanto como para que se pueda escoger un tono o timbre (más agudo, menos agudo) ni un tipo de voz (que tenga cierta parecido a la voz de, por ejemplo, una actriz, que suene más joven, etc.) “No hay un catálogo de voces para escoger y el resultado depende de la técnica empleada y del proceso de cicatrización. Aunque la frecuencia fundamental es una variable muy importante en la percepción de una voz como masculina o femenina, la resonancia en las cavidades faríngeas, la prosodia, las inflexiones vocales, melodía e incluso el vocabulario son muy determinantes en la identificación de una voz como femenina. Feminizar la voz requiere habitualmente de trabajo logopédico antes y después de la intervención y hay pacientes que, únicamente con trabajo logopédico, consiguen una voz suficientemente femenina como para no intervenirse”, explica.
La cirugía para la feminización de la voz provoca una inflamación y cicatrización del borde libre de las cuerdas vocales que, en la fase postoperatoria inicial, se manifiestan casi siempre como una disfonía (pérdida del timbre normal de la voz). Progresivamente, con trabajo logopédico y con la propia evolución del proceso cicatricial, se va desinflamando la laringe y se mejora y estabiliza la vibración, asentándose un timbre vocal más femenino. El proceso dura aproximadamente unos 3 meses, con pequeñas variaciones. Cabe destacar que la reducción del tamaño de la parte vibrátil de la laringe es definitiva y genera una pequeña disminución de la intensidad vocal, al tiempo que se reduce también la posibilidad de cantar en tonos muy graves.
El programa de feminización de la voz incluye:
• una exploración exhaustiva de la laringe para descartar patologías asociadas
• se sigue con un tratamiento logopédico específico para feminizar la voz
• cirugía
• y, si el tratamiento logopédico no ha sido suficiente, se finaliza con rehabilitación vocal postquirúrgica
La glotoplastia no presenta contraindicaciones absolutas, si bien resulta preferible llevarla a cabo en cuerdas vocales sin patología previa para conseguir así resultados más óptimos. No hay una edad límite para poder realizar la feminización vocal y cada caso se aborda de manera individualizada.
La tiroplastia tipo III, una de las técnicas de masculinización de la voz
También existe cirugía para personas transgénero que, habiendo nacido mujeres, son ahora hombres y quieren masculinizar su personalidad vocal. “Existen técnicas que permiten masculinizar la voz, siendo la más conocida la tiroplastia tipo III, que se realiza mediante cirugía externa. En los pacientes trans masculinos, sin embargo, no suele ser necesario masculinizar la voz con cirugía porque la laringe tiene receptores hormonales de testosterona y, cuando los pacientes se someten al tratamiento hormonal, el volumen del músculo vocal aumenta y la voz se vuelve más grave sin necesidad de operación”, detalla la Dra. Vilaseca.
Las técnicas quirúrgicas de feminización y masculinización de la voz no son exclusivas de pacientes trans. Alguno/as pacientes diagnosticados de enfermedades que implican alteraciones hormonales importantes pueden tener también una disociación entre la voz y su apariencia externa -parecido a lo que ocurre en pacientes trans-, un problema que puede abordarse y mejorarse desde un punto de vista terapéutico.
Otras veces, la presencia de una voz de características masculinas en mujeres o de una voz femenina en varones se debe a alteraciones orgánicas de la laringe. Estas alteraciones pueden ser producidas por el consumo crónico de tabaco, inflamaciones de repetición, cicatrices secundarias a intervenciones previas, intubaciones, etc. “Algunas de estas alteraciones se pueden mejorar al tratar la enfermedad de base que las genera, pero en otras la solución es más compleja y con resultados menos satisfactorios”, advierte la otorrinolaringóloga.