Redacción Farmacosalud.com
El presidente de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) -a su vez máxima autoridad de España en el ámbito de la arterioesclerosis-, el doctor Xavier Pintó, tiene claro que tras los ‘excesos’ de la Navidad el control del colesterol ‘malo’ pasa por conjugar una serie de medidas: las clásicas, como practicar ejercicio físico y recurrir a una dieta equilibrada como la mediterránea, y algunas no tan conocidas, como “dormir bien y controlar los sentimientos negativos”. El doctor Pintó, que también es facultativo de Medicina Interna del Hospital Universitario de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona), asegura a través de www.farmacosalud.com que con estas soluciones “el colesterol vuelve a su nivel original en pocas semanas”.
La Fundación Española del Corazón (FEC) ha puesto en marcha la campaña de concienciación #nomasde200 para advertir sobre el incremento del colesterol después de los excesos de las fiestas navideñas, y los riesgos que implica tener esta molécula en altos índices, detallándose además las medidas a adoptar aprovechando los buenos propósitos que vienen asociados al comienzo de un año nuevo. El presidente de la FEC, el doctor Carlos Macaya, destaca que “la Navidad es una de las épocas del año más favorables para el incremento del colesterol, con los riesgos que ello implica a la hora de padecer enfermedades cardiovasculares. Las comidas copiosas y grasas, el exceso de alcohol y el cambio de ritmo de vida durante varias semanas de festejos pueden disparar el nivel de colesterol en sangre hasta un 10%; por eso ponemos en marcha la campaña #nomasde200. Si nos hacemos una revisión en el mes de enero veremos, con mucha probabilidad, que el colesterol ha aumentado con el correspondiente riesgo que supone para el correcto funcionamiento de nuestro sistema circulatorio”, alerta Macaya.
Puede sufrirse hipercolesterolemia sin saberlo, hayan habido o no 'excesos' en Navidad
“En la Sociedad Española de Arteriosclerosis estamos especialmente preocupados por el exceso de colesterol de la población y estamos desarrollando acciones para detectarlo a tiempo y actuar en consecuencia. El exceso de colesterol es especialmente problemático en las personas que son portadoras de otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, en particular los que son diabéticos, los fumadores, los hipertensos, los obesos y los que tienen una historia familiar de enfermedad coronaria en parientes jóvenes. Por supuesto, todas las personas que ya han sufrido una angina de pecho, un infarto o cualquier enfermedad isquémica deben prevenir y tratar de forma estricta el exceso de colesterol. En los últimos años también se está prestando más atención al riesgo de enfermedad cardiovascular de las personas que padecen insuficiencia renal y enfermedades inflamatorias crónicas, como por ejemplo la artritis reumatoide o el lupus, o la enfermedad inflamatoria intestinal. En ellas también debe controlarse el exceso de colesterol”, explica Pintó.
Desgraciadamente, alguien puede padecer hipercolesterolemia sin saberlo, haya cometido o no 'excesos' durante las fechas navideñas, tal y como apunta el doctor Pintó: “El exceso de colesterol no da molestias, no provoca síntomas y, por tanto, la única forma de detectarlo es mediante un análisis de sangre. La cantidad de colesterol que las personas tienen en su circulación sanguínea depende de los factores ambientales, es decir, la forma de alimentarse, el ejercicio, etc, pero también y en gran parte de los factores genéticos. Hay personas que aunque tengan unos hábitos de vida saludables tienen el colesterol en sangre muy elevado. El ejemplo más característico es la hipercolesterolemia familiar. Se trata de un trastorno que se caracteriza porque las personas que lo padecen tienen un colesterol entre 2 y 3 veces más alto que la población general y ello se mantiene a pesar de seguir una dieta estricta. La gran mayoría de estas personas no han sido aún diagnosticadas y estamos activando sistemas de detección para conseguir detectarlas y tratarlas antes de que presenten una complicación cardiovascular”.
“Por otro lado, el que haya personas que comen bien pero tienen el colesterol alto no contradice el concepto de que comer bien mejora la salud y previene la enfermedad cardiovascular, con independencia de su repercusión sobre la cantidad de colesterol en sangre”, matiza el presidente de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA).
La vida es imposible sin colesterol, pero éste debe estar en los índices adecuados
Para controlar el colesterol 'malo' (LDL) después de la Navidad, el doctor Pintó aconseja “volver a los hábitos saludables, es decir, mantener una dieta equilibrada, variada y sabrosa, como lo es la dieta mediterránea. En ella se consumen abundantes vegetales, alimentos integrales, legumbres, frutos secos, aceite de oliva virgen extra y se limitan las grasas animales y los azúcares. Además, hay que practicar al menos 3 horas de actividad física a la semana, dormir bien y controlar los sentimientos negativos. Con estas medidas, el colesterol vuelve a su nivel original en pocas semanas. Está claro, por otra parte, que es importante que las comidas de Navidad no supongan una sobrecarga excesiva para el metabolismo del colesterol. Es decir, es cierto que son comidas especiales, pero no han de ser comidas desequilibradas”.
La molécula del colesterol es única y, además, la vida es imposible sin ella. Se trata de una sustancia grasa que está presente en nuestro organismo de manera natural y que es absolutamente necesaria para la formación de nuestras células. Nuestro cuerpo se encarga de producir el colesterol que necesita. No obstante, en ocasiones, ya sea por causa genética o alimenticia, la presencia de esta sustancia en sangre puede ser excesiva. Hay dos tipos de colesterol:
-El LDL (conocido como malo) viaja desde el hígado hasta los órganos para reparar las membranas de las células, pero por el camino deja pequeños depósitos de colesterol en las paredes arteriales. Cuanto más alto tengamos el LDL, más probabilidades habrá de que se acumule en nuestras arterias.
-El HDL (conocido como bueno), por el contrario, viaja desde los órganos hasta el hígado recogiendo el LDL sobrante que ha quedado en las arterias, y así nos ayuda a mantener nuestras arterias en buen estado. Los niveles recomendados son de más de 40 mg/dl en el caso de los hombres y de 50 mg/dl en el de las mujeres.
Entre el 60% y el 80% del colesterol total es malo. Cuando se eleva el colesterol total podemos deducir que se eleva el colesterol malo, aunque no siempre es así; por ello determinar el nivel de riesgo en base a los valores de colesterol total debe entenderse como una aproximación indirecta al problema, dado que el riesgo real lo definen las cifras de colesterol LDL (malo).
El alcohol aumenta el colesterol ‘bueno’, pero hay que matizarlo…
Existen varias maneras de estimular la producción de c-HDL, según relata Pintó: “El colesterol bueno aumenta, además de con la actividad física, al perder peso, al consumir aceite de oliva virgen extra y con todos los medicamentos y sustancias que se consideran ‘inductores enzimáticos’, como el alcohol, los barbitúricos etc. Obviamente, no podemos utilizar estas sustancias para aumentar el c-HDL, porque sería peor el remedio que la enfermedad. Los medicamentos que utilizamos para disminuir el colesterol, sobre todo las estatinas, aumentan también moderadamente el c-HDL, igual que los medicamentos que se utilizan para disminuir los triglicéridos, sobre todo los fibratos”, responde el especialista.
Para combatir el colesterol alto se recomiendan varias medidas. A continuación las detallamos de forma pormenorizada:
a) aumentar la ingesta de verduras y frutas (ricas en fibras), pescado azul, aceite de oliva y frutos secos
b) limitar la ingesta de grasas saturadas presentes en alimentos con grasa de origen animal
c) posibilidad de integrar alimentos reductores de colesterol como los lácteos enriquecidos con esteroles vegetales
d) practicar actividad física de forma regular. Basta con caminar a paso rápido entre 30 y 40 minutos al día.
No hay efecto ‘rebote’ en el ámbito del colesterol
Muy bien. Supongamos que alguien se somete a esta 'disciplina' y baja su colesterol malo, pero al cabo de un tiempo baja la guardia y no sigue estas instrucciones. ¿Con el colesterol pasa igual que con el efecto 'rebote' en las dietas para adelgazar (tras la pérdida de quilos gracias a la dieta, y una vez ésta ha finalizado, se recuperan e incluso se ganan quilos con respecto al momento de iniciar el régimen alimenticio)? ¿O sea, con el colesterol puede haber también un efecto 'rebote' que puede ser incluso peor para el paciente, porque se adquiere un colesterol más alto que antes de empezar esa disciplina anticolesterol? “No -responde Pintó-. Al dejar la dieta, el colesterol vuelve al nivel previo, pero no superior. El efecto de la dieta sobre el colesterol es lento y progresivo, pero no hay efecto rebote. El tiempo que sigamos la dieta nos ayudará a mantener un nivel bajo y ello tiene un efecto protector, aunque al cabo de un tiempo la interrumpamos. Es evidente que lo ideal es mantenerla a largo plazo, pero si por las razones que sean se abandona la dieta, el colesterol vuelve a su nivel original”.
El colesterol en España y Europa
Según el estudio ENRICA 2012 (estudio de nutrición y riesgo vascular en España) publicado en 2012 en la Revista Española de Cardiología, 23 millones de españoles, es decir, más de la mitad de la población, tiene el colesterol por encima del nivel de riesgo, 200mg/dl. En personas mayores de 65 años este dato aumenta un 20%. En términos generales, el colesterol afecta en un 50% a los hombres y en un 40% a las mujeres. Analizando rangos por edades afecta en un 30% a las personas mayores de 35 años y en un 70% a las personas mayores de 65 años, según se recoge en un comunicado de la FEC.
El mismo estudio muestra los siguientes datos por comunidades autónomas: Galicia, Canarias, Extremadura y Región de Murcia tuvieron cifras de cLDL (colesterol malo) elevado y cHDL (bueno) bajo superiores a la mediana. En el otro lado de la balanza, por debajo de la mediana encontramos a País Vasco, Comunidad Foral de Navarra, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana. “Las comunidades autónomas con mayor índice de hipercolesterolemia coinciden generalmente con aquellas comunidades autónomas que presentan mayor mortalidad cardiovascular”, señala el doctor Macaya. Según el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre las causas de defunción en España del año 2014, las comunidades autónomas que han tenido más defunciones por causa cardiovascular han sido Ceuta (33,40%), Andalucía (33,16%) y Galicia (32,03%). Por otro lado, las comunidades autónomas que menos defunciones cardiovasculares registran son Canarias (24,34%), Madrid (26,58%) y País Vasco (26,75%).
Si analizamos este factor de riesgo por países, el registro Euro Heart II (Estadística de la Enfermedad Cardiovascular en Europa) de la EuropeanHeart Network (EHN - 2012) evidencia que los valores más altos de colesterol total se han observado en países del norte y oeste de Europa y los más bajos en los países del este, procedentes de la extinguida Unión Soviética. Así, entre los que tienen la prevalencia más alta de exceso de colesterol figuran Islandia (casi el 70% de la población), Luxemburgo (66,9% de la población), Andorra (67,6% de la población), Alemania (65,5% de la población), Dinamarca (65,2% de la población) e Irlanda (62,6% de la población).
Colesterol a más de 200
Tal y como indica ENRICA, entre la población española con colesterol alto, alrededor de la mitad ni siquiera lo sabe. En este sentido, la comunidad médica se muestra especialmente preocupada ante aquellos casos en los que, pese a estar en nivel 200 o superior, no consideran necesario tomar medidas al no tener síntomas físicos visibles que actúen como aviso. La hipercolesterolemia es un problema serio que puede actuar de forma silenciosa. El colesterol no avisa. Solamente determinadas analíticas permiten detectarlo. Los primeros síntomas son, por desgracia, las complicaciones vasculares en forma de angina de pecho o infarto de miocardio; por ello es importante incluir la determinación de colesterol cuando se realizan análisis generales o chequeos de salud. Todo el mundo debería conocer sus niveles de esta sustancia a partir de los 30 años o antes, en la infancia, si hay antecedentes de formas hereditarias.
Datos esperanzadores sobre la regresión de la placa de ateroma
Por otro lado, en el encuentro ‘Nuevos Avances en la Detección y Tratamiento de las Hipercolesterolemias Familiares’, celebrado recientemente, se ha abordado uno de los estudios más esperados sobre los inhibidores de la PCSK9 (evolocumab), el que analiza si estos fármacos son capaces de producir regresión de la placa de ateroma coronaria. El doctor Leopoldo Pérez de Isla, cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha mostrado los datos del estudio GLAGOV que se han presentado en el congreso de la AHA, en Estados Unidos, y ha expresado lo siguiente: “A la espera de los resultados que evalúan la disminución de episodios cardiovasculares, los datos de este estudio son muy esperanzadores en la regresión de la placa de ateroma con los nuevos tratamientos”.
El estudio GLAGOV incluyó a cerca de 1.000 pacientes con enfermedad coronaria angiográfica que seguían tratamiento con estatinas. A un grupo se le administró evolocumab mensualmente (420 mg) durante 76 semanas, además de su tratamiento con estatinas y se evaluó el porcentaje de cambio en el volumen de la placa de ateroma medido por ultrasonido intravascular. Evolocumab disminuyó los niveles de c-LDL (media de 37 mg/dl) con una reducción significativa de la placa de ateroma cuando se comparó con el grupo que solo tomaba estatinas.