Redacción Farmacosalud.com
El ácido tranexámico, conocido por sus propiedades antisangrado, recibe ahora el que tiene que ser un impulso definitivo para convertirlo en, por decirlo de alguna forma, ‘dogma de fe’ ante cuadros de hemorragias masivas o críticas. En otras palabras, el documento de consenso HEMOMAS, recientemente presentado, defiende la “universalización” del uso del ácido tranexámico a la hora de luchar contra graves hemorragias, en especial las que sufren los pacientes politraumatizados, explica el doctor Juan Vicente Llau, jefe de sección del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Clínico Universitario de Valencia y coordinador del documento.
HEMOMAS establece una serie de recomendaciones de actuación, actualizadas y consensuadas, ante la hemorragia masiva o crítica. Se trata de un texto multidisciplinar en cuya elaboración han participado especialistas de anestesiología-reanimación, medicina intensiva y hematología, tres ámbitos médicos involucrados en estos graves cuadros de sangrado. “Cada uno de los especialistas aporta un punto de vista diferente y hemos llegado a un consenso muy importante. El documento está hecho a un nivel bastante práctico, a un nivel bastante clínico, y buscando siempre que sea aplicable en la medida de lo posible a nuestro ámbito”, refiere Llau.
El ácido tranexámico se administra en unos 10-20 minutos
El manual, el primer protocolo unificado en España sobre hemorragia masiva, ha sido escrito por “especialistas que trabajan día a día en la clínica y por lo tanto están viviendo la problemática que supone tener o recibir a un paciente con una hemorragia masiva o con una hemorragia crítica. Elaborar HEMOMAS ha sido muy gratificante, con lo cual se demuestra que, desde luego, podemos trabajar de forma multidisciplinar entre diferentes especialidades en nuestro territorio”, aduce el anestesiólogo.
El documento recoge las recomendaciones existentes respecto al uso del ácido tranexámico, que es un fármaco antifibrinolítico. En algunos estudios se ha propugnado que la aplicación del ácido tranexámico es “importante” a la hora de reducir la hemorragia y también la mortalidad, fundamentalmente del paciente politraumatizado. Según el experto, “estamos hablando de reducción de mortalidad, algo que para el clínico es siempre muy importante. Además, estamos hablando de una reducción de la mortalidad de alrededor de un punto y medio, es decir, es un avance muy importante en tanto en cuanto es una medida (farmacológica) que se aplica de una forma muy sencilla y rápida. De hecho, el ácido tranexámico se administra en unos 10-20 minutos en las primeras tres horas después del politraumatismo; ello significa que es una medida que tiene que universalizarse, y ese es precisamente uno de los aspectos que nosotros resaltamos más en el documento”.
“HEMOMAS -continúa Llau- es un documento que tienen que conocer de forma importante todos los especialistas… está hecho para difundirse y, si bien no estamos hablando del ácido tranexámico como una nueva medida porque ya lo conocemos desde hace algunos años, sí que pensamos que la universalización y extensión del uso de este fármaco a partir del conocimiento del documento es un aspecto crucial”.
“La monitorización a pie de cama, una guía mucho más directa y segura”
En HEMOMAS, asimismo, se aconseja la monitorización a pie de cama. “Este es un aspecto también relativamente novedoso. Este método, aplicado más en Europa que en América, implica que la administración de todo tipo de fármacos o hemoderivados esté basada sobre todo en los resultados de los que nosotros llamamos monitorización a pie de cama, es decir, en los resultados de ver cómo está en cada momento la hemostasia*, ver cómo está en cada momento la coagulación, ver cómo está en cada momento el status de reposición de volumen y ver cómo está en cada momento la situación del paciente. Hoy en día existen algunos métodos que nos dan, prácticamente de forma inmediata, todas estas cosas”, indica.
A juicio del doctor, “la monitorización a pie de cama nos aporta una guía mucho más directa y segura con la que valorar de forma rápida, eficaz y sensible cuál es el estado de coagulación del paciente. A partir de los resultados de la monitorización a pie de cama, que en realidad lo que quiere decir es monitorización del estado de la hemostasia de forma prácticamente inmediata, nosotros podemos aplicar las medidas más adecuadas en cada momento”.
El índice de mortalidad en pacientes politraumatizados que padecen una hemorragia masiva se sitúa en torno al 16%. Se trata, pues, de una cifra elevada. “Evidentemente, pensamos que hay un margen de mejora. Hay cuadros tan críticos y tan angustiantes que, en algunas situaciones, va a ser imposible poder evitar la hemorragia masiva y todas sus consecuencias, entre ellas incluso la muerte. Pero cuando hicimos el documento, la idea era tratar de unificar la manera de actuar para disminuir en la medida de lo posible tanto la variabilidad en el manejo del paciente con hemorragia masiva como la aplicación de protocolos que presentaban evidencias de mejora. Nosotros pensamos que con HEMOMAS se puede disminuir de alguna forma la morbilidad asociada y desde luego también la mortalidad”, señala el doctor Llau.
Propuestas aplicadas y adaptadas en función de las características de cada hospital
La hemorragia masiva se asocia habitualmente al paciente politraumatizado, hemorragias digestivas u obstétricas e intervenciones quirúrgicas mayores. De acuerdo con el anestesiólogo, “uno de los aspectos que nosotros destacamos es la necesidad de que todos los hospitales tengan protocolos de manejo de hemorragia masiva. Lo que pretendemos es dar, como si dijéramos, un primer paso para que después, en cada hospital, a partir del documento de HEMOMAS, puedan llevarse a cabo modificaciones en función de la idiosincrasia de cada centro. Evidentemente, nuestro documento es un documento general y ello implica que se tiene que adaptar a cada uno de los centros, a cada uno de los medios. Por ejemplo, nosotros incluimos también la hemorragia masiva obstétrica, una situación extremadamente angustiante no sólo por lo que implica la hemorragia masiva, sino porque estamos hablando de una situación en la que hay dos seres humanos en juego: la madre y el niño. Así pues, creemos que nuestras propuestas deben ser aplicadas y adaptadas en función de, insisto, las propias características de cada hospital”.
*Hemostasia: Detención de una hemorragia de modo espontáneo o por medios físicos, como la compresión manual o el garrote, o químicos, como los fármacos (diccionario RAE)