Redacción Farmacosalud.com
Dolor súbito, severo, punzante y siempre en el mismo lado de la cabeza. Lagrimeo, secreción o taponamiento nasal, inflamación y enrojecimiento del párpado y la zona alrededor del ojo. El dolor irradia hacia la sien, el ojo, la boca y la nariz. Prevalencia de crisis nocturnas, recurrentes y durante los mismos periodos del año[1]… Son los síntomas de la cefalea en racimos, considerada por la ciencia médica como uno de los dolores más fuertes que puede sufrir un ser humano[1]. Ante tal tarjeta de presentación, cualquier avance médico es bienvenido, sobre todo si es eficaz. Tal es el caso de dos tratamientos que, en el ámbito terapéutico de la cefalea en racimos, son novedosos: el uso de la toxina botulínica -indicada actualmente para la migraña crónica refractaria- y el bloqueo de los nervios craneales. La eficacia en el caso de la toxina es del 40% -cifra alta teniendo en cuenta que los pacientes que se someten a este procedimiento son muy refractarios a los tratamientos-, mientras que en el caso de los bloqueos se llega hasta el 65%, describe el doctor Jesús Porta, neurólogo y jefe de la Unidad de Cefaleas del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, centro hospitalario que aplica ambos métodos.
“La toxina se aplica alrededor de la cabeza mediante unos pinchazos; duele habitualmente poco y la aguja es muy fina. En el caso de la cefalea en racimos, en ocasiones necesitamos dosis más altas que cuando tratamos la migraña y sólo la utilizamos en casos donde la respuesta a los tratamientos habituales no ha sido satisfactoria. Con los bloqueos, anestesiamos durante un corto espacio de tiempo (minutos-horas) los nervios craneales; con ello buscamos una subida en el umbral para el dolor y mejoría del paciente. Esta técnica la venimos utilizando desde hace años para la migraña y es útil también en algunos pacientes con cefalea en racimos. Si es el comienzo de un ‘racimo’ también asociamos corticoides a la anestesia como tratamiento de transición, consiguiéndose una mejoría más duradera”, explica el neurólogo.
Dos terapias que pueden combinarse con fármacos para el dolor
De hecho, tanto la toxina botulínica como el bloqueo de nervios craneales pueden combinarse con la administración de fármacos, por ejemplo para calmar el dolor. La razón de ello es que “el tratamiento debe ser integral: consta de tratamiento de las crisis, tratamiento de transición y preventivo. Y si además la cefalea en racimos ha generado algún otro problema secundario, también se debería contemplar” la combinación de medicamentos, aclara el doctor Porta.
Si fuera necesario, incluso se puede recibir simultáneamente la administración de toxina botulínica y el bloqueo de los nervios craneales, comenta el experto: “Entiendo la medicina como la aplicación personalizada de los conocimientos científicos; esto hace que cada paciente reciba un tratamiento diferente en función de muchos factores. Si un paciente sólo ha respondido a la toxina y viene con un nuevo racimo le aplicaríamos ambos tratamientos a la vez, sin duda, porque debemos buscar la resolución del ‘brote’ lo antes posible”.
En caso de la toxina botulínica, entre cada administración deben pasar al menos 12 semanas para evitar que se creen anticuerpos (defensas del cuerpo) que la inactiven. Con respecto a los bloqueos con anestesia, se pueden pautar con frecuencia, pero siempre valorando la eficacia.
Según el jefe de la Unidad de Cefaleas del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, “la toxina botulínica la estamos utilizando en pacientes con cefalea en racimos que no han respondido a otros tratamientos, que son casos en los que hay mucho sufrimiento. En este grupo, especial por la refractariedad, la respuesta es de alrededor del 40%... parece poco, pero es realmente alta para el tipo de enfermedad de la que estamos hablando”. Porta destaca también que los bloqueos con anestésicos son eficaces, ya que la respuesta es de un 65%. Con todo, puntualiza, en los bloqueos “el efecto puede ser corto”, de manera que “si añadimos corticoides, algo que hacemos sólo y exclusivamente al comienzo del racimo, es muy eficaz”.
Los alérgicos, entre los pacientes en los que las dos técnicas están contraindicadas
En cuanto al perfil de pacientes de cefalea en racimos candidatos a estas terapias, cabe insistir en el hecho de que la toxina botulínica está indicada para los enfermos que no han respondido a otros tratamientos, quienes recibirán dosis un poco más altas de las habituales. “Aun así, es una técnica segura y, afortunadamente, en los años que llevamos aplicándola no hemos tenido complicaciones. Los bloqueos los reservamos al inicio del racimo y, si un paciente no ha respondido en dos racimos previos, preferimos probar con otro tratamiento”, apunta.
La toxina botulínica está contraindicada en pacientes alérgicos, en aquellas personas que sufran miastenia gravis y en aquellos sujetos que hayan recibido dicha toxina 12 semanas antes. La técnica de los bloqueos está contraindicada en alérgicos o en individuos que estén anticoagulados.
Un protocolo de Urgencias para cefaleas que consta de 12 preguntas
Por otro lado, el Hospital Clínico San Carlos de Madrid ha desarrollado un protocolo para el manejo de las cefaleas en Urgencias. El programa contempla la realización de 12 preguntas al enfermo que llega hasta esa unidad hospitalaria. “Queremos que los pacientes con cefalea sean adecuadamente tratados. Por este motivo, hemos elaborado conjuntamente con el Dr. García Azorín -miembro de la unidad-, un protocolo en el que, con una serie de preguntas, se distingue si la cefalea puede ser debida a algo grave, con lo que se avisa al neurólogo, o si por el contrario es una cefalea primaria (la enfermedad es el propio dolor de cabeza), con lo que se pauta el protocolo de tratamiento que hemos elaborado con la Dra. Nuria González, también de mi unidad de cefaleas”, indica el doctor Porta.
Referencias
1. ASOCIACIÓN CEFALEA EN RACIMOS AYUDA (ACRAyuda). ‘Que es la Cefalea en Racimos’. Página web de la ASOCIACIÓN CEFALEA EN RACIMOS AYUDA http://cefaleaenracimos.org/que-es-la-cefalea-en-racimos/