
Dr. Manuel Viso
Fuente: HarperCollins Ibérica
Dr. Manuel Viso, autor del libro ‘Supersanos’ (HarperCollins Ibérica): Manuel Viso es médico especialista en Urgencias y en Hematología, además de divulgador y conferenciante en materia de salud y bienestar. Su interés por la salud y el conocimiento le han llevado a especializarse en distintas áreas a través de cuatro másteres en Gestión Sanitaria & Dirección Médica, Peritaje Médico & Psicosocial, Nutrición y Gerontología. También cuenta con un postgrado en Medicina & Nutrición Deportiva y se ha formado en Biología Molecular.
Redacción Farmacosalud.com
Nos creemos muy avanzados por gozar de las ventajas de la sociedad moderna, pero lo que no sabemos es que en los genes de esa autocomplacencia pueden ocultarse vicios antediluvianos que hoy en día, especialmente en cuestiones nutritivas, no hacen más que engañar a nuestra mente y causar ciertos daños a nuestro cuerpo. Tampoco nos benefician las falsas creencias que pululan por ahí y que inciden en aspectos relativos a la alimentación, la hidratación y las prácticas de autocuidado. En ese sentido, el Dr. Manuel Viso intenta abrir los ojos de la gente a través de su libro ‘Supersanos’ y, con ello, orientar sobre aquellos pequeños cambios que pueden optimizar la vida de todos, ya sea mediante el esmero en la nutrición, la higiene del sueño y el fomento del ejercicio físico, o ya sea mediante el mimo a la salud mental y el manejo del estrés. Sin olvidar tampoco aquellos consejos encaminados a favorecer el envejecimiento saludable, la potenciación de la energía personal y la mejora del entendimiento con uno mismo.
«¿Por qué disfrutas más con un bocata de panceta que con un puré de verduras?»
A juicio del facultativo, conseguir estar supersano y mantenerse en tal estado “no es cuestión de fuerza de voluntad, sino de encontrar un por qué y un para qué. Muchas veces estamos bloqueados emocionalmente y lo que nos falta no es información, sino ese motor interno, ese fuego que nos levanta del sofá frente a la pereza. El ‘por qué’ es el que nos impulsa a empezar, sin obsesionarnos con la perfección, tomando la decisión de dar un paso pequeño, realista y alcanzable. El ‘para qué’ es el propósito, la brújula que da sentido al esfuerzo y la emoción que nos mantiene en el camino. La ciencia lo confirma: el cerebro cambia con la repetición y la recompensa, pero sólo se sostiene si hay un motivo que pese más que la desgana”.
«¿Por qué disfrutas más con una palmera de chocolate o un bocata de panceta que con una ensalada saludablemente variada o con un puré de verduras? […] El cerebro está programado para buscar alimentos altos en azúcar y grasa, ya que, en tiempos prehistóricos, estos alimentos eran escasos y proporcionaban la energía necesaria para la supervivencia. Comer alimentos ricos en azúcar y grasa provoca la liberación de dopamina en el cerebro, una sustancia química que nos hace sentir placer y satisfacción», se lee en el libro.
De ello se desprende que, en plena era de la Inteligencia Artificial (IA), todavía estamos sometidos -en cierto modo- a la dictadura de la genética prehistórica. “Nuestros genes ‘ahorradores’ vienen de una época en la que la comida era escasa y necesitábamos alimentos densos en energía para sobrevivir. Por eso nuestro cerebro sigue buscando azúcar y grasa: liberan dopamina y nos generan placer inmediato. Lo que antes era una ventaja, hoy juega en contra porque la industria alimentaria lo sabe y diseña ultraprocesados ‘irresistibles’. La buena noticia es que podemos reeducar el cerebro y el paladar reduciendo la exposición a ultraprocesados, apostando por comida real y practicando una alimentación consciente”, señala el Dr. Viso.

Fuente: HarperCollins Ibérica
El ilusionismo de las dietas milagro, los presuntos productos detox…
Y es que un menú festivo supersano no tiene por qué ser aburrido, ni mucho menos. Si alguien busca una receta para celebrar con su pareja una ocasión especial (un aniversario, por ejemplo) debe saber que un menú festivo puede ser muy saludable. El autor de ‘Supersanos’ apostaría por un buen pescado azul al horno con verduras, frutos secos y aceite de oliva virgen extra, o bien por un elegante tartar de salmón con aguacate y mango, que es un plato que combina sabor, estética y nutrientes de primera. “Y si hablamos de mi tierra, Galicia, ahí no lo dudo: una mariscada, un cocido gallego o una parrillada de pescado pueden ser tan festivos como saludables si se preparan con buenos ingredientes y sin excesos”, asegura.
El libro de Viso no se anda por las ramas y es por ello que procura desmontar mitos comunes sobre la alimentación. “Uno de los más peligrosos es creer en soluciones rápidas: dietas milagro, productos detox* o el mito de los superalimentos que lo curan todo. La realidad es mucho más sencilla: comida real, equilibrio y hábitos mantenidos en el tiempo. Además, hay mitos muy instalados que conviene aclarar: que la leche desnatada es más sana que la entera (cuando la entera aporta más saciedad y nutrientes), que el huevo sube el colesterol (cuando no sólo no lo eleva, sino que es uno de los alimentos más completos que existen), o el famoso ‘hay que beber ocho vasos de agua al día’ (cuando la necesidad real de agua viene determinada por la sed y además depende de las características individuales, el clima y la actividad física)”, afirma el experto. En resumen, que las creencias equivocadas “confunden y muchas veces nos hacen más daño que el propio producto alimenticio”, agrega.
*detox: método que en teoría sirve para eliminar toxinas
¿5 comidas al día o 3?
El Dr. Viso escribe en su manual: «es cierto que lo de hacer cinco comidas al día ha quedado establecido casi como un dogma de fe y, en algunos ámbitos, como un principio irrefutable. Pero yo no lo veo así, y la ciencia, tampoco […] Quienes han defendido hasta la saciedad -nunca mejor dicho- este esquema se han basado principalmente en que, por un lado, se consigue reducir el hambre mediante tentempiés de media mañana y tarde y, por otro lado, que se evitaban los picos de azúcar en sangre».
De hecho, Viso no cree que exista un número mágico de realización de las comidas diarias. Para la mayoría de la gente, tres comidas principales son suficientes. “Pero cinco pueden ser útiles si practicas deporte -sostiene el escritor-, si las comidas están muy espaciadas o si llegas con demasiada hambre a la siguiente ingesta. Incluso el ayuno intermitente puede ser válido en casos concretos. Al final, lo importante no es cuántas veces comes, sino qué pones en el plato: proteínas de calidad, grasas saludables, hidratos complejos, fibra y micronutrientes”.
Inflamación a ‘fuego lento’
‘Supersanos’, asimismo, pone las bases para saber diferenciar entre hinchazón e inflamación, y viceversa. La hinchazón es una molestia puntual, casi siempre digestiva, tras una comida copiosa, una ingesta veloz o simplemente por acumulación de gases por las condiciones de nuestro intestino. Es una molestia incómoda, pero pasajera.
La inflamación, en cambio, es otra historia: es un proceso interno, muchas veces silencioso, que se mantiene en el tiempo y que resulta deletéreo para la salud. Está en el origen de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, metabólicas o autoinmunes y, según Viso, “actúa como un ‘fuego lento’ que va dañando órganos y tejidos sin que nos demos cuenta. Lo que no cuidas cada día pasa factura con los años, y esa factura se llama inflamación crónica: arterias dañadas, resistencia a la insulina, dolor persistente o riesgo elevado de cáncer. Entender esta diferencia es clave para no banalizar los síntomas y para poner en valor la relevancia de la alimentación y los hábitos saludables como prevención real”.
“Las bebidas energéticas no son ‘energizantes’… son estimulantes”
Con respecto a las medidas a adoptar para cuidar de la salud mental, en el libro se apunta que hay que evitar «las sustancias tóxicas, como el tabaco, el alcohol, las bebidas energéticas y las drogas». En el caso concreto de las bebidas energéticas, el autor de ‘Supersanos’ puntualiza que estos productos “no son ‘energizantes’… me gusta llamarlos estimulantes. Lo que hacen no es darte energía, sino ‘tirar’ de tu sistema nervioso con cafeína y azúcar. Una lata puede contener hasta 15 cucharaditas de azúcar y el equivalente a 2 o 3 cafés en cafeína, además de aditivos. Esto dispara la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y genera insomnio, ansiedad y hasta dependencia”.

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Los efectos secundarios asociados a las bebidas energéticas (o estimulantes, de acuerdo con el argot del Dr. Viso) “no son únicamente físicos: también incluyen alteraciones del comportamiento, irritabilidad y problemas de concentración. Y ojo, combinarlas con alcohol multiplica aún más el riesgo. Si de verdad quieres energía, la encontrarás en dormir bien, moverte a diario, hidratarte y comer alimentos de calidad”, clarifica a renglón seguido.
“No a todo el mundo le gusta ser tocado”
‘Supersanos’, por otro lado, también incita a reflexionar sobre el impacto de pequeños gestos -como un simple abrazo- en lo que es la felicidad. Ahora bien, hay personas a las que no les gusta que las toquen… ni tan siquiera mediante un abrazo… “Es verdad que un abrazo largo libera oxitocina, baja el cortisol y es casi una medicina natural, pero no a todo el mundo le gusta ser tocado. Y está bien. La clave es el vínculo, no el gesto en sí. Para esas personas, hay otras formas igual de poderosas de generar conexión: una conversación sincera, un detalle cuidado, escuchar con atención, pasear a la mascota o compartir tiempo de calidad”, comenta Viso.
“Lo importante no es que te abracen, sino sentirte acompañado, valorado y en calma. Al final, de eso se trata: de percibir y vivir aquellas pequeñas acciones que nos hacen sentir bien y que reducen el estrés… y experimentándolas cada uno a su manera”, concluye.




