Redacción Farmacosalud.com
Mejor, imposible… o, prácticamente, imposible: una innovadora técnica permite reconstruir totalmente el tabique nasal con tejido del propio paciente, lo que no genera rechazo en su organismo; el alta hospitalaria llega en 2-3 días, casi casi como un fin de semana, como quien dice; la función nasal se recupera totalmente al cabo de unos meses de la operación; las cicatrices son mínimas y pueden quedar disimuladas por el cabello, y, por si esto fuera poco, el hecho de sacar tejido del cráneo para implantarlo en la cavidad de la nariz del mismo paciente no supone notar ningún tipo de molestia posterior en la cabeza. ¿Quién da más?
Por primera vez, un equipo de cirujanos e investigadores del Hospital Clínic (Barcelona), con la colaboración del Ohio State University-Wexner Medical Center de EEUU, ha ofrecido una solución efectiva a los casos complejos de reconstrucción total del tabique nasal. El equipo, liderado por el doctor Isam Alobid, autor de esta técnica innovadora, lo forman los Drs. Alfonso Santamaría, Cristóbal Langdon, Mauricio López-Chacón, Arturo Cordero, Joaquim Enseñat, Ricardo Carrau y Manuel Bernal-Sprekelsen. El primer paciente intervenido con este procedimiento presenta una recuperación total de la función nasal al año de la operación.
El colgajo pericraneal, una membrana que nutre y da sensibilidad al hueso craneal
Entre el 0,9% y el 2,5% de la población presenta perforación del tabique (septo) nasal. La causa más frecuente es por complicaciones tras la cirugía en la nariz, pero también puede deberse a traumatismos, infecciones, inflamaciones, tumores y radioterapia, así como a la inhalación de sustancias estupefacientes como la cocaína. Cuando la perforación septal afecta la calidad de vida del paciente se plantea su cierre mediante cirugía, pero hasta ahora ninguna técnica descrita permitía una reparación completa en los casos de perforación total del tabique nasal.
El nuevo procedimiento se inspira en la utilización del colgajo pericraneal (tejido fibroso vascularizado que rodea el cráneo) en la reconstrucción de la base del cráneo -tras la resección (extracción) de grandes tumores-. Ahora, el equipo quirúrgico liderado por el doctor Alobid ha dado un paso más allá en la aplicación de esta técnica, utilizando el colgajo pericraneal para una reconstrucción septal total. Para estos casos, el procedimiento se ha bautizado con el nombre de ‘reconstrucción total del tabique nasal con colgajo pericraneal’.
“El colgajo pericraneal es un tejido abundante (largo y ancho) que envuelve el cráneo. Esta membrana contiene vasos sanguíneos y nervios que nutren y dan sensibilidad al hueso craneal. Gracias a su proximidad a la nariz, el colgajo pericraneal se puede utilizar para construir el tabique nasal, obliterar cavidades sinusales como el seno frontal, cavidad orbitaria, etc”, explica a www.farmacosalud.com el doctor Alobid, a su vez médico adscrito a la Unidad de Rinología y de Base del Cráneo del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínic.
Según el facultativo, el hecho de que el colgajo pericraneal sea del propio paciente elimina la posibilidad de rechazo a la hora de quedar implantado en la cavidad de la nariz: “Siempre preferimos utilizar tejido autólogo para la reconstrucción del tabique nasal. La gran ventaja es el aporte sanguíneo y nervioso que ofrece un colgajo manejable dentro de la cavidad nasal”. Cualquiera puede pensar que los pacientes notarán algún tipo de molestia cuando ya no tengan colocado este tejido en su zona original (el cráneo), pero no, no es así, tal y como certifica Alobid: “No tienen alteración sensorial de ningún tipo. No notan ningún cambio. El colgajo pericraneal se ha utilizado en el pasado, y se sigue utilizando, para la reconstrucción de base de cráneo”.
El procedimiento, paso a paso
• La cirugía comienza con una incisión sobre el cuero cabelludo, tras la cual se disecan las diferentes capas de tejido hasta identificar la más profunda, que rodea el cráneo (colgajo pericraneal). Este colgajo se separa del cráneo y se pliega sobre sí mismo.
• Posteriormente, se practica una apertura en el hueso frontal en forma de ‘ranura de hucha’, y se introduce el colgajo pericraneal por esta ranura hacia la cavidad nasal.
• Por último, el colgajo es extendido sobre la perforación, cubriéndola completamente, formando un nuevo tabique nasal.
(Video en el que se visualiza, mediante una animación, la intervención) Fuente: Hospital Clínic
Incluso en personas calvas el impacto visual es mínimo
Todo el procedimiento endonasal es controlado con un endoscopio que se introduce por la nariz. La recuperación postoperatoria es rápida, sin complicaciones y sin dolor. Al paciente se le da el alta hospitalaria cuando se retiran los drenajes del colgajo pericraneal (entre 2-3 días según el grado de drenaje). La nueva técnica comporta mínimas cicatrices para la persona operada, ya que la incisión queda disimulada por el cabello. Incluso en caso de que el paciente presente calvicie, el impacto visual es mínimo. Y es que, según el especialista, “en el peor de los casos se ve una línea del corte inicial, dado que no hacemos craneotomía o exégesis del hueso. Sólo se hace una ranura de 2 mm de ancho que queda tapada con el colgajo. Pero, gracias a la capacidad de cicatrización cutánea, pues esta línea se queda plana e incluso en personas calvas casi no se ve”.
En definitiva, “la reconstrucción total del tabique nasal es factible con esta nueva técnica”, afirma a través de un comunicado del Clínic el doctor Alobid, quien añade que “los buenos resultados obtenidos en la primera intervención, con la recuperación total de la función nasal y una mejora sustancial en la calidad de vida del paciente, la convierten en el procedimiento a utilizar para el cierre de perforaciones septales muy complejas”.