INFARMA 2014, Encuentro Europeo de la Farmacia, celebró ayer por la tarde dos sesiones dedicadas a la rentabilidad y sostenibilidad de las oficinas de farmacia. Un tema del máximo interés en la actual coyuntura de crisis económica y de las dificultades de algunas Administraciones Sanitarias para hacer frente al pago que suponen las recetas del Sistema Nacional de Salud (SNS)
Redacción farmacosalud.com
Los profesionales coincidieron en la necesidad de cambios en la gestión de las oficinas de farmacia como el apoyo en la diferenciación de la competencia de grandes superficies a través de consejo, asesoramiento farmacéutico, gestión por categorías, una optimización de stock y por último, sacar el máximo partido de las potencialidades de los proveedores, tanto en condiciones comerciales como en oferta de formación.
La primera pregunta formulada en la mesa redonda fue: “Quieres incrementar la rentabilidad de tu farmacia?”, que contó con la moderación de David Quirós, vocal de titulares de Farmacia Rural del COFM. En la misma, Jordi Corona Colldeforn, farmacéutico , apostó por dinamizar la gestión de la farmacia mejorando los recursos de compra y venta.
Alianza con la industria farmacéutica
Para lograr una mayor eficacia y ahorrar tiempo en la compra, recomendó adaptar el número de categorías al público de la farmacia y establecer alianzas con los laboratorios para que aportasen experiencia y asesoramiento a través de la figura del delegado que debe asumir funciones de consultor.
Otro aspecto consistía en mejorar la gestión de stocks comprando a través de plataformas, una oportunidad que permite reducir costes logísticos, personales y económicos. Por su parte, Óscar Fornieles del Amo, manager de Hero Farma, defendió el valor añadido que aporta la farmacia para competir con los precios que ofrecen los supermercados. Según dijo, el hecho de que la farmacia lidere la venta de leche infantil con el 60% del total, se debe al consejo profesional que ofrece el farmacéutico. Este asesoramiento es una pieza vital en el campo de la nutrición infantil, una categoría que representa 500 millones de euros anuales, de los que la mitad se vende en la farmacia. Partiendo de estas cifras, el ponente reivindicó para la farmacia la categoría infantil mediante formación de equipos y amplia gama de productos que aporten mayor competitividad. Cifró su estrategia en la fórmula de la triple E: “entorno, estrategia y equipo”.
La sesión “Rentabilidad y sostenibilidad en la farmacia”, fue desarrollada por Eduardo Jiménez Moreno, farmacéutico comunitario de Valencia, con veinte años de experiencia profesional y, además, con más de tres cuartas partes de ese periodo dedicado también a la formación de farmacéuticos en las áreas de la venta activa, comunicación y dermocosmética, en cursos organizados por toda España.
Farmacéuticos, empresarios gestores
Jiménez explicó que los cambios sucedidos en la farmacia española en los últimos 20 años obligan a los farmacéuticos a convertirse en empresarios gestores sin renunciar a las características intrínsecas de la profesión sanitaria. Entre las características de la farmacia actual señaló: un menor beneficio, vendiendo lo mismo; continuidad de las medidas restrictivas; entorno cada vez más competitivo; necesidad urgente de profesionalizar la oficina de farmacia a través de los nuevos modelos de gestión, incrementar la venta libre y no renunciar tampoco a la gestión y rentabilidad de los medicamentos optimizando los stocks.
Según destacó "controlando la gestión del 20 por ciento de la actividad de la oficina de farmacia se controla el 80 por ciento de los resultados". En este sentido, añadió que el mejor control de proveedores, bancos y asesores repercute directamente en la mejora de la gestión de la farmacia. Subrayó que hay actividades profesionales sanitarias que se pueden delegar en el equipo, pero advirtió que el papel empresarial no es delegable y tiene que ser asumido por el titular.
Tras incidir como los otros dos expertos antes citados en la articulación de la gestión por categorías y la optimización de los stocks, para evitar lo que llamó “stock muerto”, es decir, aquel que hay que pagar antes de haberlo vendido, se refirió a la estimulación y buena comunicación con el equipo. Entre las fórmulas de incentivación citó la formación que puede ser proporcionada por los laboratorios, los que más saben de su producto.