Redacción Farmacosalud.com
Unas baterías no tóxicas hechas con melanina y que pueden ingerirse podrían ser útiles en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, según se ha puesto de manifiesto en la página web de la American Chemical Society [Sociedad Americana de Química (ACS)][1]. El avance ha sido presentado en la última reunión -la 252ª- de la ACS. Un equipo de investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon (CMU), en Pittsburgh (Estados Unidos), ha creado el revolucionario dispositivo, elaborado a base de pigmentos de melanina, sustancia que se encuentra de forma natural en la piel, cabello y ojos.
Años atrás, los científicos ya desarrollaron una cámara comestible a pilas que, pensada como herramienta complementaria para endoscopias, ofrece imágenes de zonas del sistema digestivo inaccesibles para un endoscopio tradicional. Esta cámara, de un solo uso, está diseñada para excretarse una vez ha realizado su función, pero siempre existe la posibilidad -aunque pequeña- de que el aparato quede atascado en el cuerpo del paciente. Además, siempre hay un riesgo de toxicidad.
El equipo de la CMU, liderado por Christopher Bettinger, partió de una idea: la melanina absorbe la luz ultravioleta para eliminar los radicales libres y protegerse de posibles daños, actuando como si fuera una batería. Los investigadores, entonces, procedieron a desarrollar los dispositivos y comprobaron que las baterías de melanina eran eficaces. Y, si bien por ahora su capacidad es menor que las baterías de ión-litio, los científicos calculan que podrían ser lo suficientemente potentes como para alimentar un dispositivo de administración de fármacos, de detección diagnóstica o de liberación de vacunas, antes de degradarse de manera natural.
Un avance que “parece” alentador, si bien es necesario realizar estudios de toxicidad
Según la profesora M. Victòria Clos, catedrática de Farmacología e investigadora del Instituto de Neurociencias de la Universitat Autònoma de Barcelona (Cerdanyola del Vallès, en Barcelona), la información que ha difundido la ACS sobre la nueva batería de melanina “parece alentadora”. Clos, que deja claro que realiza estas declaraciones a www.farmacosalud.com no como entendida en este tipo de dispositivos sino como -obviamente- experta en farmacología, explica que del contenido del comunicado se entiende que la batería “contiene 600 mg de esta substancia en cada polo, en total 1,2 g de melanina. Probablemente eso pueda dar respuesta a determinadas situaciones que hasta el momento están sin resolver”.
“Aparte de los efectos beneficiosos propios de la melanina -comenta Clos-, hay que tener en cuenta que hasta que no se realicen estudios de toxicidad crónica, entre otros, no puede descartarse la presencia de efectos indeseables. Cito aquí un artículo reciente sobre algunas de las funciones de la melanina en el organismo[2]. Una característica de esta molécula es la de secuestrar o fijar determinadas substancias, también tóxicas, que se han vinculado a algunas enfermedades. Con ello, sólo tener en cuenta (a la hora de comentar esta noticia) que el mero hecho de que sea una substancia que está en el organismo no significa que esté exenta de efectos indeseables. En este caso, la capacidad de la melanina de retener algunas substancias podría representar un problema dada la cantidad total que hay en dicha batería”.
“Hay que tener siempre presente que la diferencia entre un fármaco y un veneno es sólo la dosis (Paracelso: sola dosis facit venenum). Esto sirve para este caso aunque también para cualquier tipo de substancia de origen natural, de las que habitualmente se dice (por ignorancia) que por su origen están exentas de efectos indeseables”, advierte la profesora.
Un “buen invento” desde el punto de vista de su intencionalidad última
Por su parte, la profesora Pilar Rivera Gil, experta en nanobiotecnología y nanomedicina de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, califica a la batería comestible de “buen invento” por la intencionalidad última de sus creadores, que es la de lograr que el dispositivo “controle la liberación de un fármaco o tenga algún tipo de actividad biológica de forma controlada”. En cuanto a los conceptos de seguridad, Rivera Gil coincide plenamente con la profesora Clos: hay que realizar estudios de seguridad a largo plazo. “Si se dice que la batería no es tóxica es porque ya se habrán hecho ensayos de toxicidad… se supone que los materiales con que está construido este dispositivo están aprobados por la FDA. Supongo que ya habrán hecho, o al menos deberían hacerse, ensayos de toxicidad tanto a corto como a largo plazo. Habría que estudiar también la metabolización asociada a este tipo de dispositivo”, apunta a www.farmacosalud.com la experta de la UPF.
Referencias
1. 'Battery you can swallow could enable future ingestible medical devices'. www.acs.org
2. Karlsson O, Lindquist NG. 'Melanin and neuromelanin binding of drugs and chemicals: toxicological implications'. Arch Toxicol. 2016 Aug;90(8):1883-91. doi: 10.1007/s00204-016-1757-0. Epub 2016 Jun 16. Difusión online abtract www.ncbi.nlm.nih.gov