Redacción Farmacosalud.com
Un equipo internacional de científicos coordinado por el investigador de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y el CIBERNED, Rubèn López Vales, ha identificado que interleucina-37 (IL-37), una citocina que pertenece a la familia de la interleucina-1, promueve la recuperación locomotora en lesiones agudas de la médula espinal. Estos percances medulares producen graves discapacidades funcionales a las personas que la padecen, induciendo paraplejia o tetraplejia en función del nivel de la lesión. Este hecho es debido a la degeneración de las vías espinales que se encargan de transmitir las señales nerviosas desde el cerebro a las diferentes partes del organismo, y viceversa, y tiene como consecuencia la pérdida de movilidad y de sensibilidad por debajo de la lesión.
Durante los últimos años, diferentes estudios han demostrado que la respuesta inflamatoria que se desarrolla después de la lisiadura contribuye a la degeneración de estas vías espinales, incrementando, por tanto, los déficits funcionales generados por la lesión. Sin embargo, los ensayos clínicos utilizando fármacos antiinflamatorios, como la metilprednisolona, no han mostrado eficacia. Este trabajo demuestra por primera vez que la IL-37 suprime la respuesta inflamatoria después de una lesión medular y minimiza la degeneración del tejido medular y las discapacidades funcionales. Aunque esta proteína se identificó 15 años atrás, el estudio de su función ha sido dificultosa dado que la IL-37 no se sintetiza en ratones.
Se abren también puertas al tratamiento de enfermedades neurodegenerativas
El equipo del doctor Rubèn López, investigador del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la UAB, del Instituto de Neurociencias de la UAB, y del CIBERNED (Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Neurodegenerativas), ha utilizado un ratón modificado genéticamente que produce la forma humana de la IL-37 que les ha permitido estudiar la función de esta proteína. Los científicos muestran que si la IL-37 se administra inmediatamente después de la lesión los ratones recuperan cierto grado de movilidad.
Este trabajo supone, por tanto, el hallazgo de una nueva estrategia terapéutica para el tratamiento de las lesiones medulares agudas, las cuales no tienen actualmente ningún tratamiento efectivo de uso clínico. Este descubrimiento puede también abrir las puertas al tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, dado que la respuesta inflamatoria juega un papel clave en el transcurso de estas patologías.
El estudio[1], publicado en la versión online de la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)’, se ha realizado en la UAB, con colaboraciones del Radboud University Medical Center (Holanda), University of Colorado (EE.UU.) y Maximilian University of Munich (Alemania), y ha sido financiado mayoritariamente por la Fundación La Marató, por el Ministerio de Economía y Competividad, y por la fundación International Foundation for Research in Paraplejia.
Aval a la fisioterapia invasiva, una técnica con un 80% de efectividad
Por otra parte, la Fisioterapia Invasiva es actualmente marca España por el número de fisioterapeutas que hacen uso de sus técnicas y porque muchos de estos profesionales son referencia a nivel internacional, han informado fuentes de la editorial Elsevier España. Conscientes del éxito que tienen las técnicas de Fisioterapia Invasiva en España y que su práctica y resultados han servido de modelo para otros países, como Estados Unidos o Reino Unido, la obra ‘Fisioterapia Invasiva’ (Elsevier 2013), de Fermín Valera y Francisco Minaya, directores de MVClinic, ha sido traducida al inglés, bajo el título ‘Advanced Techniques in Musculoskeletal Medicine & Physiotherapy’. Esta nueva edición, con cinco nuevos capítulos y una actualización del resto de contenidos de la misma, se ha convertido en el primer texto sobre fisioterapia publicado originalmente en castellano que ha sido traducido al inglés.
En España, la Fisioterapia Invasiva se utiliza desde hace más de 15 años. En este sentido, Fermín Valera, coautor de la obra, asegura que “se logran resultados rápidos en manos de fisioterapeutas expertos”, y destaca la optimización de recursos, ya que “el porcentaje de recaídas de los pacientes es bajo, dando la posibilidad de recuperación cuando los tratamientos convencionales fracasan”. La Fisioterapia Invasiva integra todas las técnicas empleadas por los fisioterapeutas que precisan el uso de una aguja maciza para la aplicación de forma percutánea de agentes físicos, o bien hueca para inyectar fármacos en el tejido musculoesquelético.
Según Minaya, “en las técnicas de fisioterapia invasiva, la aguja se convierte en elemento activo del movimiento provocado por el fisioterapeuta en el tejido blando como extensión de sus manos, constituyendo de esta forma un efecto mecánico que puede ser aislado, como en el caso de la acupuntura o la punción seca, combinado con otro agente físico como la electricidad o junto a fármacos que se inyectan en el tejido subcutáneo o a mayor profundidad”.
“El paciente tipo de esta terapia es aquel que se encuentra en una situación crónica”
Según describe Valera, “el paciente tipo para el tratamiento con este tipo de técnicas es aquel que se encuentra en una situación crónica, con cambios degenerativos en el tejido blando, ya sea tendón, músculo, ligamento, o incluso la cápsula, el nervio o el periostio”. Es precisamente, en estos cuadros clínicos, donde la fisioterapia encuentra más dificultades para encontrar soluciones. “El motivo principal suele ser la degeneración del tejido de colágeno y los cambios estructurales asociados a situaciones tan frecuentes como las tendinitis, los esguinces crónicos o las lesiones musculares recidivantes", afirma el fisioterapeuta.
En el caso de lesiones recurrentes como las tendinopatías, “estas técnicas ofrecen una nueva solución con un alto porcentaje de efectividad, de en torno al 80% tras 3-4 sesiones”. "En las lesiones musculares agudas el protocolo que hemos definido permite con 1-2 sesiones acelerar la eliminación del hematoma post-rotura y el edema de la zona, favoreciendo la correcta cicatrización del tejido". Por ello, los expertos aconsejan que “antes de plantear una intervención quirúrgica, se tengan en cuenta estas técnicas que ofrecen buenos resultados para las epicondilitis, la fascitis plantar o las tendinitis del supraespinoso”.
Referencias
[1]Artículo científico: Beneficial effects of IL-37 after spinal cord injury in mice, PNAS. doi: 10.1073/pnas.1523212113