Dra. Mayte Truchuelo / Redacción Farmacosalud.com
El vitíligo o leucodermia es un trastorno cutáneo relativamente común, caracterizado por la presencia de puntos o manchas blancas en la piel. El vitíligo no es contagioso (…) No se puede prevenir la aparición de esta afección en una persona genéticamente predispuesta a padecerla, pero sí se puede tratar para intentar prevenir el aumento del tamaño de las manchas.[1] El vitíligo afecta al 2% de la población y se manifiesta a través de manchas sin pigmento, dado que el sistema inmunitario destruye los melanocitos de la piel, es decir, las células de la pigmentación. Entre el 20 y el 30% de los casos comienzan en la infancia. La mayoría de pacientes presentan la enfermedad antes de cumplir 40 años.
El vitíligo es un proceso generalmente benigno, pero puede ser devastador psicológicamente[2]. De hecho, la depresión es una de las enfermedades más frecuentes en las consultas de dermatología. (…) Una enfermedad como el vitíligo puede causar un gran impacto psicológico en el individuo afectado, llevando a la depresión con relativa facilidad[3].
La enfermedad despigmentante más frecuente
Un problema importante del que se quejan la mayoría de los pacientes es el poco interés del dermatólogo general por este proceso, ya que habitualmente lo da por irremediable, no propone opciones terapéuticas o muestra un escaso conocimiento de la enfermedad (…) El dermatólogo debe valorar el vitíligo como una enfermedad no grave para la salud, pero sí conocer su gran impacto psicológico; por ello debe ser proactivo y estar motivado para convencer al paciente y estimular el tratamiento[4].
El vitíligo es la enfermedad despigmentante más frecuente. A la hora de realizar el diagnóstico diferencial, la doctora Mayte Truchuelo. dermatóloga del Instituto Dermatológico de Vithas Internacional (Madrid) y miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), explica que “el diagnóstico del vitíligo es clínico. Si ante un caso concreto existen dudas con infección por hongos o con manchas blancas por piel seca (por ejemplo, por pitiriasis alba), utilizamos una lámpara especial de luz ultravioleta (Luz de Wood) que facilita el diagnóstico”.
El vitíligo segmentario y el no segmentario
Existen dos tipos de vitíligo: el segmentario y el no segmentario.
a) El vitíligo segmentario afecta a una única región del cuerpo, siguiendo una distribución característica que recibe el nombre de metamérica. Es mucho más raro que el vitíligo no segmentario. Surge en edades tempranas. Es más estable; a partir de los dos años es raro que se propague.
b) El vitíligo no segmentario es mucho más frecuente. Puede aparecer a cualquier edad y afecta a distintas localizaciones (ya sea localizado, acrofacial, que afecta a manos y alrededor de orificios faciales), acral (sólo manos y pies), generalizado... “Se puede asociar a enfermedades autoinmunes leves. Se caracteriza por ser activado, entre otras cosas, por traumatismos (fenómeno de Koebner)”, precisa Truchuelo.
Identificados los autoanticuerpos dirigidos frente a los melanocitos
El vitíligo es una enfermedad poligénica, multifactorial. En su patogenia participa una combinación de elementos que incluyen una predisposición genética y activadores o disparadores endógenos o ambientales[5]. Según la doctora Truchuelo, de entre los avances que se han producido recientemente sobre la etiopatogenia del vitíligo no segmentario cabe destacar la identificación de “los autoanticuerpos dirigidos frente a los melanocitos. Estos melanocitos tendrían unas partículas que les harían más sensibles (autoantígenos VIT40) a ser dañados por esos anticuerpos. Además, se ha dado cada vez más importancia al papel del estrés oxidativo”.
Con respecto a los factores ambientales que pueden estar involucrados en el vitíligo no segmentario, la facultativa considera que “el estrés es uno de los más importantes”, hasta el extremo de que sufrirlo, tanto en su variante física como mental, “es uno de los desencadenantes ambientales más claros”.
El estrés emocional podría explicar la edad de aparición de la patología
El estrés emocional podría explicar también por qué el vitíligo no segmentario, que puede aparecer a cualquier edad, se manifiesta en un momento de la vida del paciente y no en otro, si bien la razón de todo ello presenta todavía muchos interrogantes, tal y como expone la dermatóloga del Instituto Dermatológico de Vithas Internacional: “Es una enfermedad compleja y, por tanto, no sabemos exactamente por qué en pacientes con igual carga genética, algunos desarrollan la enfermedad y otros no. Y en aquellos que la desarrollan, el por qué lo hacen en un momento de sus vidas tampoco está claro; muchas veces el desencadenante es un estrés emocional”.
Por otro lado, y dado que los factores genéticos pueden estar involucrados en la aparición del vitíligo no segmentario, la doctora destaca la importancia de centrar los esfuerzos de los investigadores en este aspecto: “Es una enfermedad multifactorial, y como tal el tratar uno de los pilares no haría desaparecer dicha enfermedad, pero sin duda ayudaría mucho y posiblemente en un futuro la terapia génica podrá ser de gran ayuda en estas enfermedades”.
Si bien puede haber antecedentes familiares de vitíligo no segmentario, actualmente no existe ninguna prueba que pueda pronosticar un posible riesgo de desarrollar la enfermedad.
Tofacitinib y ruxolitinib, avances terapéuticos
En cuanto a los avances terapéuticos relativos a esta patología, la doctora Truchuelo comenta que “los progresos en el tratamiento del vitíligo se centran en los inhibidores de la Janus Kinasa (JAK), como el tofacitinib o ruxolitinib. Se trata de inmunoterapia dirigida, sin inducir inmunodeficiencias (como, por ejemplo, los corticoides orales u otros inmunosupresores). Bloquean una pequeña parte del sistema inmune (JAK), proteínas implicadas en vías de señalización de células implicadas en la inmunidad del vitíligo”.
Por cierto, cada vez con mayor frecuencia se describe la coexistencia de vitíligo y psoriasis, especialmente en la literatura occidental[6]. De acuerdo con la experta, esos casos aluden “al vitíligo no segmentario, que es aquel donde la probabilidad de tener otras enfermedades autoinmunes es más elevada”.
Referencias
1. Clínica Dermik. ‘Vitíligo’. Dermatología general. http://www.dermik.es/vitiligo/
2. Alomar A. Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). ‘Vitíligo, ese gran desconocido’. Marzo de 2015. Difusión online: https://aedv.es/comunicacion/notas-de-prensa/vitiligo-ese-gran-desconocido/
3. Guerra-Tapia A., Asensio Martínez A. y García Campayo J. “El impacto emocional de la enfermedad dermatológica”. Actas Dermosifiliogr. 2015;106(9):699-702. Elsevier
4. Alomar A. Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Entrevista. ‘El vitiligo, una enfermedad con gran impacto psicológico’. 22 de Junio del 2016. Difusión online http://fundacionpielsana.es/mi-enfermedad/dia-mundial-del-vitiligo
5. Sociedad Argentina de Dermatología. “Consenso sobre Vitiligo”. 2015. http://www.sad.org.ar/wp-content/uploads/2016/04/Consenso-vitiligo-2015.pdf
6. Mancheno Valencia A., Rosas Manzano A., Toussaint Caire S., Lacy Niebla RM. “Coexistencia de vitiligo y psoriasis, serie de casos y perspectivas etiopatogénicas”. Rev. argent. dermatol. [Internet]. 2015 Jun [citado 2018 Mar 09] ; 96( 2 ): 80-91. Disponible en: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-300X2015000200006