Redacción Farmacosalud.com
La compañía GSK presenta ‘Yo también me llamo Esperanza’, una guía de acompañamiento centrada en cánceres ginecológicos que nace de la necesidad de ofrecer un apoyo integral y comprensivo que aborde tanto los aspectos clínicos de la afección como las necesidades de las pacientes con este tipo de tumores. Las relaciones íntimas en este contexto es uno de los temas abordados en el nuevo documento: ‘la información y educación sexual es importante en cualquier situación, pero en el caso del cáncer es especialmente importante para poder afrontar los cambios que provoca la enfermedad en la función y la satisfacción sexual, empezando por entender que un acto sexual no es solo coito’. Es por ello que, en el marco de los contactos íntimos, la guía apuesta por potenciar otros estímulos 'que no se centren sólo en el coito, manteniendo una mentalidad abierta sobre las formas en las que se siente placer’.
En caso de tener dudas o requerir información sobre relaciones sexuales en un escenario de cáncer ginecológico, el dossier anima a consultar con un ‘oncólogo/a, ginecólogo/a o fisioterapeuta de suelo pélvico o fisioterapeuta especialista. Responderán a todas las preguntas o recomendarán a otros profesionales especializados que puedan responder a todas las cuestiones que pueden surgir’.
‘Al principio, es importante evitar ayudar demasiado o hacerlo todo’ por la paciente
Otra de las cuestiones que figuran en la guía incide en el papel que debe desempeñar el/la cuidador/a o acompañante de la mujer que padece un tumor ginecológico maligno. Así, los autores del texto sostienen que ‘un buen comienzo es hablar con la persona con cáncer sobre el tipo de apoyo que más necesita y animarle a hacer tareas que pueda realizar por sí misma. Es importante evitar ayudar demasiado o hacerlo todo por la persona al principio, y ser flexible para adaptarse a las necesidades cambiantes que (la paciente) pueda tener’.
El nuevo documento ha sido elaborado por 11 profesionales sanitarios de distintas especialidades, incluidos cuatro oncólogos, y ha contado con el apoyo de las asociaciones de pacientes AMOH (Asociación Mama y Ovario Hereditario) y ASACO (Asociación de Afectados de Cáncer de Ovario).
“Cada mujer tiene un recorrido único en su experiencia con el cáncer”
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estima que a lo largo de 2024 se habrán diagnosticado 13.280 nuevos casos de cáncer de ovario, endometrio y cérvix en España1. Ante tal panorama, el proyecto ‘Yo también me llamo Esperanza’ se ha marcado como objetivo proporcionar un recurso de referencia para enfermas y familiares que incluya información y temas relevantes relacionados con los tumores ginecológicos y su tratamiento.
“La elaboración de esta guía de cuidados y acompañamiento desde el diagnóstico nace de la comprensión de que cada mujer tiene un recorrido único en su experiencia con el cáncer. Esta guía no sólo aporta pautas prácticas, sino que también representa un compromiso con las mujeres que atraviesan este proceso, apoyándolas con recursos de autocuidado que abarcan el cuerpo y la mente, y recordándoles también que no están solas en su camino hacia la recuperación”, explica la Dra. Julia Ruiz, oncóloga del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada y directora médica del centro de oncología integrativa Onconature.
A lo largo del tratamiento, las pacientes con cáncer ginecológico pueden experimentar diversos cambios físicos como fatiga intensa, alteraciones hormonales y dolor, factores que, lógicamente, afectan la autoestima y la percepción personal de cada una de ellas. Estos condicionantes no sólo suponen un reto físico, sino también emocional, que puede llegar a traducirse en ansiedad, tristeza y, en ocasiones, aislamiento. Uno de los principales objetivos de ‘Yo también me llamo Esperanza’ consiste en orientar en el autocuidado y estrategias que ayuden a las mujeres afectadas a adaptarse a los cambios, reconectar con su bienestar personal durante el proceso terapéutico y mejorar su calidad de vida. Para la Dra. Ruiz, “es necesaria una atención integral, que incluya una nutrición adaptada a las necesidades individuales, ejercicio físico moderado para mantener la movilidad y la energía, fisioterapia de suelo pélvico, y prácticas de gestión del estrés, como el mindfulness o yoga. Además, el acompañamiento psicoemocional es primordial, ya que permite a las pacientes expresar sus emociones, reducir el miedo y desarrollar resiliencia”.
Consejos sobre cómo incorporar el deporte, qué alimentación es la más adecuada…
La participación de las asociaciones AMOH y ASACO ha sido fundamental para la creación del dossier, sobre todo a la hora de trasladar las vivencias y las necesidades de las pacientes, así como las de sus familiares y allegados. Por ello, además de ofrecer información detallada sobre el cáncer ginecológico y su manejo terapéutico, el documento recoge recursos de apoyo que incluyen consejos prácticos y recomendaciones sobre cómo incorporar el deporte de manera segura en la rutina diaria, qué alimentación es la más adecuada o cómo gestionar las emociones, entre otras cuestiones.
Son muchas las inquietudes e inseguridades que experimenta una paciente desde el mismo momento en que es diagnosticada de cáncer. “Por ello, es tan importante tener un material que nos ayude a comprender mejor nuestra situación, saber que no estamos solas y conocer cuáles son las herramientas a nuestro alcance para poder mantener una calidad de vida adecuada durante este proceso”, señala Charo Hierro, presidenta de ASACO. Hierro, asimismo, recalca la necesidad de trabajar para conseguir una buena comunicación con el equipo médico, dado que, si bien la comunicación facultativo-paciente ha evolucionado mucho, aún es necesario “eliminar barreras”, en particular en todo aquello relacionado con el estado emocional y la vida sexual de las pacientes, aspectos tradicionalmente “rodeados de tabúes que impiden una conversación realmente abierta”.
El cáncer ginecológico hereditario, y en particular el cáncer de ovario, que es el más afectado por las mutaciones genéticas hereditarias, cuenta también con un apartado especial en la nueva guía. En esta línea, Marisa Cots, presidenta de AMOH, resalta la importancia del asesoramiento o consejo genético, ampliamente explicado en el documento: “aunque no haya detección precoz efectiva, saber sobre la mutación permite a las personas realizar revisiones más frecuentes y tomar decisiones preventivas, como la extirpación de ovarios y trompas tras la maternidad. Además, el consejo genético ayuda a planificar tratamientos personalizados y a informar a familiares sobre los riesgos, buscando salvar el máximo de vidas posible”.
En los últimos años, los tratamientos para cánceres ginecológicos han mejorado gracias al avance de la inmunoterapia y la medicina de precisión. Al prolongarse la vida de las pacientes, mejorar su calidad de vida y reducirse los efectos secundarios, se han abierto nuevas posibilidades y nuevas esperanzas. “Desde GSK apoyamos el conocimiento y prevención de la enfermedad trabajando por una investigación, desarrollo e innovación continua, movidos por el compromiso y la convicción de que la esperanza nunca se cronifica; la esperanza se contagia a través de un esfuerzo continuo y colectivo. Porque juntos, somos capaces de transformar el cáncer en esperanza”, asegura Leticia de Luján, directora médica de Oncohematología en GSK España.
Referencias
1. Sociedad Española de Oncología Médica. Las cifras del cáncer en España 2024 [Internet]. 2024. [Último acceso: marzo 2024]. Disponible en: seom.org/images/Informe_Cifras_Cancer_2024.pdf