Redacción Farmacosalud.com
“Para la fibrosis pulmonar idiopática (FPI) estamos desarrollando Ziritaxestat, un inhibidor de la autotaxina que actualmente se encuentra en fase 3 de investigación clínica. Por ahora, los estudios realizados han demostrado que contribuye a detener la progresión de la enfermedad, junto a una seguridad y tolerabilidad favorables”. Así describe el Dr. Fernando Osorio, director médico de Galapagos España, una de las moléculas más esperanzadores de esta compañía, que acaba de iniciar su andadura en España para ofrecer nuevas opciones de tratamiento a los pacientes españoles con necesidades médicas no cubiertas. “Estamos muy orgullosos de que España haya sido uno de los primeros países en los que Galapagos ha iniciado su expansión, ya que nuestro sistema sanitario es un referente a nivel europeo, y ahora más que nunca es necesaria la apuesta por la ciencia y la innovación. En este momento somos un equipo de 25 personas y prevemos más incorporaciones: esperamos contar con 50 personas a finales de 2021”, vaticina Osorio.
Galapagos se autodefine como una compañía biotecnológica especializada en I+D. “El sector biotecnológico está trabajando sin descanso para encontrar soluciones terapéuticas que permitan tratar a los pacientes de COVID-19”, remarca el experto, quien espera que, "desde el sector, y con el gran esfuerzo investigador que se está realizando, se encuentren soluciones efectivas frente al virus que permitan mejorar la situación global de la pandemia".
-Con 20 años de recorrido y más de 1.000 empleados en todo el mundo, Galapagos inicia su andadura en España. ¿Por qué creen que este es un buen momento para desembarcar en territorio español?
Galapagos ha iniciado su transformación en una compañía integral en la que no solo vamos a seguir apostando por toda la parte de investigación, sino que vamos a comercializar también nuestros tratamientos. En ese sentido, estamos muy orgullosos de que España haya sido uno de los primeros países en los que Galapagos ha iniciado su expansión, ya que nuestro sistema sanitario es un referente a nivel europeo, y ahora más que nunca es necesaria la apuesta por la ciencia y la innovación. En este momento somos un equipo de 25 personas y prevemos más incorporaciones: esperamos contar con 50 personas a finales de 2021.
-El lema de Galapagos es ‘Pioneering for patients’.
Eso es. Los pacientes son la piedra angular de nuestro trabajo. Trabajamos día a día para encontrar nuevas soluciones terapéuticas que resuelvan necesidades médicas no cubiertas. Y para lograrlo, hay que ir más allá. De hecho, esta diferenciación como pioneros a la hora de buscar nuevas dianas terapéuticas fue una de las cosas que más me llamó la atención cuando entré en la compañía. Algunas compañías farmacéuticas trabajan directamente en un best in class (dianas terapéuticas que ya han sido validadas en la fase clínica), es decir, continúan la investigación en este tipo de programas, intentando mejorar un trabajo previo ya realizado.
Esto es completamente diferente en Galapagos. Para ello, hace 20 años desarrollamos una plataforma propia de investigación que, desde entonces, sitúa a la compañía a la vanguardia de la biotecnología. Esta plataforma nos permite descubrir aquellas proteínas que están jugando un papel clave en la causa de la enfermedad. A continuación, trabajamos para desarrollar pequeñas moléculas (potenciales medicamentos) que ralenticen o supriman las proteínas ‘diana’ con el objetivo de abordar directamente la raíz de la enfermedad y no sólo sus síntomas.
-La Investigación + Desarrollo (I+D) es el eje central de la firma. De hecho, el 80% de los empleados trabaja en esta área. Desde 1999 se han sintetizado más de 40 moléculas preclínicas propias, candidatas al desarrollo clínico…
Efectivamente, la I+D nos guía en todo momento con el fin de aportar soluciones terapéuticas diferenciadoras que mejoren la vida de los pacientes. Desde hace más de 20 años investigamos para encontrar medicamentos con nuevos mecanismos de acción que traten la causa de las enfermedades y no solo sus síntomas. En estos momentos los compuestos más avanzados dentro de nuestro pipeline son:
• Filgotinib, para la artritis reumatoide; también se está investigando para otras enfermedades inflamatorias crónicas como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
• Ziritaxestat, un inhibidor de la autotaxina que actualmente se encuentra en fase 3 de investigación clínica en fibrosis pulmonar idiopática (FPI).
• Además, tenemos diferentes programas en fases más precoces de desarrollo clínico, entre ellos el programa Toledo, en el que estamos investigando nuevos mecanismos de acción dirigidos, entre otros, a modular la actividad inflamatoria.
-Filgotinib, en su indicación para la artritis reumatoide, será comercializado en Europa por Galapagos en colaboración con Gilead Sciences. ¿Cuándo llegará a España?
Filgotinib es un tratamiento para la artritis reumatoide, una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a casi 300.000 personas en España. Se trata de un fármaco oral que se toma una vez al día, siendo además un inhibidor preferente de JAK1, una vía de señalización celular. Los inhibidores JAK son pequeñas moléculas capaces de atravesar la membrana de las células e inhibir de forma más o menos específica diferentes vías de señalización implicadas en dolencias como la artritis reumatoide. Gracias a nuestra plataforma de descubrimiento de dianas terapéuticas, fuimos los primeros en identificar dicha vía. Acabamos de recibir la aprobación de la Comisión Europea y, una vez que se inicien las conversaciones regulatorias a nivel local, el objetivo será conseguir que filgotinib esté disponible lo antes posible para los pacientes con artritis reumatoide en España.
-¿Qué más puede adelantarnos acerca de esas otras moléculas en proceso de desarrollo, cuyos resultados han mostrado resultados muy prometedores en enfermedades inflamatorias y fibrosis pulmonar?
Para la fibrosis pulmonar idiopática (FPI) estamos desarrollando Ziritaxestat, un inhibidor de la autotaxina que actualmente se encuentra en fase 3 de investigación clínica. Por ahora, los estudios realizados han demostrado que contribuye a detener la progresión de la enfermedad, junto a una seguridad y tolerabilidad favorables. Esperamos seguir avanzando en esta línea y poder tener más resultados próximamente. Además, insistimos en destacar el programa Toledo, donde estamos investigando un compuesto (GLPG3970) con un nuevo mecanismo de acción dirigido a inhibir la actividad inflamatoria. Todavía está en una fase inicial de desarrollo clínico, pero esperamos poder comunicar los resultados de nuestro primer estudio con pacientes en 2021.
-Hablando de inflamación: los casos más graves de COVID-19 vienen acompañados de una ‘cascada inflamatoria’. ¿Ha aportado o puede Galapagos aportar datos relevantes para la investigación del COVID-19?
El sector biotecnológico está trabajando sin descanso para encontrar soluciones terapéuticas que permitan tratar a los pacientes de COVID-19. En Galapagos nuestro principal foco está en trabajar por las personas con enfermedades relacionadas con la inflamación, como la artritis reumatoide, y la fibrosis, pacientes que actualmente todavía tienen necesidades médicas no cubiertas. Esperamos que, desde el sector, y con el gran esfuerzo investigador que se está realizando, se encuentren soluciones efectivas frente al virus que permitan mejorar la situación global de la pandemia.
-¿A su juicio, qué imagen tienen los españoles hoy en día de las compañías biotecnológicas?
Creo que es positiva. Todos hemos tomado conciencia del valor de la ciencia y la innovación en salud debido a la crisis del COVID-19. Y aquí la biotecnología tiene mucho que aportar, por el esfuerzo investigador que se hace desde este sector. En España hay muy buenos investigadores y bien preparados. Siempre hemos contado con buenos hospitales y hemos sido fuertes en biomedicina. Sin embargo, necesitamos una estrategia institucional coordinada y un marco regulatorio estable que proteja la I+D. La investigación requiere tiempo y es un proceso complejo; por tanto, siempre supone una inversión y una planificación a largo plazo. Me gustaría pensar que este periodo tan complejo que estamos viviendo supondrá un cambio de perspectiva y una revalorización de la ciencia y la salud. Ojalá sea la base de cambios futuros que favorezcan una mayor crecimiento científico, social y económico.