Dr. Amós García Rojas / Redacción Farmacosalud.com
La neumonía es la inflamación del parénquima pulmonar. Esta definición incluye un gran número de enfermedades que difieren en su etiología clínica, pronóstico y tratamiento. Es causada por muy distintos agentes, la mayoría infecciosos, aunque también por agentes físicos (radioterapia) o químicos (gases tóxicos)[1]. “La neumonía bacteriana vehiculizada a través de Streptococcus pneumoniae se corresponde con el perfil de neumonía que tiene un mayor impacto en la ciudadanía y que, desde esa perspectiva, puede revestir un mayor perfil de gravedad”, sostiene el Dr. Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).
La neumonía es una enfermedad que, en el mundo, ocupa el tercer puesto en el ranking de las causas de mortalidad adulta[2]. En esa alta tasa de letalidad influyen, básicamente, dos factores: uno de ellos es el modo de transmisión de la patología, la vía aérea, que posibilita que, en determinados períodos, haya una mayor diseminación del microorganismo causante de la enfermedad. Otro factor remite a la inexistencia de elementos protectores de tipo vacunal, problema que, “afortunadamente, ya se va solucionando, dado que actualmente se ponen vacunas y se puede intervenir de manera más inmediata sobre esta patología”, afirma García Rojas.
Neumonía: más mortalidad en gente mayor en comparación con niños de corta edad
La neumonía en el anciano representa un reto para los servicios de urgencias (SU), ya que la mortalidad en el propio SU es casi la misma que en los ingresados en hospitalización y es, junto con la infección urinaria, la causa más frecuente de ingreso, sepsis, sepsis grave y shock séptico y de mortalidad en el paciente anciano atendido en el SU[3]. Las infecciones vehiculizadas a través de Streptococcus pneumoniae -el microorganismo con mayor impacto como responsable de las neumonías- tienen una mayor presencia en las dos fases extremas de la vida, es decir, en la primera infancia y en las fases finales de la existencia (ancianidad). En la primera infancia la afección suele tener una mayor carga pero su mortalidad no es tan elevada como en las fases más avanzadas de la vida, donde se declaran menos casos que en la primera infancia, pero se produce un mayor perfil de mortalidad.
La vacunación es la principal herramienta preventiva[4] frente a la neumonía. La vacunación frente al neumococo y la gripe ayuda a prevenir la neumonía adquirida en la comunidad[4], mientras que la vacunación frente al neumococo ayuda a prevenir la neumonía neumocócica[5] y la enfermedad neumocócica invasiva[5].
La vacuna antineumocócica no es estacional
Si bien la administración de la vacuna frente a la neumonía se ha venido asociando al período otoño-invierno por la conveniencia de hacerla coincidir con el preparado vacunal contra la gripe, lo cierto es que la vacuna antineumocócica puede darse en cualquier época del año, es decir, no es estacional. “En el caso de la vacuna antineumocócica vehiculizada a través de las Administraciones sanitarias, clásica e históricamente se ha incidido en la conveniencia de aprovechar la visita al centro sanitario por parte de los adultos de edad avanzada que se vacunan frente a la gripe, para vacunarse -en un lugar anatómico distinto- frente a la neumonía. Pero, en principio, la vacunación frente a la neumonía se puede desarrollar en cualquier momento del año”, explica el presidente de la AEV.
Mientras que la vacuna antigripal debe administrarse cada año, el preparado antineumocócico, una vez administrado, puede ser ya definitivo dependiendo del uso que se esté considerando. También puede ocurrir que, en alguna ocasión, haya que revacunar a los 5 años de la administración (en el caso de las vacunas polisacáridas) en función del perfil de gravedad que presente la persona subsidiaria de recibir la vacuna antineumocócica.
En ancianos, la eficacia de la protección vacunal antineumocócica es “razonable y alta”
La protección vacunal frente a la neumonía está recomendada para toda la población de edad avanzada. Hay dos tipos de vacunas: las ya mencionadas polisacáridas frente a 23 serotipos, y las conjugadas frente a 13 serotipos de neumococo. Las polisacáridas están implementadas en las políticas vacunales públicas de todas las comunidades autónomas (CCAA) españolas en el caso de la población mayor de 65 años (en algunas incluso a los 60 años), y por debajo de esas edades cuando se padezca alguna patología de base. Las conjugadas están recomendadas en alguna comunidad autónoma para toda la población mayor de 65 años.
“En cuanto a la posibilidad de que haya un cruce entre ambas vacunas -por ejemplo, una persona se ha puesto alguna dosis de polisacárida y de repente le administran la conjugada- hay que realizar, según el caso, una pauta mixta” con ambos tipos de preparados vacunales, precisa el Dr. García Rojas.
“Lógicamente -expone el experto-, la eficacia de las vacunas conjugadas siempre tiene un pool de protección superior con respecto a las vacunas polisacáridas. En cualquier caso, las polisacáridas han cumplido un papel preventivo importante, y lo siguen cumpliendo. Se puede considerar que, en ancianos, la eficacia de ambas vacunas es razonable y alta, sobre todo en el caso de las conjugadas”.
Referencias
1. Lozano JA. Neumonía adquirida en la comunidad. Offarm. Septiembre 2003. Vol. 22. Núm. 8. Páginas 82-85. Difusión online Elsevier: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-neumonia-adquirida-comunidad-13051497
2. Díaz-Maroto JL. Pronóstico y mortalidad de la neumonía. Neumoexpertos en prevención. Disponible en: https://neumoexpertos.org/2017/05/17/pronostico-y-mortalidad-de-la-neumonia/ Acceso: septiembre 2019.
3. Julián-Jiménez A, García Tercero E, García del Palacio JI. Mortalidad y neumonía adquirida en la comunidad en el paciente anciano. Archivos de Bronconeumología. Agosto 2016. Vol. 52. Núm. 8. Páginas 450-451. DOI: 10.1016/j.arbres.2015.12.006 Difusión online: https://www.archbronconeumol.org/es-mortalidad-neumonia-adquirida-comunidad-el-articulo-S030028961600020X
4. Redondo E, et al. Vacunación frente a la neumonía adquirida en la comunidad del adulto. Posicionamiento del Grupo de Neumoexpertos en Prevención. Semergen. 2016;42(7):463-475.
5. González-Romo y Barrios V. ¿Por qué deberíamos recomendar la vacuna antineumocócica a los pacientes con cardiopatías crónicas? Rev Esp Cardiol. 2018;71:57-8.