La vitamina C, presente sobre todo en frutos cítricos como la naranja, mandarina o el limón, ayuda a prevenir las cataratas oculares, una patología asociada al envejecimiento que afecta a más del 50% de las personas mayores de 65 años de edad y al 70% de las que han superado los 75 años, según determinan los expertos. La vitamina C también se halla en el kiwi, frutos rojos como las fresas y en las verduras.
Aparte de la prevención de las cataratas, se piensa que la vitamina C es útil para protegerse del estrés, el cansancio, los resfriados y diversos tipos de infecciones, entre las que se encuentran las de encías, dermatológicas y algunas estomacales. Asimismo, este complemento alimentario se usa para corregir desequilibrios proteínicos y prevenir de determinadas dolencias cardiacas, respiratorias y de las articulaciones.
Gran frecuencia de la cirugía de cataratas
Dada la gran prevalencia de las cataratas entre la población, la cirugía que corrige esta trastorno ocular es muy frecuente -en España se practican unas 400.000 operaciones al año-. Básicamente, la catarata se produce cuando el cristalino sufre un proceso de opacidad, cosa que puede conducir a la ceguera.
Según la Sociedad Española de Oftalmología, en la cirugía mediante facoemulsificación se rompe el cristalino con ultrasonidos y se succiona la catarata. Posteriormente, se implanta una lente intraocular para sustituir al cristalino. Entre las posibles complicaciones asociadas a la intervención figuran la caída de fragmentos de catarata hacia la cavidad vítrea, y la luxación de la lente. En ambos casos existen métodos quirúrgicos destinados a solucionar esos problemas.