Redacción Farmacosalud.com
Plenamente inmersos en el ámbito bucodental, no estará de más asegurarles que el presidente del Consejo General de Dentistas de España, el doctor Óscar Castro, no tiene pelos en la lengua. Ni creemos que vaya a crecerle alguno, por lo menos a tenor de lo comentado en esta entrevista. Porque en ella Castro habla largo y tendido y sin tapujos sobre la actualidad de la odontología, lo que le lleva a criticar abiertamente determinadas prácticas. Por ejemplo, asegura que hay clínicas que publicitan precios ‘low cost' (baratos) utilizando “como gancho una parte del tratamiento y no el todo”, con lo cual el cliente desconoce que el precio final del procedimiento será mucho más alto, algo que el doctor califica de “publicidad engañosa”. En el punto de mira de Castro también están los blanqueamientos no realizados por dentistas, es decir, los productos blanqueadores que se anuncian en los medios de comunicación: “Eso de que te aclaran 7 u 8 tonos… eso es absolutamente fraudulento”. “Hay mucha trampa” en esta clase de promociones, subraya. En otro orden de cosas, el presidente del Colegio General de Dentistas aprovecha para desvelar informaciones que pueden ser muy útiles para los deportistas, tanto de élite como amateurs, en tanto que “tener una mala higiene oral afecta directamente al sistema músculo-esquelético” de las personas que realizan este tipo de sobreesfuerzos. Así pues, si se pretende mejorar una marca de atletismo, por poner un ejemplo, no estaría de más recordar que hay que usar el cepillo de dientes, pasarse el hilo dental y visitar con regularidad al dentista, hábitos que por sistema debería adoptar todo el mundo pero que en el caso de los deportistas cobran su máxima dimensión.
-Un estudio sostiene que el 60% de los españoles acudió al dentista en 2014, el doble que hace diez años, aumento que se atribuye a unos precios más asequibles y a un incremento del número de centros dentales. ¿No será también que no cuidamos nuestros dientes como deberíamos y que por ello necesitamos acudir más a los profesionales odontólogos?
Estos datos chocan frontalmente con los nuestros. En el Consejo manejamos estudios rigurosos y con carácter epidemiológico, como el ‘Estudio prospectivo Delphi, la salud bucodental en España 2020. Tendencia y objetivos de salud oral’. Según nuestros datos del año pasado, España es uno de los países europeos con menor demanda asistencial dental, con un 43% sobre una media en la Unión Europea del 57%. Solamente estamos por delante de Hungría, Rumanía y Turquía. La asistencia dental en líneas generales es baja en comparación con otros países de nuestro entorno.
En cuanto al aumento de visitas, es verdad que la cultura de la salud bucodental va instaurándose cada vez más entre los españoles y que ha habido un incremento en el número de centros dentales. Y quizás hay una percepción de disminución de los precios, haciéndose más asequibles para los tratamientos. Pero es algo relativo, principalmente porque todos los profesionales nos hemos tenido que adaptar a esta grave crisis de la que todavía no hemos acabado de salir; eso ha hecho que todos los profesionales hayan tenido que aquilatar sus precios y luego, por otro lado, que surjan del ambiente económico en que estamos sumergidos una serie de clínicas ‘low cost’ donde, basándose en precios anchos, hacen ofertas que entran en confrontación con lo que sería o lo que debería ser por parte de un profesional el presentar su buen quehacer y sus buenos materiales como insignia de su buen trabajo. Por el contrario, aquí te encuentras que las ofertas son el gancho y el profesional pasa a un segundo plano porque después de todo es un asalariado. Desde el Consejo General nos quejamos a la Administración de la delgada línea que se cruza cuando de una publicidad sanitaria que tiene que ser informativa se pasa a una publicidad que pasa a ser puramente de oferta, donde se ofrecen 2 x 1 y ‘hágase usted este tratamiento y le ofertamos esto gratis’. Eso quita mucho a la profesionalidad sanitaria que debe primar en la odontología.
-¿Qué nos puede comentar acerca de los implantes dentales ‘low cost’?
El implante low cost tiene que estar certificado por el sello CE, que garantiza que se cumplen las condiciones biosanitarias para poder ser implantando en un hueso. Hace poco, y a través de la Agencia Española del Medicamento, se supo que detectaron un sitio en Catalunya donde fabricaban implantes y se ponían falsos sellos CE. En las cosas excesivamente económicas hay que tener una cierta precaución y tener presentes los mecanismos tramposos de la publicidad. O sea, cuando a uno le dicen ‘implante desde 200 y pico euros’, lógicamente la preposición ‘desde’ tiene una serie de condicionantes. Una persona va a pedir información al comercial, dado que estas ofertas las suelen hacer las cadenas ‘marquistas’, y pregunta en qué consiste todo: los 200 y pico euros es la unidad del implante, lo que popularmente se conoce como ‘tornillo’, y luego eso hay que ponerlo en el hueso… eso tiene un coste aparte; luego hay una serie de aditamentos… eso va sumando y normalmente los precios suelen ser de unos 1.400-1.500 euros para que el implante cumpla la función estética, la función de masticar y tapar el hueco, etc. Es decir, cuando se da un presupuesto y se utiliza como gancho una parte del tratamiento y no el todo, lógicamente yo lo considero publicidad engañosa y desde el Consejo lo consideramos publicidad engañosa. Insistimos de forma contundente a la Administración para que ésta ponga coto a estos desmanes porque no tiene ningún sentido que se estén ofertando tratamientos cuando debería de estar prohibido, ya que se está hablando de un tratamiento sanitario con todas las consecuencias que eso puede tener.
-De vez en cuando siguen apareciendo noticias de intrusismo profesional en este ámbito. ¿Un usuario tiene alguna manera de saber que está acudiendo a un dentista que no puede ejercer como tal?
Puede haber algún porcentaje de pacientes que desconocen que están en manos de un intruso. Pero cuando a uno le dan las citas de forma clandestina, cuando no hay una placa que identifica a esa ‘clínica dental’ y cuando normalmente las condiciones de higiene brillan por su ausencia… Yo he visto filmaciones de clínicas clandestinas ubicadas en un locutorio, o en un piso donde no había sillón dental sino que era una hamaca de playa, donde la luz para hacer los tratamientos era un flexo… Todas esas cosas ya crean un ambiente que… no es lógico que el ‘dentista’ -falso dentista- no utilizara guantes y fuera en chanclas y con pantalón corto. Son una serie de signos sumamente evidentes. Puedo asegurar con rotundidad que mucha gente sabe que está yendo a un intruso pensando que le va a salir más económico y luego se da cuenta de que con la salud no se juega y que muchas veces le sale más caro, porque después tiene que hacer tratamientos más costosos. Incluso a algunas personas les cuesta sufrir enfermedades de por vida. Debemos pensar en las enfermedades infecto-contagiosas: si no hay una autoclave y una esterilización como es debido, imagínese si se hace una extracción sin esterilizar el material… se puede contagiar el sida, la hepatitis, etc. Es un peligro para la salud pública y por eso nosotros no sólo denunciamos el intrusismo, sino que pedimos que se incrementen las penas (en los juzgados) precisamente por la gravedad que suponen estas prácticas.
-¿Por qué ir al dentista sigue siendo una especie de experiencia ‘no agradable’ para la gente, por más amable y eficiente que sea el personal odontólogo?
Evidentemente, si comparamos estar en casa viendo un partido de fútbol mientras te tomas una cerveza y un aperitivo con estar frente a un dentista que te inyecta una anestesia y te trastea dentro de la boca, pues ir al dentista es una experiencia desagradable. Hay que pensar que todos los orificios del organismo cumplen unas condiciones de inviolabilidad. Introducirse en ellos es un ataque a la intimidad del individuo, de una forma u otra es un ataque, aunque se actúe con permiso… Vamos, estoy haciendo una disquisición un poco psicológica de lo que sería el tema... En el ámbito de la boca, el hecho de estar tan cerca de los ojos y estar utilizando objetos cortantes, punzantes, rotatorios y con un cierto sonido desagradable tampoco invita mucho a estar frente al dentista. Bien es verdad que ahora mismo existen hasta cursos para superar la odontofobia -temor al dentista- y hay tratamientos psicológicos de apoyo para intentar superar esa fobia. Poco a poco la gente va entendiendo que la prevención es el mejor y más económico tratamiento. Las limpiezas dentales una vez al año, además de los controles y las revisiones, les evitan encontrarse después con patologías más graves y por tanto más traumáticas.
Poco a poco se va superando todo, pero si piensas un poco más… hay mujeres que tienen temor a las visitas ginecológicas. Además, pensándolo en frío, lo del dentista es una cosa que se banaliza bastante: se reflejaba cómicamente en los TBOs antes de la invención de la anestesia. O veías a artistas como Charlot dando un golpe en la cabeza a un paciente odontológico (en una escena de una película)… todo eso ha comportado que en el conocimiento global, en el sustrato inconsciente de todo el mundo, quede ese miedo al dentista. Cuesta mucho superarlo, pero alguien que tiene una dolencia cardiológica o hepatológica también tiene miedo cuando va al cardiólogo o al hepatólogo. Ir al médico, en general, no es una cosa agradable y en el caso de los dentistas, con todo nuestro carácter intervencionista, pues quizás mucho menos.
-La higiene bucodental es muy importante. ¿Más allá de la aparición de patologías propias de las piezas dentales y encías, qué otras patologías pueden verse favorecidas si no cuidamos nuestra boca?
Una mala higiene y una proliferación de bacterias en la boca pueden influir en las cifras de azúcar en sangre y provocar alteraciones en un paciente de diabetes. Tener una boca en mal estado implica una afectación tanto muscular como articular en los deportistas que tienen que hacer un sobreesfuerzo. En los deportistas de élite, y por extrapolación en los deportistas amateurs, tener una mala higiene oral afecta directamente al sistema músculo-esquelético.
-¿Qué avances en odontología le gustaría destacar?
El gran avance han sido los implantes dentales. Actualmente, mediante los implantes a base de titanio y circonio (o zirconio), se da a los pacientes la oportunidad de tener una tercera dentición: primero se tienen los dientes de leche, después llegan los dientes definitivos y ahora, en caso de perderlos, se da una tercera oportunidad y hasta una cuarta si hay suficiente hueso. Lo mágico sería ya llegar a implantar una simiente de dientes obtenidos a partir de células madre y conseguir el crecimiento de ese diente de nuevo y de forma provocada a través de las investigaciones genéticas. De hecho, los avances están yendo por la línea de las células madre como futuro odontológico. También se está investigando para que, mediante vacunas y alimentos manipulados, podamos neutralizar la flora bacteriana que tenemos en la boca y que es la causante tanto de las enfermedades de las encías como de la caries.
-¿En un futuro no muy lejano las dentaduras íntegramente postizas pasaran a la historia?
Espero que sí y tengo absolutamente fe en ello. Bien es verdad que cuanto más intervencionista es un Estado, más se buscan los tratamientos más económicos. Y los países en los que el Estado da muchas prestaciones odontológicas es donde mayor número de edéntulos (personas sin dientes) nos encontramos. En los países del norte de Europa encontramos muchos portadores de prótesis dentales precisamente porque las cubre el Estado. Allí, antes de hacer tratamientos un poco más específicos se tiende más a la extracción y a la sustitución inmediata mediante prótesis. Pero estamos en el siglo XXI y los avances tienen que ser para mejorar. Hay que tener en cuenta que el fracaso de la odontología es la extracción de la pieza. Por lo tanto, todo diente o muela que se pueda conservar es una apuesta de futuro.
-Hablando de coberturas estatales: mucha gente se pregunta por qué las prestaciones de la Seguridad Social española en odontología son tan limitadas…
Desde el Consejo General defendemos a ultranza que el Estado amplíe las prestaciones sanitario-odontológicas. Todos hemos sufrido la crisis, ese tsunami económico de alcance mundial que España ha padecido de forma muy grave. Los pocos avances que se habían conseguido, por ejemplo los planes de atención dental infantil, se han recortado en muchas comunidades autónomas. La oposición socialista está pidiendo volver al estado anterior a la crisis, época en que la Administración central ayudaba a todas las comunidades autónomas en la implantación de los planes de atención dental infantil. En cambio, ahora mismo sólo los vascos y los navarros los tienen funcionando al cien por cien, lo cual indica que en este país no todos los españoles somos iguales. Hay una serie de niños a los que se les están dando unas prestaciones y otros a los que no. Por lo tanto, hay una grave desigualdad en el ámbito odontológico.
Insisto: la prevención es el mejor tratamiento y el más económico, y los planes de atención dental infantil son eminentemente preventivos. En la gran mayoría de lugares de España donde se han aplicado la prevalencia de caries ha disminuido en más de un 40%. Es decir, el quebranto económico que para una persona supone tener que llevar el niño al dentista rascándose el bolsillo se vería claramente disminuido si existiesen esos planes. Sólo con la aplicación de flúor durante un período de 6 meses una vez al año sería más que suficiente para disminuir la prevalencia de caries. El hecho de dar unas instrucciones de higiene, enseñar al niño a cepillarse los dientes y crear hábitos saludables es la base la prevención. Desde el Consejo General lo estamos pidiendo a la Administración por activa, por pasiva y por perifrástica, y estamos insistiendo y luchando por ello. Pero la Administración se ha dejado llevar y ha ido recortando muchos logros sociales y sanitarios que se habían conseguido. Según los expertos en macroeconomía, ahora estamos saliendo de la crisis… particularmente, yo no lo noto y en el ambiente donde me muevo tampoco se nota sustancialmente, pero bueno… ahora que parece que estamos saliendo de la crisis, esperemos que nuestros políticos piensen un poco en presente para poder tener un futuro halagüeño.
-Según algunos expertos, el bruxismo (rechinar de dientes) es una trastorno que tiende a aumentar en niños. ¿Por qué se registra esa tendencia?
Aumenta en niños y en adultos. Antiguamente se decía que el bruxismo era sinónimo de tener parásitos intestinales. Se ha demostrado que no es así, sobre todo en niños, y se ha demostrado que, principalmente, el bruxismo tiene un condicionante psicológico. En una sociedad cada vez más competitiva y en la que hay situaciones -por ejemplo si los dos padres tienen la suerte de trabajar- que a menudo suponen ir con el tiempo muy apretado, el bruxismo es una expresión de toda la tensión del día. Cuando se relaja la parte consciente, inconscientemente tienen que salir todos esos nervios acumulados y aparece el rechinar de dientes. Se da mucho en niños, si bien normalmente también existe un período de desaparición y luego un repunte en adultos. Posiblemente, uno de los casos que vemos más frecuentemente en las consultas son los pacientes ‘apretadores’ o ‘bruxómanos’.
-¿El blanqueamiento dental es seguro?¿Cuál es el sistema que exige menos mantenimiento, teniendo en cuenta que no es una solución que dure de por vida?
Hay que tener en cuenta que existen los blanqueamientos profesionales y los que no son tales; estos últimos pueden ayudar a mantener el aclarado pero, después de todo, no tienen una actividad terapéutica. Todo blanqueador dental que se vende en farmacias o internet no tiene efectividad de blanqueamiento, si bien puede tener un efecto desecador. Desde luego, es un fraude lo que anuncian en las televisiones, eso de que te aclaran 7 u 8 tonos… eso es absolutamente fraudulento. Todo eso se difunde en televisión radio, prensa, en todos los medios, y a nosotros, al Consejo, lo que nos sorprende es que las autoridades sanitarias lo permitan. El problema es que el control sanitario de la publicidad sanitaria está transferido a las comunidades autónomas. 17 CCAA, cada una con sus problemas y sus cosas. Y cuando se emite un anuncio por TV, nadie sabe quién es competente. Y entonces el Ministerio de Sanidad dice que no es competencia suya, que habría que denunciar en dónde esté ubicada fiscalmente la empresa de ese blanqueador, con lo cual se crea un problema. Hay mucha trampa en lo de los blanqueamientos y, como es lógico, lo que tengo que decir es que los pacientes acudan a su dentista para que les aconseje el tratamiento terapéutico que de verdad funciona. Ni las pastas de dientes que se anuncian, ni eso de que te aclaran ocho tonos… todo eso es absolutamente falso.
Una vez realizado el blanqueamiento dental, el mantenimiento del aclarado depende también de los hábitos del paciente. Si es fumador, si consume vino tinto o si bebé té o café, lógicamente su blanqueamiento le va a durar menos tiempo. Si es una persona que hace su higiene con normalidad y utiliza pasta de dientes y enjuagues de mantenimiento de blanqueamiento, que eso sí que existe, si bien existe para mantener, no para aclarar, entonces perfecto. Como todo en la vida, el blanqueamiento no dura para siempre porque el diente es poroso y se va tiñendo con los alimentos. Quien quiera un blanqueamiento seguro debe dirigirse a un dentista, que somos los que manejamos los productos con el porcentaje adecuado para blanquear. Los remedios caseros o chapuzas tipo bicarbonatos con limón lo único que hacen es dañar el diente y no obtener ningún efecto blanqueador. No hay euros a 10 céntimos. Es como el agua oxigenada: si se echa en el pelo provoca como un amarilleo y se puede decolorar el pelo un poquito. Pero si uno quiere aclararse bien el pelo lo que tiene que hacer es ir a una peluquería, que es donde se utilizan los productos adecuados y de la forma adecuada.
-¿Qué nos puede decir acerca de las controvertidas amalgamas dentales?
Puedo decir que la Federación Dental Internacional (FDI), que abarca a todos los dentistas del mundo, ha emitido un comunicado en el que habla de la inocuidad* y la efectividad de las amalgamas dentales. Hoy en día todo se pone en duda: desde las alimentaciones, los tipos de comidas, las dietas de verano, las dietas del hombre primitivo… en todo se busca un porqué. Una vez salió, sin estar contrastado, un estudio y surgieron en España corrientes de opinión sobre el tema del mercurio que contienen las amalgamas dentales. La amalgama es la unión de varios metales, entre ellos el mercurio, que es el que hace de amalgamador. Cuando se realiza el proceso de amalgama con esos metales, el mercurio se vuelve absolutamente inocuo y tiene una efectividad tremenda. Bien es verdad que, como vivimos en una sociedad cada vez más hedonista y en la que prima la estética, se han buscado materiales alternativos como son los composites, que tienen el mismo color de los dientes y por lo tanto los sustituye fácilmente. Tras la realización de unos estudios científicos contrastados, la Asociación Dental Americana (Estados Unidos) y la FDI han emitido sendos comunicados científicos en los que se habla de inocuidad de las amalgamas dentales.
Hay que pensar una cosa: yo como dentista todavía conservo amalgamas de más de 40 años que están perfectamente, y aquí estoy. Lo que no voy a hacer, como médico, es dañar a un paciente conscientemente. Y por otro lado, no voy a ser tan sumamente tonto como para llevar yo mismo una cosa que yo sé que está provocando un daño. Hay que pensar en los miles y miles de dentistas que las tienen y los estudios científicos que están avalando la inocuidad de las amalgamas dentales. Por lo tanto, no hay que buscar tres pies al gato… me parece que hay cosas más importantes de las que preocuparnos.
* Inocuo: que no hace daño, según el diccionario de la RAE