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El Sistema Nacional de Salud español ha acordado la financiación del uso de onureg (azaciditina oral) en pacientes con leucemia mieloide aguda (LMA). Con esta aprobación, Celgene, una compañía de Bristol Myers Squib, refuerza su compromiso con la hematología y con la aportación de soluciones a las personas que sufren enfermedades hematológicas. De acuerdo con el Dr. Jorge Sierra Gil, jefe de servicio de Hematología en el Hospital Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, azaciditina oral permite alcanzar una media de supervivencia global del “50% a los 2 años, un 15% más que la registrada en el grupo placebo, en el que la cifra fue del 35%”.
La mediana de supervivencia fue de 24’7 meses con azaciditina oral, siendo de 14,8 meses en términos de placebo. El medicamento, además, logró una media de tiempo libre de recaída de 10,2 meses, por 4,8 meses en el grupo placebo, por lo que el uso de azaciditina oral dobla el tiempo libre de reaparición de la patología.
Un cáncer hematológico poco frecuente
La LMA es un cáncer hematológico poco frecuente con una incidencia de 4 casos nuevos por 100.000 habitantes cada año, aproximadamente. La mediana de edad de estos pacientes se sitúa entre los 60 y los 80 años y la supervivencia global del conjunto de adultos es de alrededor del 30% a los 5 años del diagnóstico.
Según el Dr. Sierra Gil, los síntomas de la LMA se derivan de la falta de producción de sangre normal y de la infiltración leucémica de los tejidos: “se produce anemia, que se manifiesta como cansancio, y también una disminución de la producción de las plaquetas, lo que provoca hemorragias en la piel y las mucosas -por la boca y la nariz-, digestivas, urinarias e incluso del sistema nervioso central. Los leucocitos normales se producen en menor cantidad porque en la médula ósea son sustituidos por las células leucémicas; por ello, se tiene predisposición a infecciones que pueden ser graves como neumonías o infecciones digestivas importantes (enterocolitis), lo que se manifiesta como fiebre e incluso shock séptico”.
El tratamiento inicial se basa en quimioterapia citotóxica con la intención de alcanzar una remisión completa. Pese a que la remisión se alcanza en una proporción elevada de casos, “las recaídas son muy frecuentes, sobre todo si no se puede realizar un trasplante de médula a partir de un donante”, sostiene Sierra Gil, a su vez catedrático de Hematología y Hemoterapia de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
La LMA tiene mejor pronóstico en el 50% de personas hasta los 65 años de edad. La probabilidad de curación en este grupo es de alrededor del 50% a los 5 años. Por el contrario, en los mayores de esa franja etaria la esperanza de vida es mucho menor y no supera el 20%.
Azaciditina oral, tratamiento de mantenimiento para no candidatos a trasplante
Onureg (azaciditina oral) es un tratamiento de mantenimiento de la respuesta para los pacientes que no son candidatos a un trasplante. La llegada de este fármaco supone un avance significativo y una buena noticia, indica el experto, ya que “con Onureg se consigue una reducción de las recaídas y una mejora de la supervivencia de estos pacientes con LMA sin la opción de un trasplante”.
Por su parte, Roberto Úrbez, vicepresidente europeo y director general de Bristol Myers Squibb para España y Portugal, destaca que la aprobación de azaciditina oral es “especialmente relevante porque se dirige a una patología poco frecuente, con limitadas opciones de tratamiento. Estamos muy orgullosos de poner a disposición de los pacientes esta terapia, que cubre necesidades importantes. Gracias a la contribución de los profesionales sanitarios y de los pacientes que han participado en los ensayos clínicos, las personas que sufren una enfermedad tan grave e incapacitante como la LMA cuentan con una nueva opción que mejora sus síntomas y su calidad de vida”.
La autorización de financiación se centra en el tratamiento de mantenimiento en adultos con leucemia mieloide aguda (LMA) que alcanzaron remisión completa (RC) o remisión completa con recuperación incompleta del recuento de células sanguíneas (RCi) después del tratamiento de inducción con o sin tratamiento de consolidación y que no son candidatos a recibir un trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH), incluidos los que eligen no someterse al mismo.
Se trata de una terapia de mantenimiento administrada una vez al día por vía oral que demuestra alcanzar una supervivencia global significativa y aportar un beneficio sobre la supervivencia libre de recaída en un amplio rango de subtipos de LMA.