Redacción Farmacosalud.com
Hoy en día, la mayoría de los cánceres se detectan a nivel macroscópico, cuando el tumor está compuesto por millones de células de cáncer y la enfermedad está comenzando a avanzar hacia una fase más madura. ¿Pero, qué pasaría si pudiéramos diagnosticar el cáncer antes de que estuviera en fase tan avanzada, cuando aún pueda afectar a unas pocas células localizables? Sería como intentar apagar un incendio en casa cuando sólo son algunas pocas chispas versus un incendio que ha prendido y se está diseminando a paso ligero por diferentes habitaciones. Un equipo internacional de investigadores, dirigidos por el ICFO-Instituto de Ciencias Fotónicas de Castelldefels (Barcelona), ha anunciado el exitoso desarrollo de una plataforma de ‘lab-on-a-chip’ capaz de detectar marcadores de proteínas de cáncer en la sangre utilizando los últimos avances en plasmónica, microfluidos, nano-fabricación y química de superficies. El dispositivo tiene la capacidad de detectar concentraciones muy bajas de estas proteínas marcadoras de cáncer en la sangre, permitiendo el diagnóstico de la enfermedad en una etapa precoz.
La detección del cáncer en sus primeras etapas es indudablemente una clave para el diagnóstico y el tratamiento acertado de esta enfermedad. Este nano-dispositivo muestra tener un gran potencial como una herramienta para los tratamientos futuros de cáncer, no sólo debido a su fiabilidad, sensibilidad y bajo coste, sino también debido a su fácil portabilidad. Esta herramienta tiene previsto mejorar el diagnóstico eficaz y los procedimientos de tratamiento adecuados en lugares remotos con dificultades de acceso a hospitales y clínicas médicas, han revelado fuentes del ICFO.
Nanopartículas de oro implantadas en el chip
Aunque es extremadamente compacto (sólo unos pocos centímetros cuadrados), el dispositivo ‘lab-on-a-chip’ alberga varios sensores distribuidos en una red de micro-canales de fluidos, lo que permite llevar a cabo múltiples análisis. A su vez, hay nanopartículas de oro implantadas en la superficie del chip que se programan químicamente con un receptor de anticuerpo de tal manera que son capaces de atraer concretamente a los marcadores de proteínas que circulan en la sangre. Cuando se inyecta una gota de sangre en el chip, la sangre circula a través de los micro-canales y si los marcadores de cáncer están presentes en la misma, al pasar por los micro-canales, éstos se adhieren a las nanopartículas, provocando cambios en lo que se conoce como la ‘resonancia plasmónica’. El dispositivo monitorea estos cambios, donde la magnitud de dichas modificaciones está directamente relacionada con la concentración/número de marcadores en la sangre del paciente, proporcionando así una evaluación directa del riesgo para el paciente de desarrollar un cáncer.
El Profesor ICREA en el ICFO Romain Quidant, coordinador del proyecto, remarca que, "lo más fascinante del descubrimiento que hemos hecho es que somos capaces de detectar concentraciones extremadamente bajas de esta proteína en cuestión de minutos, lo que hace este dispositivo una herramienta de última generación, un instrumento ultra-sensible y poderoso que mejorará la detección temprana y el seguimiento del tratamiento de cáncer".