Redacción Farmacosalud.com
En España, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) afecta al 10,2% de la población adulta. En Europa, la EPOC suma más de 300.000 muertes anuales, cifra que equivale al triple de fallecidos por la bomba nuclear lanzada en Hiroshima. En España, anualmente fallecen 18.000 personas por esta enfermedad. Y, por si este macabro baile de cifras no fuera suficiente, los expertos no descartan que los cigarrillos electrónicos puedan llegar a causar una especie de EPOC para ‘vapeadores’. El doctor Bernardino Alcázar, coordinador del Área de EPOC de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), advierte: “el cigarrillo electrónico, aunque lleve vapor de agua, lleva también otras sustancias, como la nicotina; el cigarrillo electrónico tiene una especie de aceite donde van disueltas unas sustancias. Si un paciente fumara mucho este humo, que no es exactamente vapor de agua, pues podría producir daños en el pulmón, y aparecer EPOC”. Sin ir más lejos, “están descritos casos de EPOC” vinculados al uso de “las pipas de agua que utilizan los árabes”, señala Alcázar.
Ahora bien, para que se produjeran casos de EPOC por ‘vapear’ cigarrillos electrónicos, deberían darse un conjunto de condiciones, como por ejemplo tener “una adicción mucho mayor, probablemente tendría que haber una exposición mucho mayor, más intensa, con respecto a las cargas que se consumen actualmente, para que se tradujera en daño en el pulmón. Pero si una persona fuma mucho más de lo que es habitual con cigarrillo electrónico y lo hace de manera mantenida en el tiempo, probablemente podría desarrollar EPOC”, asegura el especialista. En resumen: es complicado que aparezca una especie de enfermedad pulmonar obstructiva crónica para ‘vapeadores’ o usuarios de cigarrillos electrónicos, pero no imposible.
En España, la mortalidad por EPOC ha crecido un 38,7%
El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de aparición de EPOC en un 90% de los pacientes. Según datos del año 2012, la cifra de fumadores en España ha crecido ligeramente, un 0,50% con respecto al 2007, mientras que el tabaquismo pasivo ha descendido: se ha pasado de un 49,5% de no fumadores expuestos al humo del tabaco a un 21%. Teniendo en cuenta que los fumadores pasivos también pueden sufrir EPOC, cuesta entender que, bajando notablemente el número de fumadores pasivos, y aumentando sólo muy ligeramente el de fumadores activos, en España la tasa de mortalidad por EPOC haya registrado recientemente un aumento de hasta el 38,7%. El experto de SEPAR tiene la explicación: “es indudable que esta patología está muy ligada al consumo de tabaco, pero probablemente lo que estamos viendo no es en sí el efecto actual del tabaco en la enfermedad, sino el efecto del consumo tan importante de tabaco que hubo hace años entre la población, consumo que ha hecho que la enfermedad sea más frecuente”. Según el doctor, la EPOC es un proceso que se dilata en el tiempo, en tanto que “tiene una fase en la que interviene el consumo de tabaco y en la que más o menos puede ser asintomática, pero luego sabemos que hay una fase en que la propia inmunidad pulmonar empieza a reconocer células normales del pulmón como extrañas y las ataca; eso explica que la enfermedad siga progresando en pacientes diagnosticados de EPOC y que ya han dejado de fumar”.
Según un estudio, se calcula que en España el 73% de los afectados de EPOC no están diagnosticados. Los síntomas iniciales de esta afección se pueden confundir con lo que la gente llama la tos del fumador, o bien con el envejecimiento natural, dado que es una enfermedad cuya prevalencia se incrementa conforme más años de vida se han cumplido (mostrar signos de cansancio al subir escaleras o una cuesta puede asociarse perfectamente a achaques de la edad). De ahí que, en opinión de Alcázar, la Atención Primaria sea “fundamental, como en cualquier enfermedad crónica (diabetes, cardiopatías….)”, para la detección precoz de la EPOC, sobre todo por la gran proximidad de este eslabón médico con respecto a los pacientes.
Tabaco de liar: “No hay tabaco bueno”
El doctor Alcázar, asimismo, ha abordado los efectos de la crisis económica en los fumadores, y en este sentido ha aludido al tabaco de liar, que está de moda por ser más barato. “No hay tabaco bueno. El tabaco de liar es igual de malo o incluso peor que el cigarrillo convencional. Uno puede beber una copa o un dedo de vino y ser incluso saludable, pero en el caso del tabaco no hay ningún cigarrillo sano”, recuerda. La recesión ha cambiado algunos hábitos tabáquicos, desde “gente que mira mucho cuánto se está gastando en tabaco y fuma menos”, hasta “gente que ahora fuma más que antes por los problemas de la crisis… problemas como los del empleo hacen que la gente tenga más ansiedad o nerviosismo, y lo pague fumando más”, apostilla el experto de SEPAR.
Con motivo del Día Mundial de la EPOC, fechado en 19 de noviembre, la SEPAR pide mayor implicación de los gobiernos europeos para frenar la elevada tasa de muertes causadas por esta dolencia. “Tal vez habría que ser algo más colaborativo por parte de los gobiernos y de los ministerios de salud -apunta el doctor-. Inicialmente, todos los que fuman lo hacen porque quieren, pero después es una adicción. Todas las medidas que lleven a cabo los gobiernos para que fume menos gente, para que menos personas se inicien en el consumo de tabaco, y para que las personas que fuman puedan tener acceso a medidas para abandonar el tabaco, al final van a redundar en salud para toda la población y para los pacientes con EPOC”.