Redacción Farmacosalud.com
Un equipo liderado por la Dra. Ana María Cuervo, codirectora del Instituto de Investigación sobre el Envejecimiento en el Albert Einstein College of Medicine de Nueva York (Estados Unidos), ha desarrollado un fármaco que revierte los síntomas del Alzheimer en ratones. El nuevo medicamento potencia la denominada autofagia mediada por chaperonas (AMC), que es un mecanismo natural de limpieza celular que elimina las proteínas no deseadas. Dado que la AMC pierde eficacia cuando el organismo envejece, lo que hace el nuevo fármaco es evitar la acumulación de proteínas dañinas gracias al fortalecimiento de dicha función limpiadora. A la espera de ver qué ocurre en humanos, por ahora en modelos murinos se ha visto que la nueva terapia “parece ser eficaz” tanto en fases tempranas como en fases más avanzadas del Alzheimer, según asegura la Dra. Cuervo.
“En uno de los modelos de ratón dimos el fármaco en cuanto los ejemplares empezaban con síntomas (aunque desgraciadamente son pocos los pacientes [humanos] que se diagnostican tan pronto), pero en el otro modelo esperamos a que hubiese pérdida de memoria y acumulación de material tóxico en el cerebro (que es más equivalente a cómo llegan los pacientes a la clínica). En ambos escenarios observamos -a nivel de memoria, depresión y actividad- resultados similares” tras recibir la medicación, explica Cuervo en declaraciones a www.farmacosalud.com.
Buenos resultados en diferentes modelos de demencia
Aunque este tratamiento experimental solamente se ha usado en animales, cabe decir que se ha probado en diferentes modelos de demencia y parece que en todos “ha funcionado muy bien”, asevera la experta. El compuesto químico creado es capaz de activar un mecanismo de limpieza celular que está presente y que se mantiene activo todos los días cuando uno es joven y está sano, pero que se deteriora con la edad y en el marco de enfermedades como la del Alzheimer. La idea de la intervención es restaurar los niveles de limpieza celular que tenía la persona cuando estaba sana, así que, en realidad, el novedoso medicamento no hace nada desconocido para el cuerpo. En otras palabras, el tratamiento recupera funciones que el organismo ya estaba acostumbrado a desarrollar.
El nuevo compuesto se administra de forma oral, mediante pastillas, suministradas con una periodicidad diaria (una pastilla al día), si bien por su mecanismo de acción es posible que incluso pueda reducirse la frecuencia de las tomas (día sí, día no). Los investigadores escogieron esta presentación -vía oral en forma de pastillas- porque pensaron que sería menos intrusiva en caso de que algún día llegara a administrarse a ancianos humanos. “Llegamos a mantener este tratamiento por 6 meses, y, considerando que los ratones viven como unos 30 meses, sería como darle tratamiento diario a una persona durante 15 años… y, aun así, no vimos toxicidad en otros órganos o en la médula ósea, que son efectos que siempre preocupan en tratamientos crónicos”, detalla la Dra. Cuervo.
“El compuesto como digo es experimental y de momento se llama CA (CMA activator), pero supongo que, si los ensayos clínicos funcionan y se comercializa, le pondrán un nombre más descriptivo”, señala.
Mejor memoria, menos depresión, recuperación del sentido del riesgo…
Los modelos de ratones con Alzheimer habían desarrollado pérdida de memoria, ansiedad, depresión y pérdida del sentido de riesgo (que desgraciadamente son también los síntomas que se ven en los pacientes con esta dolencia). Los animales, una vez tratados, presentaban mejor memoria, menos depresión y ansiedad, recuperaban el sentido del riesgo y en general estaban más interactivos (curiosos por las cosas de alrededor). “Luego, cuando estudiamos cómo estaban sus cerebros, vimos que los tratados tenían muchísima menos proteína tóxica acumulada (que como se sabe es la que produce la enfermedad) y menos inflamación en el cerebro (la inflamación perpetúa el Alzheimer)”, apunta la facultativa.
En cuanto a los horizontes de aplicación de CA en humanos, la Dra. Cuervo se muestra tan cautelosa como realista: “Es importante ser prudente porque no queremos crear falsas expectativas a las familias y los pacientes, pero consideramos que, por la forma en la que estamos interviniendo, nuestro estudio es un paso adelante en esta enfermedad tan devastadora. Comparado con otros tratamientos, aquí lo ‘único’ que estamos haciendo es reponer una función de la célula a nivel juvenil”.
“Seguramente va a haber diferentes formas de atacar la afección (se trata de disminuir la cantidad de proteína tóxica que se genera intentando su bloqueo o bien su eliminación). Nosotros estamos en esta última opción, pero usando para eliminarla los mecanismos naturales que utilizan las células jóvenes y sanas. Las células tienen mecanismos para depurar las proteínas dañinas cuando eres joven (por eso no ves a un paciente de Alzheimer que tenga 20 años de edad, ya que sus células cerebrales detectan esas sustancias como tóxicas y las eliminan). Sin embargo, según nos hacemos mayores y, aunque uno no tenga Alzheimer, los mencionados sistemas de limpieza no funcionan tan bien, y por ello las partículas tóxicas se acumulan dentro de las células”.
Así pues, la estrategia de los investigadores pasa por reactivar unos sistemas de depuración que, a edades no avanzadas, han demostrado claramente su suficiencia y eficiencia a la hora de lidiar con las proteínas problemáticas. “Los ensayos clínicos son los únicos que servirán para comprobar si es factible en humanos, pero esperamos que el estudio atraiga a compañías farmacéuticas, que son las que tienen la capacidad de hacer esos ensayos”, concluye la Dra. Cuervo.
Referencia bibliográfica de referencia
Bourdenx M, Martín-Segura A, Scrivo A, Sulzer D, Gavathiotis E, Cuervo AM, et al. Chaperone-mediated autophagy prevents collapse of the neuronal metastable proteome. Cell. 2021;S0092-8674(21)00379-2.