Redacción Farmacosalud.com
María Begoña Barragán y el cáncer mantienen desde hace años una pugna por hacerse con el control del ring. A fuerza de verse las caras, han entablado una especie de relación basada en el intercambio de golpes. Cuando María Begoña era una niña, su madre recibió de un tumor el más terrible de los puñetazos: el que provoca la muerte. En 2001, a la propia María Begoña le diagnosticaron un linfoma (cáncer hematológico). “Mi madre murió a causa de un cáncer cuando yo era pequeña; la experiencia vivida te aboca a pensar que te ha tocado a ti y que vas a morir… es lo que inicialmente te viene a la mente. Afortunadamente, con los tratamientos y el paso del tiempo esto no ha sido así y el linfoma está en fase de remisión, de momento no se detecta, y eso me ha permitido vivir muchos años desde aquel diagnóstico”. Con todo, el combate no había acabado, aún quedaba un asalto. Eso sí, con trampa por parte del bando tumoral, porque el cáncer cambió de púgil por sorpresa y, hace casi dos años, apareció un nuevo tumor, esta vez de piel. Pero esta mujer no es de las que arrojan así como así la toalla, y le plantó cara: “ni la gravedad del tipo de cáncer de piel ni el estadío tienen nada que ver con aquel linfoma. Lo de ahora se está solucionando con cirugía, con mucha vigilancia y control, en ese sentido estoy tranquila; estoy en manos de los profesionales, que son los que saben, y me transmiten tranquilidad. No me queda más remedio que ser fuerte”.
María Begoña, que es presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), está derrotando a este tipo de patologías pero fuera del cuadrilátero tiene otras batallas que librar. Por ejemplo, contra los mitos y concepciones erróneas que aún existen sobre esta enfermedad. “Hay personas -comenta- que piensan que el cáncer puede llegar a ser contagioso. Y otra concepción errónea: ‘toda persona que tiene un cáncer va a morir’. Hay mucho estigma con la palabra cáncer, ya que se utiliza en algunos medios de comunicación para definir catástrofes como la crisis o la droga, a las que llaman ‘cáncer de la sociedad’… metáforas de este tipo no nos benefician en nada… o la ‘metástasis del ladrillo’, he llegado a escuchar”.
“El mayor problema, el problema de la equidad en el acceso a determinados fármacos”
Las preocupaciones de esta mujer no acaban aquí, ni mucho menos. Y el 4 de febrero, Día Mundial del Cáncer, es una jornada ideal para exponerlas con el fin de intentar buscar soluciones. Como presidenta de GEPAC, María Begoña considera que hoy en día “el mayor problema al que nos estamos enfrentando es el problema de equidad* en el acceso a determinados fármacos de alto impacto económico. Tenemos problemas dependiendo de las comunidades autónomas en las que vivamos, incluso depende de las ciudades y del hospital que nos trate dentro de la misma ciudad. Y esa falta de equidad a nivel organizativo no deja de preocuparnos. Esta situación no siempre es conocida por los pacientes. Y seguramente lo que más inquieta a una persona a la que hoy diagnostican es saber si va a tener tratamiento, si se va a poder curar, o si no se va a curar si va a poder vivir con esa enfermedad durante muchos años”. Respecto a la posibilidad de realizar trasvases de pacientes entre comunidades autónomas para poder tener acceso a ciertos tratamientos, ella asegura que “eso hoy en día es prácticamente inviable”. “Si bien en la Unión Europea existe la sanidad transfronteriza, según la cual desde cualquier país europeo se puede venir a recibir tratamiento u operarse en España porque hay unos convenios entre países, entre comunidades autónomas eso es misión prácticamente imposible. Estamos en un momento muy complicado en el que, amparados con la excusa de la crisis, seguramente estamos dejando de hacer muchas cosas que deberíamos hacer”, afirma.
Una de las cosas que, a su juicio, debería hacerse más allá del debate abierto sobre los efectos de la crisis económica es “volver a la dieta mediterránea”, sobre todo teniendo en cuenta que la obesidad es la segunda causa prevenible de desarrollo de cáncer tras el consumo de tabaco. Según la presidenta de GEPAC, “parece que las generaciones que vienen detrás se empeñan en copiar malos hábitos; hacer ejercicio físico, evitar una vida sedentaria y adoptar una buena alimentación es lo que hace prevenir la obesidad”.
“No recomendamos nada que no esté probado científicamente”
Después de conocer en persona dos tumores además del que causó la muerte a su madre, María Begoña se deja llevar por el realismo y las verdades irrefutables de la ciencia en el sentido más estricto de la palabra. Una paciente que había superado un cáncer de mama gracias a la medicina convencional comentaba a www.farmacosalud.com que cuidar de su perro le había ayudado a no sufrir una depresión mientras duraba el tratamiento. La presidenta de GEPAC celebra que la ‘perroterapia’ haya ayudado desde un punto de vista anímico a esta paciente, pero prefiere no generalizar en estos casos porque “nosotros no somos médicos, no recomendamos nada que no esté probado científicamente. Sí que es cierto que si a ti tener un animal de compañía te ayuda, perfecto. Cada uno debe encontrar en esta vida aquellas cosas que le hacen sentir bien en su día a día, se esté sano o bien se esté enfermo. Y si te ayuda tener una mascota, perfecto”. Para María Begoña, ser optimista no implica tener ventaja a la hora de luchar contra un tumor maligno. Y se apoya en la ciencia como argumento: “no me consta que haya ningún estudio que haya demostrado que un estado de ánimo positivo haya ayudado a curar el cáncer. Mientras no haya un estudio científico, no sólo no me lo puedo creer ni manifestarlo, sino que muchas veces se está presionando a los pacientes a ser fuertes y estar contentos a pesar de tener un cáncer. Y eso es contraproducente, porque si tienes un cáncer, te puedes permitir la licencia de no estar contento porque por cosas más pequeñas en nuestro día a día nos enfadamos y sufrimos. Ahora bien, tener un buen estado de ánimo, con cáncer o sin él, nos ayuda, ves la vida de otra forma... pero que influya directamente en la curación, yo personalmente no lo puedo manifestar”.
“En cuanto a la medicina alternativa para el cáncer -prosigue-, esas dos palabras juntas no las concibo porque nada alternativo es una medicina. Lo que no esté probado científicamente no se puede considerar una medicina. Otra cosa es que haya terapias que ayuden, alivien y complementen. Todo lo que sea sustituir fármacos y tratamientos que están probados científicamente por sustancias o terapias que no tienen ninguna base científica y que no están demostradas, yo no las puedo defender. Nosotros intentamos inculcar a los pacientes que si utilizan cualquier terapia por inocua que pueda parecer, que siempre sea de la mano de su oncólogo para que éste le pueda decir si puede interferir o no. A veces, amparados en la naturaleza, los pacientes se creen que por ser natural les va a beneficiar, pero no todo lo natural es bueno”.
Apoyo a la protonterapia (protones)
Por otra parte, María Begoña cree que la polémica sobre el coste-eficacia de las terapias biológicas (debido a su alto precio y la enorme inversión económica que requiere en términos de investigación) es, hasta cierto punto, un sinsentido, en tanto que “si no se investigase nos quedaríamos como estábamos y seguramente no hablaríamos de tasas de supervivencia como de las que estamos hablando ahora mismo”. La presidenta de GEPAC, además, apoya el criterio de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) relativo a la necesidad de instalar, al menos, una unidad de protones en España basándose en los beneficios terapéuticos de este tratamiento (protonterapia), sobre todo en tumores infantiles. Y en relación a los test genéticos, se muestra esperanzada: “con los test genéticos nos vamos acercando a la medicina individualizada y a no tener que dar de todo a todos sino sólo a aquellos que lo van a necesitar. Pero todavía estamos en el camino de la investigación y en el aprendizaje”.
* Equidad: sinónimos de equidad son igualdad, ecuanimidad
Las dolencias neurodegenerativas, asociadas a un menor riesgo de cáncer
A todo esto, investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), dependiente del Instituto de Salud Carlos III, han relacionado la apnea del sueño con un mayor riesgo de sufrir cáncer. Según fuentes de CIBER, se han estudiado más de 4.000 pacientes durante años y se ha observado una clara asociación entre la apnea y la mortalidad por cáncer, particularmente en pacientes jóvenes. Además, un proyecto liderado por el CIBER ha conseguido unir un medicamento quimioterápico a una nanopartícula diseñada a propósito para este uso mediante técnicas de nanoingeniería. Este conjunto es capaz de introducirse en las células que son responsables de originar metástasis gracias a que puede reconocer un receptor específico. De este modo, lleva el fármaco antitumoral hasta el tejido que se pretende tratar. Los experimentos realizados en un modelo animal de cáncer colorrectal han conseguido detener el desarrollo de metástasis. Esta inhibición selectiva de las metástasis supone una nueva aproximación terapéutica con una elevada repercusión clínica al ir dirigida a eliminar la malignidad del cáncer.
Investigadores del CIBER también han evidenciado en un reciente estudio que el 38,4% de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama presentaban obesidad, un porcentaje mayor que el del conjunto de la población femenina española (el 15,7%) en el 2006, cuando fueron diagnosticadas las pacientes estudiadas. Además, el CIBER tiene un Programa de Investigación sobre las asociaciones directas e inversas entre el cáncer y las enfermedades del cerebro y del sistema nervioso como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis lateral amiotrófica, la enfermedad de Huntington, la esclerosis múltiple, el síndrome de Down, la esquizofrenia y los trastornos del espectro autista. Varios de sus grupos han demostrado que la presencia de determinadas enfermedades del cerebro y del sistema nervioso, especialmente las que tienen un componente neurodegenerativo, está asociada a la disminución del riesgo a sufrir cáncer. El ejemplo más llamativo es el de la enfermedad de Alzheimer, en la que los investigadores encuentran una reducción significativa del 50% del riesgo de tumores. Los autores consideran que deben existir factores diversos que expliquen este efecto protector como los estilos de vida, la medicación o los componentes genéticos.
El sudor podría servir para el cribado de cáncer de pulmón
En el Día Mundial contra el Cáncer se han conocido otras noticias sorprendentes. Por ejemplo, que el sudor podría servir para el cribado de cáncer de pulmón. De hecho, un estudio de Neumosur pone de manifiesto la validez del estudio metabolómico (que analiza los perfiles metabólicos en muestras biológicas de fluidos corporales) del sudor como herramienta diagnóstica no invasiva de posible aplicación futura en el cribado del tumor pulmonar.
“El sudor ha sido utilizado para el diagnóstico de fibrosis quística desde hace años. Este trabajo sienta las bases para que este fluido pudiera convertirse en una muestra de indudable ayuda en el diagnóstico de la enfermedad. Así, el desarrollo de una gran herramienta de análisis metabolómico podría mejorar la capacidad de predicción de los diagnósticos actuales que, por su carácter invasivo, coste y complejidad, no pueden ser aplicados en el cribado de toda la población en riesgo”, concluyen los autores del estudio.
Un documental sobre el impacto del dolor irruptivo oncológico
“Estábamos dispuestos a luchar con el cáncer, con la muerte, pero el dolor nos ha superado a todos”. Así comienza ‘Un hombre, su bastón y el camino del dolor’, un documental escrito y dirigido por Ander Duque que narra la historia de Fernando, un paciente con cáncer que ha logrado superar la enfermedad pero que sigue padeciendo una de sus secuelas: el dolor irruptivo oncológico (DIO).
El DIO tiene alta prevalencia en los pacientes con cáncer. En función del tipo de tumor, afecta a entre el 40 y 80% de las personas que han padecido la enfermedad. Su gran variabilidad y las múltiples definiciones formuladas por distintos especialistas lo han convertido en un trastorno infradiagnosticado e infratratado en la práctica clínica.
Avances en cáncer de mama
Por otro lado, el manejo del cáncer de mama HER2 positivo atraviesa un momento histórico: se cumplen 15 años de la llegada de Herceptin (trastuzumab), que supuso la primera revolución en cáncer de mama, y cuando se pensó haber ‘tocado techo’ en este tumor, hoy hablamos de la ‘2ª Revolución’ que llega de la mano de agentes dirigidos denominados Inhibidores de la Dimerización del HER2 (HDI por sus siglas en inglés), han informado fuentes del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama. El tumor mamario es el tumor más frecuente en las mujeres en todo el mundo.
Por último, desde el Hospital de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona), han destacado la radioterapia intraoperatoria como una innovadora técnica para los cánceres mamarios que permite, en el mismo acto quirúrgico de extracción del tumor, aplicar radiación directamente sobre el lecho tumoral, es decir, sobre la zona donde se encuentra el tumor para evitar que las células cancerosas se vuelvan a reproducir. En el lecho tumoral es donde se producen más del 90% de recidivas en las pacientes con cáncer de mama. Este tratamiento, que suele durar entre 30 y 50 minutos, aplicado a una adecuada selección de pacientes, permite reducir la toxicidad y las complicaciones, además de acortar la duración de la terapia. Asimismo, en casos de poco riesgo, esta técnica permite ahorrar la posterior radioterapia convencional, de una duración de 7 semanas aproximadamente.