Redacción Farmacosalud.com
Es el primer aparato de estas características que se consigue retirar con éxito en España. Se trata del modelo más avanzado del dispositivo de asistencia ventricular izquierda -llamado HeartMate 3- que una paciente llevó durante 5 años por una insuficiencia cardíaca avanzada secundaria a un tratamiento de quimioterapia. Implantado el 17 de diciembre de 2018, el aparato se retiró hace poco más de un año, el 13 de junio de 2023, una vez los expertos constataron que el corazón se había recuperado y podía funcionar por sí mismo. Hoy, la paciente se encuentra bien y puede hacer vida normal.
Este hito ha sido posible gracias a un equipo interdisciplinar del Hospital de Sant Pau (Barcelona), compuesto por Cirugía Cardíaca, Cardiología, Hematología, Oncología, Enfermería... y a las exhaustivas pruebas que demostraron la recuperación de la función cardíaca, un hecho extraordinario en estos casos. “También a la decisión de la paciente, quien, sabiendo que nunca se había hecho algo parecido en España, decidió seguir adelante”, revela el Dr. Manel Tauron, médico adjunto del Servicio de Cirugía Cardíaca.

La Dra. Laura López y el Dr. Manel Tauron con el dispositivo
Fuente: Hospital de Sant Pau
Diagnóstico de cáncer a los 42 años de edad
Silvia tenía 42 años en marzo de 2018, cuando recibió el diagnóstico de cáncer de mama. Hacia octubre del mismo año y a raíz de la quimioterapia, desarrolló una toxicidad cardíaca que se tradujo en una insuficiencia cardíaca (IC) avanzada que los médicos intentaron tratar sin éxito con diversos fármacos, y que finalmente la llevó a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). “No todos los tratamientos oncológicos tienen esta toxicidad, ni afecta igual a todos los pacientes”, comenta la Dra. Laura López, médica adjunta del Servicio de Cardiología.
“Descartada la opción del trasplante de corazón por el poco tiempo de evolución desde el diagnóstico de la enfermedad oncológica, y por estar recibiendo aún el tratamiento de quimioterapia, la única vía terapéutica era implantar un dispositivo de asistencia ventricular izquierda, que es como una especie de corazón artificial”, explica Tauron. “Cuando colocas un aparato como este, la IC está avanzada y el paciente tiene una esperanza de vida inferior a un año”, remarca el Dr. Antonino José Ginel, director del Servicio de Cirugía Cardíaca.
El aparato fue implantado el 17 de diciembre de 2018. “El plan era mantenerlo hasta que superara el cáncer y, entonces, valorar la opción de un trasplante de corazón -usándolo como terapia puente-. Silvia llevó el dispositivo hasta marzo de 2023, cuando recibió el alta de Oncología”.
De una sola opción a tener tres
Durante la realización del estudio para confirmar que era buena candidata al trasplante, el equipo de Sant Pau vio que el corazón “se había recuperado más de lo que habíamos previsto. Hasta el punto de que nos planteamos si podríamos retirar el dispositivo y que funcionara solo”, detalla el Dr. Tauron. Así, además del examen pretrasplante, también se evaluó la viabilidad de retirarle el implante de asistencia ventricular izquierda trabajando en equipo con especialistas de un hospital de Londres (Reino Unido) con experiencia en este ámbito, y adoptando un protocolo establecido para estos casos que incluye distintas pruebas (de esfuerzo, de imagen…). Los resultados fueron favorables.

Silvia, la paciente
Fuente: Hospital de Sant Pau
La complicación es que “no puedes parar el dispositivo para comprobar que el corazón aguanta y funciona solo. Si lo paras, no puedes volver a encenderlo. Puedes bajar el flujo hasta cierto límite. Pero por debajo de este límite sólo puedes hacer una predicción”, afirma Ginel. Una tercera opción era seguir viviendo con el aparato implantado, lo que se llama terapia de destino.
Este escenario se le planteó a la paciente. “Sabía que nunca habíamos retirado un dispositivo de estas características”, dice Tauron. “Otro factor a nuestro favor era que no tenía más complicaciones de salud. Y siempre quedaba la posibilidad del trasplante cardíaco”, agrega. Silvia decidió que le retiraran el implante, de manera que la cirugía se llevó a cabo el 13 de junio de 2023. Todo salió muy bien. “La recuperación fue la misma que en cualquier intervención: primero estuvo en la UCI, se extubó, empezó a respirar ella sola, a comer, las heridas cicatrizaron bien, pasó a planta, se le dio el alta y regresó a su domicilio”, relata la Dra. López.
Ir en bicicleta, bañarse en la playa…
Actualmente Silvia hace vida normal, si bien con ciertas limitaciones que no condicionan su día a día. Puede hacer deporte, ir en bicicleta y bañarse en la playa, cosa que no pudo hacer durante los 5 años que llevó el HeartMate 3. Ese mismo verano fue a la playa y se bañó con su hija pequeña.
Desarrollado por la firma Abbott, HeartMate 3 es el modelo más avanzado de asistencia ventricular izquierda (LVAD, por sus siglas en inglés). Se trata de una bomba mecánica implantable de flujo continuo que asume la función del ventrículo izquierdo, la principal cámara de bombeo de la sangre del corazón, en pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada, lo que mejora su supervivencia y calidad de vida.
Primer simulador de todos los dispositivos de asistencia ventricular

Prácticas con el simulador
Fuente: Hospital de Bellvitge
Por otro lado, cabe decir que la creciente utilización de los dispositivos de asistencia ventricular en los hospitales de alta complejidad para abordar la insuficiencia cardíaca grave o en personas candidatas a trasplantes, entre otros cuadros, ha hecho aumentar las necesidades formativas en torno a estos dispositivos. En este contexto se enmarca la creación del software SIMHEARTSUPPORT, cuya principal singularidad es la capacidad de simular la utilización de todas las herramientas existentes de asistencia ventricular y ECMO (oxigenación de la sangre por membrana extracorpórea), lo que lo diferencia de otros recursos de este tipo ya existentes.
A esta versatilidad se añade que se trata de un simulador de dispositivos y no de pacientes, como en otros productos ya comercializados, según destaca el Dr. José Carlos Sánchez Salado, facultativo del Servicio de Cardiología del Hospital de Bellvitge (HUB, en l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona) y creador del nuevo software junto al informático Oriol Piquer: “no hay nada parecido en el mercado, aunque su concepto es muy sencillo: imita el funcionamiento y configuración real de las pantallas de los distintos dispositivos”.
Gracias a miles de datos e imágenes recogidas en la actividad clínica del HUB, el programa se alimenta de parámetros existentes que son implementados en tiempo real desde la sala de control en las pantallas de la simulación. De esta forma, los profesionales cuentan con una herramienta interactiva que puede responder a los escenarios clínicos más habituales que se encuentran en la utilización de los dispositivos de asistencia ventricular con pacientes.