Redacción farmacosalud.com
“No cabe duda de que una vagina infectada previamente por Candida y tratada por Candida va a recuperar mucho mejor su ecosistema de flora vaginal si le facilitamos unos probióticos vaginales como adyuvante (ayuda) al tratamiento inicial”. Son palabras del doctor Juan Carlos Martínez Escoriza, jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital General Universitario de Alicante. La candidiasis vaginal es una infección por un hongo -en el 90% de los casos es el hongo Candida albicans- que coloniza los genitales femeninos en agrupaciones muy numerosas. Entre los síntomas de la afección figuran inflamación de la vagina, prurito, picor, escozor, flujo blanquecino y molestias en las relaciones sexuales.
Esos signos son parecidos a los de la tricomoniasis, una enfermedad de transmisión sexual. El diagnóstico diferencial puede llegar rápidamente mediante un frotis en fresco realizado en la misma consulta, consistente en recoger gotas del flujo vaginal y, con unas gotitas de suero, examinarlas al microscopio. En unos 3 minutos ya se podrá visualizar si la causa de las molestias se debe a Candida o a algún otro agente patógeno. Si aparecen dudas en el diagnóstico, procede un cultivo vaginal, ha indicado el doctor Martínez Escoriza.
Abogando por el triple tratamiento
El tratamiento de elección para la candidiasis vaginal son los Imidazoles, “unos tratamientos muy estandarizados, eficaces y seguros”, ha afirmado el ginecólogo. De todos modos, según ha añadido, “estamos abogando por el triple tratamiento”: vía oral (Itraconazol), local vaginal (óvulos vaginales, crema vaginal) y vulvar (aplicación de crema, llegando incluso al periano). La elección tópica es Clotrimazol.
El doctor ha bendecido el uso de probióticos vaginales como complemento terapéutico: “Es una buena fórmula, interesante, emergente para adyuvancia; nadie va a tratar y curar una vaginitis candidiásica con un probiótico, pero no cabe duda de que una vagina infectada previamente por Candida y tratada por Candida va a recuperar mucho mejor su ecosistema de flora vaginal si le facilitamos unos probióticos vaginales como adyuvante al tratamiento inicial”.
“La ducha vaginal no es recomendable bajo ningún concepto”
Para protegerse de la candidiasis vaginal se imponen dos tipos de prevención. En primer lugar, la primaria, que consiste en adoptar una serie de medidas: controlar la diabetes cuando la paciente es diabética, someterse a un control más directo del ginecólogo en caso de que la persona afectada esté inmunosuprimida, y evitar ropas muy ajustadas y húmedas (evitar bañadores puestos durante todo el día en condiciones de calor y humedad, por lo que procede protegerse de todo aquello que favorezca esas dos condiciones ambientales).
En cuanto a la prevención secundaria, se trata de acudir al ginecólogo a la más mínima molestia para someterse a una exploración física y no recurrir a un tratamiento por vía telefónica, método este último que el facultativo ha calificado de “horror”.
En este sentido, el doctor Escoriza ha recordado que las vulvovaginitis pueden tener otro origen, como puede ser la ya citada tricomoniasis, o una reacción alérgica por uso de ropas interiores, por lo que no siempre procede administrar un remedio para la candidiasis. En cualquier caso, de ninguna manera está indicada la ducha vaginal. En los genitales femeninos existe una flora vaginal que, al proporcionar unas defensas locales, se erige como una primera barrera contra las infecciones. Con una ducha de esas características, se resta efectividad a la flora vaginal autóctona y se abona el terreno para que no solamente se desarrollen colonias de Candida, sino de otros gérmenes. “La ducha vaginal no es recomendable bajo ningún concepto”, ha sentenciado el experto.
La candidiasis vaginal puede afectar al varón por contacto sexual
En cuanto a la posibilidad de que la candidiasis vaginal pueda afectar al hombre, no es probable aunque sí posible; o, si se quiere decir de otro modo, es difícil, pero no imposible. De entrada, la mujer que se haya infectado por Candida notará molestias en las relaciones sexuales y tenderá a “rehuirlas”, ha explicado el doctor. No obstante, en caso de que finalmente haya un contacto sexual, el varón puede contaminarse, “que no quiere decir infectarse”, ha puntualizado. Pero si este individuo “tiene las defensas bajas, una mala higiene” y presenta condiciones de “humedad” corporal, “al final esa Candida puede producir una balanitis candidiásica en el pene”, según ha alertado Martínez Estoriza.