Redacción Farmacosalud.com
Cada año, crece un 40% el número de mujeres que vitrifican sus óvulos (criopreservación) para postergar su momento de ser madres, conocedoras del efecto del tiempo sobre su fertilidad. Y es que, a partir de los 35 años, la fertilidad femenina cae un 5% cada año, una realidad contra la que no se puede luchar a nivel biológico. Pero ¿y si las mujeres pudieran vitrificar sus óvulos sabiendo la probabilidad futura de tener un bebé con ellos? Este es el último avance que ofrece el uso de la Inteligencia Artificial (IA) aplicado al ámbito de la medicina reproductiva.
“Se trata de un avanzado software que evalúa de forma personalizada la calidad de los óvulos y su potencial reproductivo. Así, la paciente no sólo podrá conocer la cantidad de óvulos extraídos en su tratamiento de preservación de la fertilidad, sino también la calidad de los mismos, además de obtener un informe con la probabilidad de tener un bebé con sus óvulos extraídos. En este punto, el cálculo de la probabilidad de tener un niño se realiza mediante un algoritmo que combina variables relacionadas con la edad de la paciente y la calidad de sus ovocitos, con un 75% de precisión”, explica la Dra. Vanessa Vergara, directora médica de IVI en Iberia, Latinoamérica y República Checa.

Un ejemplo de criopreservación en laboratorio
Autor/a de la imagen: vilevi
Fuente: depositphotos.com
Antes de la IA no había métodos predictivos en la evaluación morfológica de los óvulos
Este importante avance supone un punto de inflexión en las técnicas de preservación de la fertilidad, ya que ofrece a las mujeres mayores expectativas frente a sus procesos, pues con anterioridad a la IA la evaluación morfológica de los óvulos no tenía ningún método cuantitativo o cualitativo riguroso que definiera su calidad y la asociara a un resultado, como es el caso actual. Con la nueva metodología, las mujeres podrán decidir con total autonomía y mayores garantías acerca de su presente y su futuro reproductivo.
“Si la vitrificación ya supuso un gran avance para la mujer en cuanto a poder de decisión y autonomía, ahora, con el plus que supone la aplicación de la IA y la genética, las mujeres que decidan asegurar su fertilidad futura lo harán con toda la información posible en sus manos: la de sus posibilidades de ser madre y su perfil genético, ambos posibles factores de decisión a la hora de abordar una maternidad futura con total autonomía reproductiva. Para ello, es importante incidir en la importancia de optar por la preservación de la fertilidad antes de los 35 años, lo cual aumenta un 40% la tasa de éxito respecto a hacerlo más tarde, dado que una vez vitrificados, los ovocitos de las pacientes permanecerán guardados el tiempo que sea necesario, conservando la misma calidad que en el momento en que se congelaron”, añade Vergara.
La IA, gran avance para los embriólogos
Hace años se apostó por la IA como novedosa herramienta para mejorar el campo de la reproducción asistida y, más concretamente, de la embriología. Desde entonces, IVI ha liderado el ámbito de la aplicación de esta tecnología superavanzada explorando diferentes vías que hoy, afortunadamente, perfilan un campo prometedor, con grandes expectativas de cara a la optimización de los tratamientos reproductivos con el fin de ofrecer los mejores resultados a las personas que depositan en ellos su confianza.
“La IA, en general, en el ámbito reproductivo, permite ayudar al embriólogo en la toma de decisiones y valoración de las expectativas de los tratamientos en varios campos. Nos ayuda a evaluar la calidad espermática, a seleccionar el mejor espermatozoide para fecundar el óvulo, a conocer la calidad de los óvulos de nuestras pacientes, combinar los datos de manera global y genérica con algoritmos más precisos que nos ayuden a entender qué tipo de tratamiento debemos realizar a cada paciente o qué esperar de ese tratamiento”, apunta la experta.
Más concretamente, en la actualidad, la IA está aportando interesantes avances respecto a la preservación de la fertilidad. Y es que, este tratamiento crece exponencialmente entre las mujeres que deciden vitrificar sus óvulos como garantía futura de ser madres con sus propios gametos.

Autor/a: Syda_Productions
Fuente: depositphotos.com
“Y es por ello que no podemos más que recoger esta necesidad social creciente e investigar para ofrecer las mejores opciones a estas mujeres. Y vamos un paso más allá: además del uso de la IA basada en imágenes de miles de ovocitos para ayudarnos a predecir las posibilidades futuras de éxito cuando se utilicen esos ovocitos, ofrecemos la posibilidad de realizar un estudio genético. Este análisis de las células obtenidas mediante una muestra de sangre periférica nos permitirá conocer si la paciente presenta alguna alteración genética, lo cual nos permitirá calcular mejor cuántos ovocitos va a necesitar para obtener un mejor resultado en su proceso reproductivo”, explica.
“Es decir, si la paciente es portadora de una enfermedad genética, requerirá de un mayor número de ovocitos para poder realizar un análisis preimplantatorio a los embriones cuando tenga que utilizarlos. La inclusión de la IA y la genética en la preservación posibilitan ofrecer el enfoque más personalizado a las pacientes, y refuerza la toma de decisiones informada alineada con los deseos y las circunstancias de cada persona”, concluye la Dra. Vergara.