Dra. Eulàlia Baselga / Redacción Farmacosalud.com
Los pacientes afectados por dermatitis atópica (DA) tienen un alto riesgo de desarrollar una sensibilización a los corticoides[1]. De hecho, los sujetos atópicos tienen un mayor riesgo de sensibilizarse a los corticoides con respecto a los pacientes no atópicos por dos motivos: a) se exponen más a ellos y b) tienen una piel que se vuelve alérgica con más facilidad. Según la doctora Eulàlia Baselga, jefe clínico de dermatología pediátrica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y director médico de la clínica Dermik (Barcelona), no hace falta que los individuos atópicos tomen precauciones frente a estos medicamentos porque “la alergia a los corticoides es muy poco frecuente y al que le ocurre es por ‘mala suerte’". Otro de los problemas asociados a estos fármacos es la fobia a su uso. Tanto es así, que los pacientes o los padres desarrollan a menudo una verdadera corticofobia[2]. Frases como ‘sobre todo no lo use más de 7 días...’ que con frecuencia emiten los dermatólogos o se leen en los prospectos[3] han contribuido en gran parte a este fenómeno. “La corticofobia es un problema creciente y un problema importante que nos impide muchas veces tratar los brotes de dermatitis atópica de forma adecuada y en fases iniciales”, lamenta la especialista.
Además, añade la dermatóloga, esta fobia contribuye a que los corticoides no sean utilizados “los días necesarios para curar completamente el brote. Como ustedes dicen, nosotros somos los primeros que hemos contribuido a ello con las frases que mencionan. En realidad, no hay un día máximo (de uso) que podamos preestablecer a priori de manera tan tajante porque va a depender de la intensidad del cuadro, de la localización del brote y de la potencia del corticoide. Es evidente que no deben utilizarse corticoides ultrapotentes en zona de piel muy fina, pero si se elige el preparado adecuado no debe existir problema”.
“Por otro lado -prosigue Baselga-, la cortisona por vía sistémica tiene efectos indeseables conocidos y que son de cultura popular: obesidad, hipertensión, retraso del crecimiento... Los padres conocedores de estos efectos creen que al administrar una crema con corticoides exponen a sus hijos a todos estos efectos. Hay que explicar muy bien que la cantidad de crema absorbida depende de la superficie corporal en la que la estemos aplicando. A los dermatólogos lo que nos preocupa no son los efectos sistémicos, sino los efectos locales, como la atrofia cutánea, la aparición de estiras. Este riesgo es mínimo si se receta el corticoide adecuado para la localización y edad correspondiente”.
En niños pequeños la potencia corticoide debe ser menor
En definitiva, a la hora de usar corticoides para la dermatitis atópica hay que “escoger la potencia adecuada” del medicamento y tener en cuenta “la gravedad del eccema, localización y edad del paciente”, al tiempo que debe “supervisarse el tratamiento”, asevera la facultativa. Los corticoides están indicados para todas las edades en pacientes con DA, convirtiéndose en el tratamiento de elección en los brotes. “Sin embargo, para los niños pequeños la potencia de los corticoides debe ser menor porque tienen la piel más fina”, matiza. En general, estos fármacos no están contraindicados, excepto en los siguientes supuestos:
-En caso de que el paciente sea alérgico a un corticoide determinado
-En caso de dermatitis perioral
-Y también si hay aplicación en zonas de infección
Inmunomoduladores no corticoideos: no producen atrofia cutánea ni taquifilaxis
Los corticoides tópicos constituyen la base del tratamiento de la dermatitis atópica[4]. De acuerdo con Baselga, son medicamentos que, bien indicados, son seguros y además se pueden combinar o alternar con otros tratamientos farmacológicos: “Existen otros tratamientos tópicos para la dermatitis atópica. Se trata de fármacos inmunomoduladores no corticoideos. Son los inhibidores de la calcineurina (tacrolimus y pimecrolimus), que pueden combinarse con el tratamiento corticoideo o alternarse. Tienen la ventaja de que no producen atrofia cutánea y no producen taquifilaxis, es decir, que la piel no se acostumbra a ellos, a diferencia de lo que pasa con los corticoides”.
El tipo y las dosis de corticoides que deben aplicarse en función del alcance de la dermatitis atópica se refleja en las siguientes pautas:
a) DA leve: Corticoides de clase I
b) DA moderada: Corticoides de clase II-III
c) DA grave: Corticoides de clase III-IV, o bien corticoides menos potentes bajo compresa húmeda durante 10 días o tratamiento sistémico
d) DA muy grave: tratamiento sistémico
“En la dermatitis atópica ‘rebelde’ los corticoide tópicos ya no suelen ser útiles”
La dermatitis atópica tiene un curso habitual en brotes. Se entienden como rebeldes al tratamiento los casos en que un brote determinado no remite, no aquellos en los que los brotes se repiten[5]. Según la experta, “en las formas rebeldes de dermatitis atópica los corticoides tópicos ya no suelen ser útiles”, de manera que “hay que pasar a tratamiento sistémico”.
Está completamente desaconsejado automedicarse con corticoides tópicos: es precisa una evaluación médica para determinar el diagnóstico, la causa de la lesión en la piel y el tratamiento específico para ella[6]. “En general, la automedicación con corticoides tópicos no es aconsejable porque, como bien se ha dicho, primero hay que establecer un diagnóstico correcto. Dicho esto -precisa Balsega-, si un paciente ya ha sido diagnosticado de atopia y sabe reconocer un brote de la enfermedad es importante que él o sus padres, en caso de pacientes en edad pediátrica, aprendan a utilizar corticoides por su cuenta. Es nuestra misión como médicos enseñarles. Deben conocer las diferentes potencias de corticoides, en qué localizaciones los pueden usar, por cuantos días, etc”.
En marcha una ‘escuela’ de atopia
“La educación terapéutica es muy importante en el tratamiento de la dermatitis atópica. Es el propio paciente el que debe aprender a controlar su enfermedad. La educación terapéutica lleva un tiempo que no siempre se tiene durante una consulta habitual. Conscientes de ello, en algunos hospitales como el nuestro hemos puesto en marcha una escuela de atopia, en la que se enseña entre otras cosas cómo utilizar corticoides tópicos de forma segura. La automedicación en la atopia sin estos conocimientos puede ocasionar el uso de corticoides de potencia no adecuada”, concluye.
Referencias
1. Guerra Tapia A. ‘El impacto de los nuevos corticosteroides tópicos en el tratamiento de la dermatitis atópica’. Actas Dermosifiliogr 2001;92:483-8 - Vol. 92 Núm.11. http://www.actasdermo.org/es/el-impacto-los-nuevos-corticosteroides/articulo/13020860/
2. Baselga E. ‘Tratamiento de la dermatitis atópica en la infancia’. Actas Dermosifiliogr 2003;94:345-55 - Vol. 94 Núm.6. (Cita de la referencia 56: Topical corticosteroid phobia in patients with atopic eczema. Br J Dermatol 2000;142:931-6). http://www.actasdermo.org/es/tratamiento-dermatitis-atopica-infancia/articulo/13049817/
3. Baselga E. ‘Tratamiento de la dermatitis atópica en la infancia’. Actas Dermosifiliogr 2003;94:345-55 - Vol. 94 Núm.6. http://www.actasdermo.org/es/tratamiento-dermatitis-atopica-infancia/articulo/13049817/
4. Peramiquel L., Pimentel L., Dalmau J. y Puig Ll. ‘Dermatitis atópica. Novedades terapéuticas’. Frmacia Profesional Vol 18 núm 5 Mayo 2004. Difusión online Elsevier http://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-dermatitis-atopica-13061902
5. Fonseca Capdevila E. ‘Dermatitis Atópica. Protocolo terapéutico’. Disponible en www.especialistasdermatologia.com http://www.especialistasdermatologia.com/index.php?option=com_flexicontent&view=items&cid=43&id=55:dermatitis-atopica-protocolo-terapeutico
6. Fundación Piel Sana [fundación de la Academia Española de Dermatología (AEDV)]. ‘Definiciones. Corticoides tópicos’. http://fundacionpielsana.es/wikiderma/corticoides-topicos