Redacción farmacosalud.com
La Dra. Jurado afirma que para tratar la candidiasis vaginal o vaginosis bacteriana suele ser suficiente administrar un antiinfeccioso o antifúngico. No obstante, el problema de estas infecciones es que “en muchísimos casos se cronifican, aparecen recurrencias muy frecuentemente y eso suele ser un problema de salud pública”, ha asegurado. El uso de probióticos vaginales es una herramienta para combatir esas afecciones, en especial los que no dejan residuos.
A criterio de la doctora, los probióticos por vía vaginal optimizan y completan el tratamiento de estas patologías por cuanto “se restablece la microbiota vaginal y disminuye el nivel de recurrencia de esas infecciones”. De hecho, Jurado ha destacado los probióticos de los laboratorios Casen Fleet porque “no producen residuos” en el organismo y además son “muy cómodos”, entre otras ventajas que se concretan en el vídeo que completa este artículo.
Un probiótico en formato tampón
La menstruación propicia un aumento de molestias en los genitales femeninos, de tal modo que puede producirse “un desequilibrio de la microbiota vaginal” y “normalmente se disminuye la eficacia” de los medicamentos “por el efecto arrastre” menstrual, ha indicado la doctora Jurado. De ahí que esta especialista haya calificado de “idea brillante” el probiótico tampón de Casen Fleet, ya que está especialmente diseñado para poder utilizarse durante el período con la finalidad de prevenir el desequilibrio de la microbiota vaginal.
WEB Casen Fleet