Redacción Farmacosalud.com
La novedosa metodología LEAN, que permite simplificar y racionalizar la gestión hospitalaria, ha inspirado al Hospital Sant Joan de Déu (Esplugues de Llobregat, en Barcelona) a la hora de desarrollar un nuevo protocolo de evaluación anestésica preoperatoria para cirugía de bajo riesgo que consiste en valorar al paciente en una sola consulta no presencial de enfermería, evitándose así la visita al anestesiólogo. “Se trata de una consulta telefónica realizada por personal de enfermería de anestesia, donde se responde un cuestionario sobre patologías médicas y quirúrgicas que nos permite tener una idea clara del estado de salud del paciente, evitando de este modo la visita presencial”, explica a www.farmacosalud.com el doctor Juanjo Lázaro, jefe de Anestesiología del centro hospitalario barcelonés.
“El día de la intervención, y antes de la cirugía, un anestesiólogo evalúa el estado físico del paciente”, especifica el doctor Lázaro. El nuevo protocolo está indicado en intervenciones de corta duración y con bajo riesgo de complicaciones graves, como por ejemplo las operaciones de fimosis.
De hecho, el programa se dirige exclusivamente a aquellos perfiles clasificados por la ASA (American Society of Anesthesiologists) como los de menor riesgo asociado a la anestesia (I y II). Se trata de un modelo preoperatorio que “está ampliamente probado en distintos países de CE”, como lo demuestra el hecho de que haya “muchos centros en nuestro país” que lo estén aplicando en adultos y niños, señala el experto. Con este modelo se pretende facilitar la vida de los pacientes ahorrándoles reiteradas visitas a los centros hospitalarios. Al tratarse de perfiles de personas ASA I (sin patología asociada) y ASA II (con patología controlada que les permite una vida normal), el riesgo anestésico para este clase de intervenciones es bajo.
Más tiempo para atender los casos más complejos
Las operaciones a pacientes de este tipo suponen aproximadamente el 20% de las realizadas en el hospital barcelonés. Según Mercè Jabalera, responsable de Calidad del Hospital Sant Joan de Déu, “la aplicación del nuevo protocolo permitirá reducir trámites y desplazamientos a los pacientes, así como recuperar tiempo de los anestesiólogos destinado a la atención de pacientes más complejos”.
“Lo que hemos hecho, básicamente, es trabajar con enfermeras quirúrgicas y anestésicas un protocolo estandarizado que les permite hacer la valoración anestésica preoperatoria de los pacientes de menor riesgo, estableciendo un sistema que garantiza la total seguridad del proceso”, indica el doctor Lázaro a través de un comunicado. “Cualquier línea de mejora para facilitar la cotidianidad de nuestros pacientes evitando pérdidas de tiempo o visitas reiterativas a centros hospitalarios, creo que forma parte del modelo LEAN. Con ello se mejora, además, la planificación de las consultas de anestesia evitando la sobresaturación y dedicando el tiempo de nuestros profesionales a los pacientes más complejos y a las cirugías de riesgo”, destaca el facultativo.
Si en la exploración previa se detecta un riesgo, se suspende el proceso quirúrgico
La seguridad del usuario queda preservada por un cuestionario realizado por el servicio de anestesia, que en esta modalidad de protocolo formula una enfermera de anestesia, y por el control médico previo a la cirugía, que realiza un anestesiólogo. En caso de detectarse (en la consulta no presencial) una patología asociada “que nos haga sospechar del mínimo riesgo” para el paciente, éste “es derivado a la consulta del anestesiólogo”, comenta. Además, si en la exploración previa a la intervención se detecta un posible peligro, se procede a la suspensión del proceso quirúrgico.
El nuevo protocolo se enmarca dentro de una estrategia general del Hospital Sant Joan de Déu para mejorar los procesos de gestión aplicando la metodología LEAN. Para ello, cuenta con la colaboración de la compañía GE Healthcare, que ha proporcionado formación a los profesionales del centro en esta metodología, que empezó a aplicarse en el sector del automóvil y que enfoca hacia la mejora continua de los procesos, eliminando las tareas que no aportan valor añadido (‘mudas’ o ‘desperdicios’, en la terminología LEAN).
“La metodología LEAN es sentido común estructurado”
Tal y como remarca Carlos Jiménez Alonso, Academics Executive Leader de GE Healthcare, “en el ámbito hospitalario, al igual que en el industrial, pequeñas mejoras en los procesos pueden cambiar de manera espectacular los resultados y eso se comprueba no sólo en la mejora de la eficiencia operativa, sino también en una mejor atención y experiencia de los pacientes”. Según Jiménez Alonso, “la metodología LEAN es sentido común estructurado que busca hacer partícipes a los profesionales en la mejora de la calidad asistencial y la experiencia del paciente mediante la optimización continua de la forma en la que hacemos las cosas”.
Para medir la experiencia del usuario, se ha realizado ya un estudio a partir de encuestas y entrevistas en profundidad a los pacientes y familias a los que se les ha aplicado este nuevo abordaje asistencial, concretamente en pacientes operados de fimosis. Los resultados muestran un aumento de la confianza de la familia con el Hospital al percibir una buena coordinación en la información y el seguimiento en todo el proceso. Además, valoraron el hecho de sentirse acompañados en todo momento y que el centro intentara adaptarse a sus necesidades, destacando la comodidad que les supuso el hecho de tener que acudir en menos ocasiones al Hospital y de poder ir a casa el mismo día de la intervención[1].
Referencias
1. Estudio interno realizado por el Hospital Sant Joan De Déu