Redacción Farmacosalud.com
Si bien al público general la hiponatremia (presencia de sodio en sangre más baja de lo normal) le suena a definición de crucigrama o simplemente no le dice gran cosa por ser un trastorno poco ‘mediático’, la verdad es que se está hablando de una alteración que “tiene una incidencia muy elevada en los pacientes hospitalizados”, explica el doctor José Luis Pérez Castrillón, coordinador del Grupo de Osteoporosis de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). La hiponatremia, además, ‘cotiza’ al alza -o sea, tiende a aumentar entre la población- debido a “la edad, la pluripatología y polifarmacia de los pacientes que tratamos”, lo que implica el empleo de más fármacos “que facilitan las pérdidas renales de sodio”, destaca Pérez Castrillón. Y, por si todo esto fuera poco, la hiponatremia es potencialmente mortal, según sostiene la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). Ahí es nada.
La hiponatremia se define por un descenso de la concentración sérica (en la sangre) de sodio por debajo de 135 mEq/l y constituye la alteración hidroelectrolítica más frecuente en la práctica clínica. El SIADH (síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética) es la principal causa de la hiponatremia. El SIADH se diagnostica en función de criterios clínicos y analíticos que son de dos tipos, criterios de exclusión y criterios de confirmación. Se consideran criterios esenciales para su diagnóstico los siguientes*: osmolalidad sérica < 275 mOsm/kg, osmolalidad urinaria > 100 mOsm/kg, normovolemia, concentración de sodio en orina > 40 nmol/l, no empleo de diuréticos y ausencia de hipopituarismo, hipotiroidismo, insuficiencia suprarrenal e insuficiencia renal. El tratamiento para el SIDDH “consistirá en la restricción de líquidos, con ingesta inferior a 1000 ml/24 h en las formas leves/moderadas e inferior a 500 ml en las formas severas, administrar solución salina hipertónica que en ocasionas puede asociarse a diuréticos de asa, furosemida, a dosis bajas y tratamiento de la causa desencadenante. En pacientes en los que persista la hiponatremia asociada a sintomatología grave pueden emplearse fármacos como demeclociclina, litio o tolvaptan, antagonista del receptor de la vasopresina”, detalla Pérez Castrillón.
“Los pacientes leves están asintomáticos y la alteración no se valora adecuadamente”
“Además del SIADH -señala el experto- existen otras causas de hiponatremia. Puede deberse a pérdidas de sodio renales como las secundarias al uso de tiazidas, a pérdidas extrarrenales (vómitos, diarrea, tercer espacio), déficit de corticoides, hipotiroidismo e hiponatremia dilucional con presencia de edemas que podemos observar en el síndrome nefrótico, insuficiencia cardiaca, cirrosis hepática, e insuficiencia renal aguda y crónica”. Por supuesto, la detección precoz siempre es importante en cualquier enfermedad, pero en el caso de la hiponatremia esta condición es especialmente clave para evitar males mayores, tal y como remarca el doctor: “Las manifestaciones clínicas de la hiponatremia guardan relación con la concentración sérica de sodio. Se observan síntomas leves como cefalea, alteraciones de la memoria, bradipsiquia** con niveles de Na en sangre > 120 mEq/l. Sin embargo, con cifras inferiores pueden aparecer complicaciones graves como convulsiones o coma. Por ello, si de forma precoz evitamos descensos de sodio por debajo de 120 mEq/l no aparecerán complicaciones graves”.
Los expertos perciben que la incidencia de la hiponatremia es creciente. A criterio de Pérez Castrillón, este “incremento se debe a la edad, la pluripatología y polifarmacia de los pacientes que tratamos. Esto implica una mayor incidencia de enfermedades asociadas a hiponatremia y empleo de más fármacos (diuréticos, corticoides) que facilitan las pérdidas renales de sodio”. Con respecto a la percepción de que, a menudo, algunos pacientes de hiponatremia que están hospitalizados son dados de alta sin haberse corregido el trastorno, el especialista comenta que esta afección “tiene una incidencia muy elevada en los pacientes hospitalizados y, en la mayor parte de las ocasiones, está inducida por la enfermedad de base de los pacientes. En las formas leves, más frecuentes, los pacientes están asintomáticos o tienen síntomas inespecíficos, lo que determina que esta alteración no se valore adecuadamente”.
Elaborado un Algoritmo de Tratamiento de la Hiponatremia
A todo esto, expertos de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han elaborado un Algoritmo de Tratamiento de la Hiponatremia. Para Pérez Castrillón, dicho “documento es claro, fácil de seguir y establece pautas de actuación frente a las diversas situaciones que se plantean en la práctica clínica habitual”. A pesar de la elevada presencia de este trastorno en los pacientes hospitalizados y de su incidencia creciente, la hiponatremia es perfectamente tratable. Según el facultativo, “es posible normalizar los niveles de sodio con desaparición de las manifestaciones clínicas. El tratamiento se basa en la restricción de líquidos, administración de solución salina hipertónica con o sin diurético de asa asociado y fármacos como demeclociclina, litio o tolvaptan. La aplicación de estas medidas terapéuticas es progresiva y debe realizarse en 24-48 horas”. Eso sí, cabe tener en cuenta que “la corrección excesivamente rápida de la hiponatremia puede ocasionar un síndrome de desmielinización osmótica***, más frecuente en diabéticos, alcohólicos y desnutridos”, advierte.
Tolvaptan se erige como nueva alternativa terapéutica para esta patología: “El tolvaptan es un antagonista selectivo del receptor de la vasopresina que bloquea el trasporte de agua a través de las acuoporinas localizadas en el tubo colector e inhibe la reabsorción excesiva de agua. Se administra por vía oral en dosis de 15 mg a 60 mg y está indicado en pacientes adultos con síndrome de secreción de hormona antidiurética”, precisa el experto.
* < significa 'menor que', mientras que > significa 'mayor que'
** Bradipsiquia: lentitud psíquica, mental o del pensamiento
*** La desmielinización osmótica es una disfunción neuronal. Entre sus síntomas figuran confusión y disminución de la lucidez mental