Redacción Farmacosalud.com
La startup chilena The Palpa Company ha desarrollado una esponja de ducha que permite a la mujer examinarse la mama y reconocer un tumor con facilidad. Su objetivo es convertir los autoexámenes de mamas en algo rutinario y que formen parte de los hábitos de autocuidado de las jóvenes. Cada año más de dos millones de mujeres en todo el mundo son diagnosticadas con cáncer de mama. En su fase más temprana y cuando se encuentra solo en la mama, esta enfermedad tiene una tasa de supervivencia del 99%. Sin embargo, debido a la detección tardía, el cáncer se disemina y la supervivencia se reduce.
La mayoría de las pruebas diagnósticas del tumor mamario empiezan a partir de los 40 años. Las menores de esta edad, salvo aquellas que cuentan con algún factor de riesgo, no acuden a las consultas médicas a hacerse mamografías rutinarias. Y este desconocimiento que hay en torno a la patología hace que no se detecte a tiempo y avance peligrosamente. En cambio, con los correspondientes exámenes preventivos, el 95% de las mujeres con cáncer de mama podrían sobrevivir a la afección.
Simulación de un tumor maligno
Palpa ayuda a entrenar la técnica para examinarse en la ducha. Es un dispositivo que funciona como una esponja que se rellena con gel de ducha y que en su interior tiene una simulación de un tumor maligno, duro e inamovible. A medida que la mujer palpa la anomalía, el gel es expulsado por la esponja y puede ser utilizado para enjabonarse el cuerpo, y así facilitar el tacto para autoexaminarse. Palpa estimula la memoria sensorial, facilita el autoconocimiento y permite reconocer cómo son los bultos extraños que pueden aparecer en el pecho.
“Cada año fallecen más de 1.400 mujeres en Chile por cáncer de mama. Nuestra misión es reducir estas cifras promoviendo las autoexploraciones mamarias, pero primero las mujeres deben saber hacerlas. Con Palpa queremos educar y entrenar a las mujeres para que sean capaces de reconocer anomalías de manera temprana en sus exámenes rutinarios, los que se hacen en casa. De esta manera podemos mejorar el pronóstico de una enfermedad que, actualmente, es la quinta causa de muerte en todo el mundo”, afirma Josefa Cortés, fundadora y CEO de The Palpa Company.
Jovita, la historia detrás de Palpa
Palpa nació en el año 2020 como un proyecto de Josefa para conseguir su título de diseñadora. Su motivación principal para enfocar su tesis a la salud era la historia de Jovita, una mujer muy cercana a su familia, que detectó una anomalía en su pecho, pero, como mucha otra población femenina y por desinformación, le restó importancia al pensar que era una acumulación de grasa. Tres años más tarde, le fue diagnosticado un cáncer de mama en estadio IV, y debido a lo avanzado que estaba, le resultó muy difícil de superar.
Palpa se ha posicionado como el único producto doméstico que facilita el autoexamen y permite además entender cómo es una anomalía. Su precio en el mercado es reducido, ronda los 15 euros, ya que no necesita tecnologías complejas para su correcto funcionamiento. Durante estos años se ha llegado a mujeres de entre 15 y 40 años a través de charlas y campañas de concienciación en hospitales y colegios; actualmente son más de 70.000 las mujeres que cuentan con esta esponja, que ha sido capaz de detectar 10 tumores.
The Palpa Company va a continuar con su expansión internacional: durante el próximo año esperan 150.000 clientas más en Latinoamérica y Estados Unidos.
La novedosa esponja se ha convertido en finalista de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social. La convocatoria del certamen, en su sexta edición, ha recibido casi 350 iniciativas desarrolladas por científicos, investigadores, estudiantes de universidades o escuelas de negocios. Este año, como novedad, Estados Unidos se une a Brasil, Latinoamérica y Europa, regiones que han participado en el concurso desde su primera edición. El objetivo de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social es hacer posible el crecimiento de propuestas que representen la esencia de la innovación social; talento, capacidad transformadora, compromiso y necesidad de mejorar el entorno en el que vivimos.
El 24 de mayo se celebrará en Madrid la final de los premios, en la que participarán 12 proyectos de España, Alemania, Guatemala, Chile, Brasil y EE. UU.