Redacción Farmacosalud.com
‘El que trabaja principia bien, el que ahorra termina mejor’, reza una frase célebre de autoría anónima. Pues bien. El ahorro, en medicina, también cuenta, según se viene a decir desde la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE). Sin ir más lejos, organizaciones de profesionales de la salud como AEHVE y asociaciones de pacientes han pedido el inicio de un plan de cribado en España para hacer aflorar los casos no diagnosticados u ‘ocultos’ (gente que no sabe que está infectada) de hepatitis C (VHC) y tratar precozmente a los afectados, algo que -más allá de los evidentes beneficios en salud- sería muy coste/efectivo por cuanto que el ahorro económico logrado sería enorme con respecto a lo que cuesta tratar a las personas con VHC en fases avanzadas de la enfermedad. Así lo declara el doctor Javier García-Samaniego Rey, coordinador de AEHVE: “Los últimos datos respecto al coste-efectividad del tratamiento precoz no dejan lugar a dudas: el ahorro global por paciente tratado en fases iniciales de la enfermedad (F0-F1) supera los 9.000 euros, frente al coste que representa tratarlo en fases avanzadas”.
“Sólo en el caso de los usuarios de drogas por vía parenteral, que es una de las poblaciones prioritarias, el tratamiento temprano puede evitar hasta 2,3 nuevas infecciones por paciente tratado. Según los últimos estudios (Buti M, et al. J Viral Hepat 2017), por cada 1.000 pacientes con enfermedad leve tratados (F0-F1) se evitan 6 trasplantes de hígado, 60 carcinomas hepatocelulares (cáncer de hígado), 40 cirrosis en estado avanzado y 78 fallecimientos atribuibles a enfermedad hepática terminal”, asegura a www.farmacosalud.com García-Samaniego, que también es jefe de Sección de Hepatología del Hospital Universitario La Paz (Madrid).
La AEHVE, otras organizaciones sanitarias y varias asociaciones de pacientes han elaborado un Manifiesto en el que plantean al Gobierno central y a las Comunidades Autónomas la necesidad de compatibilizar la extensión efectiva en todo el territorio nacional del tratamiento de la infección por VHC para todos los pacientes independientemente de la gravedad de la enfermedad (decidida por el Consejo Interterritorial de Salud del 21 de junio de 2017), con el inicio de un plan de detección que permita hacer aflorar los casos no diagnosticados. Sociedades científicas y asociaciones de pacientes están de acuerdo en que es necesario comenzar una estrategia de cribado de hepatitis C simultáneamente con el tratamiento de todos los enfermos diagnosticados.
En condiciones de lograr que la infección por VHC sea residual en 2021
El doctor García-Samaniego recuerda que el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud (PEAHC) establecía un cronograma, según el cual ya a finales de 2017 deberían estar desarrolladas todas sus líneas estratégicas, entre ellas, la del cribado de las personas con hepatitis C que no saben que tienen la afección.
Por ahora, más de 90.000 enfermos han recibido ya el tratamiento para la hepatitis C con los nuevos antivirales de acción directa (AADs) -fármacos que curan la infección en tasas superiores al 95%-, mientras que Gobierno y Comunidades Autónomas han aprobado la extensión del tratamiento a todos los pacientes independientemente de la gravedad de la enfermedad. Para el hepatólogo, “esta universalización del tratamiento es muy importante porque el perfil del paciente con infección activa por VHC ha cambiado claramente, y en 2017 lo que nos encontramos ya es una mayoría de pacientes con la enfermedad en estadios iniciales, F0-F1. Para avanzar, se necesita por tanto atender a estos pacientes, y eso es lo que se acordó en el último Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, celebrado a finales de junio. Una gran noticia, sin duda, que da respuesta a algunos de los retos pendientes de nuestro país en el abordaje de las hepatitis crónicas, aunque no a todos, y de ahí el Manifiesto de la AEHVE y las asociaciones de pacientes”.
Evitar a toda costa un repunte de casos de VHC dentro de una década
“Aprobada la universalización del tratamiento -apunta el experto-, estamos en condiciones de lograr que la infección por el VHC sea residual en el horizonte de 2021, pero para ello necesitamos también hacer bien las cosas en prevención y diagnóstico. De acuerdo con los resultados de los últimos estudios realizados en 2017, la prevalencia de la infección virémica (activa) por VHC en nuestro país se sitúa en torno al 0,3-0,4%. Y con esas tasas de prevalencia, resulta viable el inicio de una estrategia de cribado seguida del tratamiento precoz. Y no sólo viable, sino que tendría grandes posibilidades de éxito”.
A su juicio, “sería un grave error dilatar la puesta en marcha de este cribado hasta que se complete el tratamiento de todos los casos diagnosticados, pues al cabo de una década nuestro sistema sanitario se encontraría nuevamente con un repunte de casos y un incremento de la prevalencia de hepatitis C. De ahí la necesidad de empezar el cribado ya para aprovechar todo el esfuerzo realizado hasta el momento”.
Una larga lista de colectivos de riesgo
La población de riesgo en el ámbito de la hepatitis C incluye a las personas que se inyectan o inhalan* drogas, incluyendo las que lo hicieron una sola vez; aquellas con antecedentes de transfusión de sangre o hemoderivados anteriores a 1992; las personas con antecedentes de cirugía, procedimientos invasivos, intervenciones médicas u odontológicas antes de la utilización de material de inyección de un solo uso (1980); las personas con antecedentes de hemodiálisis crónica; los recién nacidos de madres infectadas por VHC, a partir de los 18 meses; las personas con infección por VIH o VHB, y los convivientes y parejas sexuales de personas infectadas por VHC.
Asimismo, entre ese segmento de riesgo figuran los hombres que tienen sexo con hombres; los trabajadores sexuales; las personas con antecedentes de internamiento en instituciones penitenciarias; los trabajadores tras una exposición accidental reconocida con material biológico posiblemente infectado; las personas con antecedentes de tatuajes, piercings o procedimientos con instrumental punzante (manicura, pedicura, acupuntura…) realizados sin las debidas precauciones de seguridad, y las personas con hipertransaminasemia o enfermedad hepática aguda o crónica. “Pero además de estos grupos claramente identificados, nuestra propuesta es un cribado poblacional e incluso universal, pues datos muy recientes nos dicen que es coste-efectivo llevarlo a cabo”, insiste García-Samaniego.
Petición para que las pruebas se puedan hacer en los CAP y centros de adicciones
El diagnóstico de la hepatitis C se realiza mediante la determinación de anticuerpos y, en los casos positivos, la realización simultánea de una prueba de carga viral. “Nuestra petición es que se realice en un único paso y pueda hacerse en cualquier centro sanitario, incluyendo los centros de Atención Primaria (CAP) y de adicciones. Para ello, es fundamental potenciar el papel de la Atención Primaria, incluyendo el Servicio de Atención al Paciente con hepatitis C en la cartera de servicios comunes de la AP”, indica.
El Manifiesto de los pacientes y la AEHVE insta también a las administraciones a la promoción de campañas de información y sensibilización para prevenir nuevos contagios, a una financiación adecuada para los retos planteados y a la convocatoria periódica de los Comités Institucional y de Coordinación del PEAHC, a fin de hacer seguimiento de los logros y retos aún por cumplir.
Las entidades que han suscrito el Manifiesto por la Eliminación de la Hepatitis C en España son: Plataforma de Afectados por la Hepatitis C de Madrid (Plafh Madrid), Asociación Catalana de Afectados por Hepatitis C, Federación Española de Trasplantados Hepáticos (FNETH), Alianza General de Pacientes (AGP), Federación Española de Hemofilia (Fedhemo), Asociación de Hemofilia de la Comunidad de Madrid (ASHEMADRID), Madrid Positivo, Fundación 26 de Diciembre, Apoyo Positivo, Instituto para la Investigación y Formación en Salud (IFSA Salud), Alianza General de Pacientes (AGP), Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (Sefh) y Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE).
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* Según la Asociación Catalana de Enfermos de Hepatitis ‘ASSCAT’, el virus de la hepatitis C es de ‘transmisión hemática’, lo que significa que las personas se infectan por contacto directo con sangre infectada. Es importante saber que sólo si se produce este contacto directo sangre-sangre hay riesgo de transmisión.
De acuerdo con las mismas fuentes, el hecho de compartir material para esnifar cocaína u otras drogas también es un factor de riesgo porque puede producir una corrosión de la mucosa nasal, con aparición de hemorragias nasales y exposición a la sangre de todo lo que se emplee para la inhalación (por ejemplo, billetes o pajitas). Nos referimos a los llamados ‘rulos’ o ‘tubos’, que pueden ser de papel o cartón (billetes, boletos…) o de otros materiales y que se utilizan para introducir la sustancia en polvo hasta el fondo de la cavidad nasal. Estudios científicos han demostrado la presencia del virus en las secreciones nasales de los usuarios de drogas que eran portadores de la infección, debido a pequeñas erosiones incluso imperceptibles para ellos mismos. El material genético del virus puede transferirse a los instrumentos empleados para esnifar drogas en polvo, y por lo tanto, es posible el contagio a otra persona que utilice el mismo instrumento