Redacción Farmacosalud.com
El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y el Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona) presentan el programa ‘Obrint portes’ [Abriendo puertas] destinado a adolescentes con cáncer. Esta intervención combina el disfrute del arte y la creación artística con el fin de ayudar a los pacientes a disponer de un espacio de encuentro seguro en el que explorar su autoestima y creatividad, y al mismo tiempo relacionarse con chicos y chicas que comparten las mismas inquietudes. Siguiendo la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de incorporar las artes y la cultura en los sistemas sanitarios, el proyecto explora el potencial artístico como herramienta para alcanzar objetivos de salud específicos.
En la primera edición de esta iniciativa participan 12 adolescentes con cáncer del Servicio de Oncología y Hematología Pediátricas del Hospital Universitario Vall d’Hebron, de entre 12 y 17 años, con sus familias, si bien realizan las actividades por separado. El equipo de profesionales del centro hospitalario es quien selecciona a los pacientes participantes, que deben estar en un tratamiento de baja intensidad, en mantenimiento o fuera de tratamiento. El mismo equipo médico se encarga de analizar los resultados obtenidos.
“El entorno familiar, cuando hay una enfermedad grave, necesita cuidados, un colchón"
"Estoy muy contento de presentar este proyecto que no sólo está dirigido a los jóvenes, sino también a sus familias. Porque el entorno familiar, cuando hay una enfermedad grave, también sufre y necesita cuidados, un colchón", destaca el consejero de Salud, Manel Balcells. "Vale la pena destacar la apuesta en la que el arte y la salud van de la mano. Más allá de lo contemplativo, el arte creativo puede ayudar a beneficiar a pacientes jóvenes de 12 a 17 años que están en tratamiento en Oncología Pediátrica. Es una experiencia que evaluamos de la mano de uno de los grandes hospitales del país como es el Vall d'Hebron. Lo hacemos, pues, con garantías y métodos científicos y de efectividad. Es un proyecto que, si va bien, lo podemos extrapolar", agrega.
La intervención consta de nueve sesiones que tienen lugar en el MNAC los martes por la tarde. El programa gira en torno al simbolismo de las puertas y ha sido diseñado por el equipo del MNAC. "Las puertas pueden ser una metáfora de la vida. Tienen muchas connotaciones, positivas y negativas. Una puerta cerrada puede ser un espacio seguro y acogedor, pero también una prisión. Y una puerta abierta puede conectar con sueños y esperanzas", explica Natàlia Esquinas, doctora en Historia del Arte y cocreadora de los talleres junto con Eva Vilanova, y Norma Vélez, coordinadora de los proyectos de ‘Arts en Salut’ [Artes en Salud] del MNAC.
Trabajando con un cuaderno de bitácora
En el marco del protocolo de intervención diseñado por Vall d’Hebron, en las primeras reuniones se ha trabajado la cohesión de grupo y el diálogo para que los adolescentes exploren los sentimientos y se relacionen. En esas sesiones se trabaja con diversos recursos de mediación artística como las Estrategias del Pensamiento Visual, que animan a dialogar y comunicarse a través de la observación del arte. Entre las obras elegidas, se encuentran la colección de puertas modernistas del MNAC, con piezas de Antoni Gaudí, y obras pictóricas de Feliu Elies o Marià Fortuny. Las últimas cinco sesiones se centran en el proyecto de manipulación y creación artística de una puerta y cuentan con el apoyo de los equipos técnicos, como el de infraestructuras y carpintería, del Museo. "El arte es metáfora y la metáfora nos ayuda a comunicar algo íntimo, sobre todo trances emocionales", dice Esquinas.
Los chicos y chicas trabajan con un cuaderno de bitácora, que formará parte de la evaluación cualitativa. Paralelamente, las familias asisten a las sesiones 'Tardes d’Art' [Tardes de Arte], un espacio para compartir su experiencia a través de tertulias dinamizadas por una educadora. Al final, los dos grupos coincidirán en una muestra pública en el museo y en el hospital, donde se descubrirán las creaciones artísticas que los jóvenes habrán hecho con las puertas.
El nuevo programa se financia gracias a las botas con las que Leo Messi marcó el gol número 644 con el FC Barcelona y superó el récord de Pelé como máximo goleador con un mismo equipo. Se subastaron en la emblemática casa Christie's por 140.000 euros en 2021, y el dinero se ha destinado al programa ‘Arts en Salut’, que, entre otros, da cobertura al proyecto ‘Obrint portes’.
Evitar el riesgo de aislamiento social
La adolescencia es un período de transición crítico de la infancia a la edad adulta, y los pacientes adolescentes con cáncer tienen el doble reto de enfrentarse al diagnóstico de una enfermedad grave que plantea dudas y preguntas en un momento en que su entorno está lleno de vida. "Los pacientes adolescentes con cáncer tienen más riesgo de sufrir malestar emocional y aislamiento social debido a las características del tratamiento, que pueden implicar ingresos frecuentes y/o limitación de actividades y condiciones que afectan su calidad de vida", señala Sara Formentí, psicooncóloga de Vall d’Hebron.
Con este programa se busca identificar el impacto del arte en la salud mental y el bienestar emocional. "Queremos investigar si las actividades realizadas pueden favorecer el bienestar emocional (ansiedad, síntomas depresivos y estrés postraumático), fomentar la autoestima y la comunicación social, trabajar la autoimagen, la gestión de la incertidumbre, y analizar los efectos sobre la salud mental", sostiene Anna Saló, psicooncóloga del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora principal del proyecto.
"Con las conclusiones, trataremos de encontrar nuevas herramientas y estrategias terapéuticas basadas en el arte, de manera que su aplicabilidad pueda trasladarse a otras intervenciones y contextos. Si las conclusiones son positivas, el proyecto 'Arts en Salut' se podría ampliar a más pacientes con la voluntad de seguir creando nuevos proyectos que estudien la conexión entre arte y salud en otras patologías", señala Carlota Aguilera, mánager de ensayos clínicos e investigadora del Servicio de Oncología e Hematología Pediátricas de Vall d’Hebron.
El arte ha ido ganando terreno en los hospitales como aliado de la medicina en los últimos años; pero aunque el vínculo entre esta disciplina y la salud se encuentra ya en la Antigua Grecia, hasta hace poco no se ha empezado a estudiar su relación con una mirada científica. Después de revisar más de 900 estudios que aseguran que el arte beneficia la salud, hace cinco años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que las artes podían desempeñar un papel importante en la salud de las personas tanto en los ámbitos de la prevención y la promoción como en la gestión y el tratamiento de enfermedades.