Redacción Farmacosalud.com
Una película de ésteres de glicerol (Blox Allergy®) aplicada en la mucosa nasal actúa como barrera protectora frente a los alérgenos ambientales y reduce los síntomas de la rinitis alérgica en un 33%, según el consenso para el uso de tratamientos de evitación alergénica en pacientes con rinitis alérgica al que han llegado 27 prestigiosos especialistas alergólogos y otorrinolaringólogos de 25 centros de toda España. Esta microemulsión “evita la activación del sistema inmunitario” e “impide que se produzca la cascada alérgica”, indica el documento, elaborado por el método Delphi. Blox Allergy® es un tratamiento desarrollado y comercializado por Laboratorios Medea (Laboratorio Reig Jofre), han informado fuentes de esta compañía.
Los autores del consenso afirman que “el recubrimiento lipídico en toda la mucosa nasal atrapa las partículas alergénicas desde el momento de su aplicación e impide que interactúen con el epitelio nasal”. La consecuencia es una reducción de los síntomas cuando se aplica antes del contacto con el alérgeno. En el caso del polen, “reduce un 33% los síntomas nasales y un 62% los marcadores de la inflamación, frente a solución fisiológica”. Respecto a los ácaros del polvo, la disminución es del 34%. También resulta eficaz en la protección frente al epitelio animal. Una de las ventajas de este tratamiento barrera es su “excelente perfil de seguridad”, destaca el doctor Pedro Ojeda, director de la Clínica Ojeda de Asma y Alergia, ya que “se trata de un producto de origen natural, sin efecto sistémico”. De hecho, según las conclusiones del documento de consenso, “puede ser utilizado a demanda por adultos, ancianos, niños mayores de 6 años y mujeres embarazadas y en período de lactancia, ya que no se han detectado efectos adversos importantes”. Otra de las recomendaciones del documento de consenso es que “se debe promover el concepto ‘evitación alergénica’ por su utilidad en la prevención de los episodios alérgicos”. La rinitis alérgica es la patología alérgica más prevalente entre la población, ya que la sufre entre el 10 y el 25 por ciento de la misma. Sin embargo, “gran parte de los pacientes se encuentra infradiagnosticado, ya que muchos sufren cuadros leves a los que suelen habituarse, y otros confunden la rinitis alérgica con la catarral. El resultado es que “la mitad de los pacientes no acude nunca al médico para tratar su problema”, advierte el doctor Ojeda.
Millones de personas forzadas a ‘esconderse’ de la primavera
Los investigadores aconsejan el incremento de la prescripción de tratamientos tópicos nasales para la evitación alergénica. Según los especialistas consultados, “se ha producido un aumento leve de la prescripción de tratamientos tópicos para tratar los síntomas de la rinitis alérgica (80,9%) en comparación con el estudio Alergológica 2005”. En ese estudio los médicos declararon que el 77% de los pacientes habían recibido tratamiento y entre ellos, el 82% eran antihistamínicos y 24%, corticoides tópicos.
Por otro lado, la primavera trae consigo numerosos problemas para cientos de miles de personas afectadas por alergias, en particular, la rinitis alérgica. La rinitis alérgica es un trastorno muy común, causado por la inflamación de la mucosa nasal debido a una reacción alérgica al polen o a otros alérgenos exteriores e interiores como los ácaros del polvo doméstico, mohos o caspa de animales. El principal síntoma que describen los pacientes es el de la nariz tapada, aunque algunos también destacan la secreción nasal o un exceso de estornudos. Además de los síntomas nasales, la inhalación de alérgenos en el aire puede provocar síntomas conjuntivales como picor de ojos, lagrimeo, etc. La rinitis alérgica afecta en gran medida la calidad de vida de las personas afectadas, provocando la privación del sueño, problemas de concentración y disminución de la capacidad de aprendizaje. Además, la rinitis alérgica no tratada es un factor de riesgo para el asma. Las investigaciones estiman una pérdida de alrededor de 100 mil millones de euros debido a la rinitis alérgica no controlada que afecta a la productividad, han apuntado desde la Academia Europea de Alergia e Inmunología clínica (EAACI).