Redacción Farmacosalud.com
Los urólogos españoles ya disponen de una nueva herramienta de orientación diagnóstica en cáncer de próstata. Se trata del nuevo test 4Kscore®, desarrollado por la compañía OPKO en colaboración con científicos del Memorial Sloan-Kettering Center de Nueva York. Su mayor especificidad, superior a la determinación del PSA, permitiría reducir a la mitad las 100.000 biopsias que cada año se realizan en España, ha informado OPKO en un comunicado difundido por la Asociación Española de Urología (AEU).
Actualmente, el diagnóstico del cáncer de próstata se realiza mediante el tacto rectal y un análisis rutinario de sangre, el PSA (Prostate-Specific Antigen). No obstante, este análisis no es suficientemente específico debido a que hay pacientes con el PSA elevado que no padecen cáncer de próstata. La única manera de descartar el cáncer de próstata era hasta el momento con biopsias periódicas. La biopsia, un prueba dolorosa para el paciente, se basa en obtener tejido prostático mediante una punción, que se analiza en el laboratorio para ver si existe cáncer o no. En el 60 por ciento de los casos se trata de una falsa alarma y la biopsia de próstata no presenta signos de enfermedad maligna, por lo que se hubiera podido evitar. Gracias al nuevo test, se podrá avanzar en este sentido, lo que supondrá una mejor calidad de vida de los pacientes así como un ahorro de costes considerable para los sistemas de salud.
La prueba diferencia entre el cáncer agresivo y el no agresivo
En Europa, todos los test se analizarán en el Hospital Clínic de Barcelona. Los parámetros obtenidos se envían a OPKO Lab en Nashville, Estados Unidos, y en pocos días se tienen los resultados. Los resultados de una biopsia, en cambio, tardan una media de 10 días, 5 si es de carácter urgente, y generan gran ansiedad en el paciente. Además de evitar la biopsia a muchos pacientes, esta prueba, complementaria al PSA (que se seguirá haciendo), permite diferenciar entre el cáncer agresivo, que hay que tratar de forma más intensa, y el no agresivo, en el que no es preciso tratar y basta con el seguimiento periódico del paciente, evitando así los efectos secundarios de los tratamientos.
El cáncer de próstata es el segundo más frecuente entre los hombres, con aproximadamente 900.000 nuevos casos al año en el mundo, 300.000 de ellos en Europa y 25.000 en España. La mayoría de los casos se diagnostican entre los 60 y los 80 años.