Redacción Farmacosalud.com
La Clínica Universidad de Navarra ha abierto en su sede de Madrid su nueva Unidad de protonterapia, que ya ha empezado a evaluar y tratar pacientes. En concreto, el primer paciente, que inició el tratamiento el pasado 17 de abril, es una mujer afectada por un tumor de origen digestivo recurrente en una zona previamente radiada, lo que condiciona la necesidad de superprecisión dosimétrica. “Es una oportunidad de controlar su enfermedad de 17 años de evolución”, indica el Dr. Felipe Calvo, director de la Unidad de Protonterapia. La Unidad de protonterapia de la Clínica es la primera en un centro de cáncer intrahospitalario en España, e incorpora un sincrotrón de Hitachi, cuya tecnología está presente en 32 centros clínicos y académicos, entre los que se encuentran referentes internacionales en el tratamiento del cáncer, como la Clínica Mayo, MD Anderson, John’s Hopkins, St. Jude’s Children’s Research Hospital o Hokkaido University Hospital.
Con esta tecnología de protonterapia de Hitachi se han tratado más de 60.000 pacientes en todo el mundo. Incorpora, como acelerador de partículas, un sincrotrón, el más moderno disponible actualmente y mucho más eficiente energéticamente, ya que es el que produce menos radiación secundaria.
Un acelerador limpio
Se considera, en este sentido, un acelerador limpio, ya que permite acelerar el haz de protones justo hasta la energía requerida para alcanzar el tumor de cada paciente de forma individualizada, sin precisar filtros artificiales para la generación del proceso de ‘frenado’ (mediante el cambio de energía que selecciona el sincrotrón para el propio haz). El equipo de la Clínica incluye un sistema que permite el tratamiento con protones de los tumores sujetos a movimiento respiratorio, una solución totalmente integrada en el sistema instrumental. El tracking en tiempo real es capaz de localizar y cuantificar el movimiento del tumor, y sincronizar el instante de la irradiación para lograr un mínimo impacto en el tejido sano.
La terapia con protones es la modalidad de radioterapia externa de mayor precisión, que aporta mejor distribución de la dosis (exacto-precisión dosimétrica, es decir, dosis de radiación exacta en el lugar preciso) y, por tanto, menor irradiación de los tejidos sanos y menor riesgo de efectos radioinducidos innecesarios (segundos tumores).
Ventajas de la protonterapia:
• Su menor toxicidad la hace especialmente indicada para:
-el tratamiento de tumores de localización y extensión compleja o cercanos a órganos de riesgo muy sensibles a la radiación
-tumores susceptibles de ser tratados por radiación externa en niños y en personas mayores con pluripatología crónica
• Mayor precisión: los protones depositan su energía mediante un barrido de impactos milimétricos (por puntos y por capas de tumor)
• Permite aumentar la dosis en el tumor y, así, conseguir un mayor control local de la enfermedad, minimizando la irradiación dispersa innecesaria
• Su aplicación supone un gran avance clínico, basado en el beneficio dosimétrico, que es superior para protones comparado con cualquier otra modalidad de radioterapia de alta precisión disponible.
El primer sincrotrón de Hitachi de Europa cuenta con un giro de gantry de 360 º e imagen guiada por CBCT (tomografía computerizada de haz cónico) TAC incorporada, que está presente en los hospitales norteamericanos y japoneses de referencia internacional en el tratamiento del cáncer.
En qué tumores está indicada la protonterapia
Existe consenso entre las sociedades científicas norteamericanas (ASTRO), española (SEOR) y japonesa (JASTRO) para la recomendación del tratamiento de protonterapia que, actualizada a 2020, se resume en:
Niños:
En general, la terapia de protones es el tratamiento de elección para los tumores susceptibles de ser tratados con radioterapia externa por ser la modalidad de tratamiento que mejor preserva de irradiación innecesaria los tejidos sanos y reduce sus efectos adversos en órganos y sistemas en proceso de crecimiento.
Adultos
Según la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), se considera el tratamiento recomendado en los siguientes tumores:
• Tumores próximos o en la base del cráneo, condromas y condrosarcomas
• Tumores primarios o metastásicos en la médula espinal
• Tumores oculares, melanoma ocular
• Pacientes con síndromes genéticos con riesgo de elevada toxicidad
• Reirradiación en casos seleccionados
ASTRO: Se considera el tratamiento (mejor evidencia disponible) para:
• Tumores oculares, incluidos melanomas intraoculares.
• Tumores ubicados en la base del cráneo, incluidos, entre otros, los siguientes:
-Cordoma
-Condrosarcomas
• Tumores primarios o metastásicos de la columna donde la tolerancia de la médula espinal puede excederse al tratamiento convencional o donde la médula espinal ha sido irradiada previamente
• Cáncer hepatocelular
• Tumores sólidos primarios o benignos en niños tratados con intención curativa y tratamiento paliativo ocasional
• Pacientes con síndromes genéticos de hipersensibilidad a radiación y pacientes con retinoblastoma.
• Tumores primarios malignos y benignos del sistema nervioso central
• Cánceres de cabeza y cuello avanzados y / o no resecables
• Cánceres de los senos paranasales y otros senos accesorios
• Sarcomas retroperitoneales no metastásicos
• Casos de reirradiación (donde la dosis acumulativa de estructura crítica excedería la dosis de tolerancia)
La ASTRO, además, considera tratamiento recomendado:
(evidencia en desarrollo), para los siguientes tumores:
• Cánceres de cabeza y cuello no T4 y resecables
• Neoplasias malignas torácicas, incluidos los cánceres de pulmón y esófago primarios no metastásicos y los linfomas mediastínicos
• Neoplasias malignas abdominales, incluidos los cánceres primarios no metastásicos pancreáticos, biliares y suprarrenales
• Neoplasias pélvicas, incluidos los cánceres rectales, anales, de vejiga y cervicales no metastásicos
• Cáncer de próstata no metastásico
• Cáncer de mama
• Cáncer de próstata