Redacción Farmacosalud.com
La Dra. Mireia Ruiz-Castilla y el Dr. Bruce Dos Santos, ambos cirujanos del Departamento de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética del Hospital Quirónsalud Barcelona, han desarrollado lo que se denomina ‘corrección de mama tuberosa mediante técnica compuesta de expansión y lipofilling’, un novedoso procedimiento que logra que el pecho tuberoso operado acabe teniendo una apariencia normal. Lo que se ha planteado es una expansión del polo inferior mamario, con inclusión de un injerto de grasa o liporrelleno para complementar dicha dilatación. “La técnica combina la expansión de tejidos de los polos afectos en modo de colgajo dermoglandular o cortes de expansión radial y longitudinal con la aportación de grasa de la propia paciente para dar la consistencia, el volumen, el movimiento y el tacto mucho más a lo que corresponde a una mama totalmente desarrollada”, explica Ruiz-Castilla.
Habitualmente, la mejor zona donante para el injerto de grasa proporcionado por la propia paciente “es el abdomen o la zona lateral lumbar”, especifica la Dra. Ruiz-Castilla en declaraciones a www.farmacosalud.com.
Dificultad diagnóstica en las formas más leves de esta anomalía estética
La mama tuberosa es una patología congénita que afecta al desarrollo de las glándulas mamarias y que, teniendo en común una base de la mama constreñida, causa diferentes deformidades según el tipo de pecho tuberoso. Se trata de una enfermedad muy estigmatizante cuya prevalencia no está clara, debido en parte a la dificultad de su diagnóstico en las formas más leves.
Hasta ahora, la solución para esta deformidad pasaba por diferentes intervenciones quirúrgicas para expandir el polo inferior de la mama, pero los resultados obtenidos no acababan de ser del todo satisfactorios en ciertos casos. En general, las soluciones convencionales se basan en el uso de implantes y/o aplicación de expansión glandular, métodos con los que se consiguen “unos resultados satisfactorios para la mayoría de pacientes”, si bien “estas técnicas no acaban de ser del todo resolutivas cuando la paciente presenta tuberosidad severa”, matiza la cirujana.
Así es como los Drs. Ruiz-Castilla y Dos Santos han llegado a crear el novedoso procedimiento, mediante el cual ya han sido operadas más de 200 mujeres durante 2021. La revista ‘Clinical Image’ ha publicado un artículo en el que se expone un caso concreto con excelentes resultados. “Nosotros hemos planteado una expansión del polo inferior de la mama diferente a las que se estaban haciendo normalmente, en la que hemos incluido un injerto de grasa o liporrelleno como parte de nuestro plan quirúrgico que complementa la expansión del polo inferior”, detalla mediante un comunicado la Dra. Ruiz-Castilla, quien añade que de esta forma se busca promover el desarrollo adecuado del polo inferior.
Previamente, una herramienta de simulación 3D ayuda a evaluar la anatomía y los volúmenes de la paciente, lo que representa una ayuda visual que permite avanzar en el proceso de toma de decisiones antes de la cirugía.
Un reposo postoperatorio más estricto que busca facilitar la consolidación del injerto
El postoperatorio de la ‘corrección mediante técnica compuesta de expansión y lipofilling’ necesita una convalecencia propia de la mama tuberosa -ya de por sí más larga que en una cirugía de aumento mamario convencional-, más los cuidados propios de los injertos: control alimenticio, vitaminoterapia y un reposo más estricto y alargado para favorecer que los injertos grasos prendan (es decir, que ‘cojan’ y se vuelvan definitivos en su nueva localización).
Las contraindicaciones del nuevo procedimiento serían las siguientes: hábito tabáquico (el consumo de tabaco empeora la microcirculación y podría generar complicaciones por necrosis de colgajos y grasa injertada), enfermedades de base que contraindiquen la cirugía, o alteraciones cutáneas infecciosas, principalmente. “Como limitación, la paciente debe tener suficiente grasa como para hacer injertos grasos”, destaca la experta.
Senos en forma de tubo, mucha separación entre mamas…
Las mamas tuberosas son los senos que tienen forma de tubo en vez de redondeada y que tienen mucha separación entre ambas mamas. Además, las areolas normalmente son grandes y existe una falta de desarrollo en la parte inferior.
Existen diversos grados de esta malformación, pero de forma general se trata de una anomalía que acompleja mucho a las pacientes. “Las mujeres que la padecen ven muy limitada su vida social. No van al gimnasio para no desnudarse o les cuesta mucho ir a la playa. Esto acaba ocasionándoles un gran estigma, pero una vez que se operan se sienten muy aliviadas”, apunta la Dra. Ruiz-Castilla.
Es difícil conocer la incidencia exacta de esta disfunción estética, dado que muchas mujeres que la sufren no son conscientes de que tienen una mama tuberosa. No es hasta que llegan a la consulta del cirujano plástico que acaban descubriéndolo. “Hasta el 95% de las pacientes que llegan a la consulta para realizar un cambio de forma de sus senos lo hacen por causa de una mama tuberosa”, revela Ruiz-Castilla, de modo que hasta el 90% de las cirugías por deformidad mamaria están asociadas a esta alteración.
Artículo de referencia
Dos Santos B, Ruiz-Castilla M. Inferior Pole Expansion with Lipofilling for Tuberous Breast Surgery. Clin Surg. 2021;6:3287.