Redacción Farmacosalud.com
La respuesta a la evolución de un tumor podría esconderse en los píxeles imperceptibles de las pruebas habituales de diagnóstico por la imagen, como pueden ser una resonancia magnética o un TAC. Esta es la aportación de los biomarcadores de imagen: se basan en características a menudo no observables a simple vista por el ojo humano, resultando relevantes para el diagnóstico de precisión del cáncer o para determinar la evolución futura de un tumor. Precisamente, los equipos de Radiología y Medicina Nuclear del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB en l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona) han conceptualizado un proyecto de radiómica que se inicia con 44 subproyectos liderados por 20 investigadores. Se está trabajando en un enfoque cuantitativo de la imagen para el diagnóstico que permitirá detectar y utilizar estos biomarcadores de imagen en conjunto con otras tecnologías -como la Inteligencia Artificial (IA) o el aprendizaje profundo (deep learning)- para la práctica clínica.
Patología tumoral de distintos órganos, fibrosis pulmonar, esclerosis múltiple…
“Hemos vehiculado este proyecto a preguntas clínicas generadas por los equipos de radiología, medicina nuclear y médicos expertos en patologías muy concretas, incluyendo patología tumoral de distintos órganos y patología no tumoral como fibrosis pulmonar, esclerosis múltiple, artritis reumatoide y trasplante renal, entre otros, para las que consideramos que los biomarcadores de imagen pueden aportar respuestas relevantes”, apunta el Dr. Nahum Calvo, director clínico del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario de Bellvitge.
Fuente: Hospital Universitario de Bellvitge
"Esta información, combinada con la IA, es la que nos permitirá tomar las mejores decisiones clínicas en el presente y en el futuro", añade el especialista.
Ahora, gracias a los fondos europeos FEDER, el HUB contará con herramientas tecnológicas (Olea Sphere SDK y Automation Platform de Canon Medical) para que los profesionales del servicio de diagnóstico por la imagen empiecen a desarrollar el software y generar algoritmos. Mediante el análisis bioinformático de la acumulación de datos de pacientes atendidos a lo largo de los años en el centro hospitalario de Bellvitge, se podrán obtener los biomarcadores de imagen. Estos indicadores se desarrollan bajo una regulación muy estricta, teniendo en cuenta datos clínicos, histológicos y de respuesta a tratamiento, entre otros.
Posteriormente, se integran con datos clínicos y se correlacionan con resultados en salud. Esto permitirá realizar un diagnóstico más precoz del cáncer y otras patologías, conocer su grado de agresividad, e incluso optimizar la aplicación de nuevos tratamientos terapéuticos, avanzándose a los efectos secundarios teniendo en cuenta a cada paciente. Todo el conocimiento generado podrá ser exportable y utilizado por profesionales de otros centros y hospitales.
Hacia la alta precisión diagnóstica
El nuevo proyecto es pionero en el sistema de salud catalán: "El hecho de que se incorpore una metodología de trabajo estructurada para obtener estos biomarcadores y una plataforma para desarrollar software es absolutamente singular y único", indica el Dr. Calvo, quien agrega: "Este proyecto sitúa a Cataluña a la vanguardia de la generación de conocimiento y también de la innovación en biomarcadores de imagen".
Fuente: Hospital Universitario de Bellvitge
El Hospital Universitario de Bellvitge está trabajando para transformar el modelo actual de diagnóstico por la imagen a uno que incorpore al enfermo al centro de la atención. "Estamos incorporando la experiencia de paciente -la suma de todas las interacciones que influyen en las percepciones del paciente durante toda la atención recibida- en proyectos de diagnóstico por la imagen", explica Calvo. El equipamiento más importante en el que se aplicará será el Centro de Alta Precisión Diagnóstica, que este 2023 alojará el primer PET/RM asistencial de la sanidad pública en España, dando servicio a todo el sistema público catalán, y que se instalará gracias a la colaboración filantrópica de la Fundación Privada Daniel Bravo Andreu.
