Redacción Farmacosalud.com
Los estándares de belleza han cambiado a lo largo de la historia, ya que en ellos influyen múltiples factores. Sin embargo, y a pesar de que siempre puede haber cierto grado de subjetividad, también es cierto que hay algunos criterios objetivos que en cada momento pueden ayudar a definir lo que es bello. Estudios pioneros del Prof. Federico Hernández Alfaro y su equipo del Instituto Maxilofacial de Barcelona, que ofrece sus servicios en el Centro Médico Teknon, recogen la concepción, el desarrollo y la validación de la ‘Barcelona Line’, una nueva referencia que ayuda a definir los estándares de belleza actuales.
Barcelona Line es una línea vertical que parte de la raíz de la nariz y discurre perpendicular al suelo. El último estudio del Prof. Hernández Alfaro, que ha sido publicado en varias revistas de alto impacto, incluidas ‘Maxillofacial Clinics of North America’ y ‘British Journal of Oral and Maxillofacial Surgery’, plantea que cualquier rostro que hoy se considere armonioso debe colocarse frente a esta línea, que se puede considerar un nuevo referente en la estética facial. “La línea se puede trazar fácilmente en una fotografía del individuo en una posición relajada, mirando a lo lejos, y sonriendo, lo que la convierte en una referencia simple y accesible para el análisis facial”, explica Hernández Alfaro, quien añade que la Barcelona Line ha sido adoptada por la comunidad médica internacional como guía para la planificación de cirugías faciales y ortognáticas.
Esta investigación ha brindado una nueva perspectiva sobre la evolución de la estética facial y ofrece a los pacientes una herramienta para el análisis facial inmediato. “Con la Barcelona Line pueden comprender mejor su perfil facial y tomar decisiones informadas sobre sus objetivos estéticos”, señala el especialista.
Aplicaciones más allá de la estética
Asimismo, los autores han comprobado en una investigación paralela que esta misma referencia también sirve para tratar pacientes con apnea del sueño, ya que permite decidir dónde recolocar el complejo maxilomandibular en pacientes con apnea obstructiva del sueño. “Esta cirugía de avance bimaxilar es el único tratamiento potencialmente curativo para este tipo de problemas”, añade.
Por tanto, la Barcelona Line cumple un doble fin: como referencia para lograr una armonización del rostro en pacientes con motivación estética y, en el campo funcional, como guía para el avance de los huesos de maxilar y mandíbula en pacientes con apnea obstructiva del sueño, un trastorno que afecta a una buena parte de la población adulta. “La buena noticia es que, tras la cirugía de avance maxilomandibular, los pacientes que se han operado por razones estéticas descubren que pueden respirar mucho mejor, y aquellos que se han sometido a cirugía por razones funcionales para combatir su apnea del sueño despiertan con un rostro mucho más armonioso”, comenta el Prof. Hernández Alfaro.
Cambios a lo largo de la historia
El estudio publicado también ha descubierto nuevos conocimientos sobre la evolución de la estética facial a lo largo de la historia. Así, se destaca en este trabajo cómo los estándares estéticos de belleza han evolucionado y cambiado y cómo han sido influenciados por grupos culturales y sociales. En el pasado, por ejemplo, las caras redondas y voluminosas con exceso de grasa se consideraban indicadores de grupos sociales ricos, saludables y bien alimentados. Sin embargo, en el siglo XX, las técnicas de análisis facial, como la cefalometría, intentaron determinar normas estéticas mediante la evaluación de grandes grupos de personas. Sin embargo, esos análisis se centraban en poblaciones caucásicas y consideraron rostros retrusivos o planos con poca proyección como estándar de belleza, diferenciándolos de los rostros no caucásicos (latinos, asiáticos, negros).
En el siglo XXI, los estándares estéticos de belleza se han desplazado hacia un mestizaje o mezcla de diferentes rasgos faciales. Los rostros más atractivos ahora son aquellos que incorporan características de rostros no caucásicos, como labios proyectados, rostros convexos, pómulos prominentes y narices más grandes. “Este cambio se puede observar fácilmente mirando las plataformas de redes sociales”, sostiene el experto.