Redacción Farmacosalud.com
Por primera vez en el ámbito del trasplante renal, una innovadora herramienta de medicina de precisión es capaz de proporcionar información personalizada con el fin de ajustar la terapia inmunosupresora a cada paciente, minimizándose así el riesgo de sufrir efectos adversos como infecciones, y maximizando con ello las posibilidades de éxito del injerto. Así se ha puesto de manifiesto durante el Congreso de la Sociedad Española de Trasplante (SET), celebrado en Bilbao este mes de mayo, donde la empresa Biohope, ha presentado el novedoso sistema Immunobiogram®.
Se trata de una herramienta de diagnóstico in vitro patentada que combina un bioensayo único con software de análisis de bases de datos que permite a los médicos especialistas en nefrología y trasplantes optimizar la terapia inmunosupresora, de manera individualizada, en pacientes con trasplante renal. Con una única muestra de sangre se puede analizar la respuesta del enfermo a los diferentes tratamientos. Immunobiogram mide el efecto inmunosupresor de los fármacos sobre las células inmunitarias de un paciente (es decir, la sensibilidad del sujeto al fármaco), lo que se correlaciona con los resultados clínicos. Estos resultados se entregan al profesional médico para mejorar la personalización del tratamiento.
España lidera la actividad trasplantadora mundial
Alrededor de 1,5 millones de personas viven con un injerto renal en el mundo. España lidera la actividad trasplantadora mundial desde hace más de 30 años y, en 2023, superó sus mejores cifras de actividad. De acuerdo con datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en territorio español, durante el año 2023, se realizaron 5.861 trasplantes de órganos. Los injertos renales lideran las cifras españolas con 3.688 pacientes trasplantados, un 8% más que el año anterior, seguidos de los injertos pulmonares y cardíacos1. Sin embargo, el 50% de los trasplantes se pierden en un periodo de 10 años, siendo la causa principal del fracaso el rechazo2.
El reto actual en el campo de los trasplantes de órganos es asegurar su éxito, evitar rechazos y efectos adversos de la medicación, y conseguir ofrecer a los pacientes una medicina personalizada para que puedan vivir con buena calidad de vida con el órgano trasplantado el máximo tiempo posible. Hasta la fecha, en la práctica clínica no se disponía de herramientas efectivas para la personalización del tratamiento inmunosupresor en el injerto de riñón3. Los principales indicadores se basan en la farmacocinética del inmunosupresor4. En consecuencia, se producen situaciones de ‘infra inmunosupresión’ o ‘sobre inmunosupresión’, que derivan en rechazo del injerto o efectos adversos como cáncer, enfermedad cardiovascular, infecciones oportunistas, etc5.6.
“Hasta ahora no teníamos información personalizada acerca de la sensibilidad de cada paciente”
Según el Dr. Julio Pascual, director médico del Hospital 12 de Octubre de Madrid, “el reto fundamental que nos encontramos en los trasplantes renales es establecer el balance adecuado entre la inmunosupresión con fármacos para evitar el rechazo y evitar también que, por un exceso de medicamentos, el paciente sufra las complicaciones derivadas de esta inmunosupresión. Si bien es cierto que, tras años de investigación, contamos con buenos inmunosupresores, la personalización del tratamiento solo se conseguía en base a los conocimientos clínicos, la intuición y la evaluación del paciente, pero hasta ahora, a diferencia de los oncólogos o los hematólogos, que cuentan con biomarcadores o medicina de precisión hace ya algunos años, no teníamos información personalizada acerca de la sensibilidad de cada paciente a los inmunosupresores”.
Immunobiogram responde a las necesidades de personalización de los nefrólogos y también de los enfermos. Este dispositivo de diagnóstico in vitro patentado contribuye al progreso del trasplante de órganos en España. Para el Dr. Pascual, “la utilización del immunobiogram nos permite analizar la respuesta y sensibilidad de los inmunosupresores de manera personalizada. Esto representa una herramienta de personalización de la inmunosupresión muy potente, pues somos capaces de practicar en cada paciente el ensayo in vitro que nos ofrece un informe y nos orienta sobre a qué fármacos el paciente responde de manera más sensible para evitar su rechazo y qué otros solo le están aportando toxicidad o riesgo de infección o cáncer. Es una de las primeras herramientas que se colocan a nuestra disposición para personalizar este tratamiento inmunosupresor”.
Obesidad y trasplante de hígado y trasplante renal
El Congreso de la SET ha acogido, asimismo, la presentación de diferentes estudios que han analizado la relación entre la obesidad/sobrepeso y el trasplante/donación. Uno de ellos, realizado por el Hospital Universitario de Cruces de Bilbao, ha analizado todos los casos de pacientes trasplantados hepáticos con Índice de Masa Corporal mayor a 40, es decir, en situación de obesidad mórbida, desde 2004 a 2023 y sus resultados no apoyan la idea de considerar la obesidad mórbida como una contraindicación para el injerto hepático.
El impacto ponderal ha sido abordado en otro estudio presentado en Bilbao, referido en este caso a la donación de riñón y a los donantes, y que ha sido realizado por el Hospital Clínic de Barcelona. La conclusión de este trabajo es que la pérdida de peso previa a la donación es efectiva para la cirugía y aumenta la duración del trasplante. Sin embargo, no asegura a los donantes la conservación de su peso ideal. De hecho, en el estudio, en el que se incluyeron 243 pacientes que donaron un riñón y perdieron peso para la cirugía, el 86% lo recuperó al tercer año y el 100% a los 5 años, razón por la que los autores concluyen que es necesario implementar programas eficientes para prevenir la recuperación de peso postdonación.
Referencias
1. https://www.ont.es/wp-content/uploads/2024/01/BALANCE_2023_ONT_17012024.pdf
2. HariharanS et al. Long-Term Survival after Kidney Transplantation. N Engl J Med2021; 385:729-43. doi: 10.1056/NEJMra2014530
3. NeubergerJ et al. Practical Recommendations for Long-term Management of Modificable Risks in Kidneynd Liver Transplant Recipients: A Guidance Report and Clinical Check list by the Consensus on Managing Modifiable Risk in Transplantation(COMMIT) Group. Transplantation2017; 101(4S):p S1-S56. doi: 10.1097/TP.0000000000001651
4. KuypersDR. Immunosuppressive drug monitoring-whattouse in clinical practice today to improve renal graft outcome. TransplInt. 2005;18(2):140-50. doi: 10.1111/j.1432-2277.2004.00041.x.
5. Kumar R et al. Opportunist icInfections in Transplant Patients. InfectDisClin North Am 2019; 33:1143–57. doi: 10.1016/j.idc.2019.05.008
6. Pérez-Sáez MJ.et al. Epidemiología del cáncer en el trasplante renal: incidencia, prevalencia y factores de riesgo. Nefrologia2018;9(1):24-36