Dra. Marta Hernández Cabría / Laura Sánchez González
Microbiota intestinal
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos (bacterias, arqueas, eucariotas y virus) que residen en nuestro intestino. Consta de billones de microorganismos bacterianos, que abarcan más de 500 especies, y, desde hace unos años, se sabe que dichas bacterias no son simplemente organismos comensales en nuestro cuerpo, sino que sirven como un 'órgano' de vital importancia, que, entre otras funciones, regula los procesos metabólicos, incluida la digestión y absorción de nutrientes. Es por ello, que resulta importante mantener un equilibrio en la misma. Centrarse en su cuidado, puede ser una posible alternativa para tratar y prevenir diferentes afecciones, cada vez más frecuentes en el mundo occidental.
El perfil de la microbiota intestinal es único para cada uno de nosotros y evoluciona a lo largo de la vida. Dicho perfil determina su influencia en diferentes condiciones patológicas y fisiológicas de nuestro organismo.
La microbiota intestinal ha atraído recientemente la atención de la comunidad biomédica, por la creciente evidencia que respalda su papel central en la salud humana y la enfermedad1.
Durante años, las investigaciones se habían centrado en el estudio de las bacterias patógenas que ocasionaban enfermedades, pero, desde hace una década, han comenzado a centrar su atención también, hacia las bacterias ‘beneficiosas’. Se ha observado, que, en el caso de las intestinales, existía un mayor número de beneficiosas que de patógenas.
La pérdida de su equilibrio -conocido como disbiosis- es una de las causas y factores fundamentales en el desarrollo, ya comprobado, de determinadas afecciones. Existen varias circunstancias que pueden desembocar en una disbiosis intestinal, como son el estrés, la ausencia de ejercicio, una dieta inadecuada o la ingesta de medicamentos, especialmente de antibióticos.
Se ha visto que muchas patologías tienen una distribución diferente, de los principales grupos bacterianos presentes en el intestino, a la que encontramos en los individuos sanos.
Los últimos avances, en cuanto a la investigación de la microbiota intestinal, recalcan el posible potencial de modificar la composición de las bacterias intestinales, como una intervención novedosa y efectiva para el manejo de enfermedades y de la promoción de la salud2. Además, conllevan a respaldar el uso de análisis de microbioma para adaptar el asesoramiento sobre el tipo de alimentación que se adapte mejor a cada caso. El microbioma de cada persona, al ser único, reacciona de forma distinta frente a las intervenciones dietéticas. Este hecho, determina la influencia que puede llegar a tener el cambio de microbiota intestinal, sobre la reducción del riesgo de enfermedad y mejora de la salud a largo plazo3.
Nutrición personalizada
Una nutrición correcta es crucial en el mantenimiento y recuperación de la salud y, en consecuencia, para una adecuada calidad de vida y funcional de la población. La nutrición de precisión es aquella que tiene en cuenta las necesidades específicas de cada persona, y de su entorno, a la hora de establecer una alimentación y pautas individualizadas. Estas han de ser acordes a sus condiciones, con el objetivo de preservar la salud y contribuir a la mejora de los posibles y diferentes problemas de salud.
Alimentación y dieta en nuestro país
España es un claro ejemplo de lo que se conoce como ‘transición nutricional’ porque los cambios alimenticios han tenido lugar en un breve periodo de tiempo. Así, en los años 50 la dieta española se basaba en el consumo de vegetales, y se caracterizaba por la escasez de alimentos y la malnutrición. En los años 70, con un mayor desarrollo económico y una mayor disponibilidad de alimentos, aparece la dieta mediterránea aumentando el consumo de verduras, hortalizas, frutas, cereales y aceite de oliva. A partir de los 80, y con un mayor poder adquisitivo surge la dieta de satisfacción, basada en el sabor y la cultura gastronómica, y, a partir del año 2000, se impone la dieta de la abundancia, que se caracteriza por un aumento en el consumo de grasas, sales, azúcares y calorías, y una disminución de los nutrientes y de la fibra y con las consecuencias negativas que todos conocemos sobre nuestra salud.
En la actualidad la tendencia es que la transición nutricional evolucione hacia la personalización según las necesidades de la persona y apoyándonos en otras pautas, que pueden ser: combinando factores genéticos o de perfil metabólico, estilo de vida o, como en nuestro caso, teniendo en cuenta la microbiota. De esta forma hablamos de una nutrición personalizada que tiene como objetivos: la prevención de enfermedades, el bienestar y la longevidad de la persona.
Aquí entra en juego la microbiota, como factor clave de la nutrición de precisión. Concretamente, la microbiota tiene una función metabólica, ya que permite la digestión de alimentos no digeribles, como es el caso de la fibra. Además, facilita la absorción de nutrientes y participa en la síntesis de ciertas vitaminas y aminoácidos. A su vez, es capaz de ejercer una función de barrera, ya que nos defiende frente a los microorganismos nocivos. También contribuye al desarrollo del sistema inmunitario normal, y ayuda en la conservación de la mucosa intestinal4.
Analizar la microbiota de una persona implica conocer si contiene marcadores de alguna alteración. Con ello, se podrá ofrecer al paciente una serie de recomendaciones de manera personalizada, con el fin de lograr restaurar el equilibrio de su microbiota y cuidar así su salud.
Uno de los recursos disponibles actualmente, dentro de la nutrición individualizada y/o personalizada, encaminada a mejorar y a mantener el equilibrio de la microbiota, se centra en el consumo de probióticos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los probióticos como microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del huésped5.
Probiótico + ingredientes bioactivos
39ytú, denominado así por los aproximadamente 39 billones de bacterias que viven en el intestino humano, del Instituto Central Lechera Asturiana para la Nutrición Personalizada (ICLANP), es un claro ejemplo de nutrición personalizada. Este proyecto se basa en proporcionar soluciones nutricionales individuales, que contribuyan a corregir los posibles desequilibrios, que pueden ser detectados tras el análisis del microbioma intestinal. Estos desequilibrios están relacionados con las dianas de salud seleccionadas por mayor prevalencia en la población, como son: disconfort digestivo, disconfort intestinal, regularidad intestinal, control de la glucosa, control de colesterol e inmunidad.
La base y el carácter diferenciador de 39ytú consiste en la realización de un test de microbiota, que analiza de manera exhaustiva la identidad y la abundancia de los microorganismos presentes en el intestino, a través de una muestra de heces. A continuación, el microbioma obtenido se compara con el de una población control, de más de mil individuos sanos. De esta forma, se puede conocer la diversidad de bacterias que existen, y detectar posibles desequilibrios y sus implicaciones en la salud.
Según los resultados obtenidos, se recomiendan las soluciones nutricionales adecuadas. Estas soluciones están compuestas por una cepa probiótica específica, distinta para cada diana de salud, y unos ingredientes bioactivos con efecto sinérgico. El objetivo es recuperar un buen balance de la microbiota y mejorar así el estado de salud del individuo.
Conclusiones
• La microbiota intestinal se define como el conjunto de microorganismos que residen en nuestro intestino.
• La microbiota intestinal juega un papel fundamental en el organismo y la pérdida de su equilibrio -disbiosis- es una de las causas y factores fundamentales en el desarrollo de determinadas afecciones.
• Analizar la microbiota implica conocer si existen desviaciones en relación a determinadas afecciones de salud.
• La nutrición de precisión tiene en cuenta las necesidades específicas de cada persona y de su entorno, a la hora de establecer una alimentación y pautas individualizadas y que contribuya a su vez, a la prevención de enfermedades.
• 39ytú es un claro ejemplo de nutrición personalizada: en base al análisis de la identidad y abundancia de los microorganismos presentes en el intestino, se detectan posibles desequilibrios, y sus implicaciones en la salud. A partir de aquí se recomiendan soluciones enmarcadas en el concepto de nutrición de precisión, compuestas por un probiótico e ingredientes bioactivos.
Referencias
1. Sekirov I, Russell SL, Antunes LC, Finlay BB. Microbiota intestinal en la salud y la enfermedad. Physiol Rev 2010; 90: 859-904.
2. Kang JX. Gut microbiota and personalized nutrition. J Nutrigenet Nutrigenomics. 2013;6(2):I-II.
3. Klimenko NS, Tyakht AV, Popenko AS, et al. Microbiome Responses to an Uncontrolled Short-Term Diet Intervention in the Frame of the Citizen Science Project. Nutrients. 2018;10(5):576.
4. Todo sobre la microbiota intestinal. Gut microbiota for health. Disponible en: https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/es/sobre-la-microbiota-intestinal/
5. Probióticos en los alimentos Propiedades saludables y nutricionales y directrices para la evaluación. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Roma, 2006.