Redacción farmacosalud.com
Un nuevo dispositivo inyectable permite diagnosticar arritmias y aportar más información sobre el funcionamiento del corazón, ha informado el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. El dispositivo, que es el aparato de monitorización cardíaca más pequeño disponible para pacientes, es un tercio del tamaño de una pila normal, se coloca con una técnica mínimamente invasiva y permite monitorizar el corazón de forma continua y sin cables durante más de 3 años, lo que facilita el diagnóstico y la monitorización a largo plazo de las arritmias. También permite que los médicos reciban alertas cuando los pacientes tengan alteraciones cardíacas.
Situado justo bajo la piel, mediante una incisión de menos de un centímetro en la zona superior izquierda del pecho, el Reveal LINQ ICM (de la empresa Medtronic), es a menudo prácticamente invisible a la vista una vez inyectado. Se trata de un dispositivo muy pequeño y sin cables que se coloca con una técnica mínimamente invasiva, cosa que facilita el procedimiento tanto a médicos como a pacientes. Este dispositivo está indicado para enfermos que hayan experimentado síntomas como mareos, palpitaciones, síncopes y dolor en el pecho que puedan sugerir una arritmia cardíaca, y en aquellos pacientes con mayor riesgo de sufrirlas, ya que permite monitorizar el corazón durante más de 3 años y aportar información adicional sobre su funcionamiento a largo plazo.
El dispositivo proporciona una monitorización remota diaria
Además de sus dimensiones, que hacen que el paciente prácticamente no note que lo lleva, este dispositivo forma parte de un potente sistema que proporciona una monitorización remota diaria (mediante el sistema CareLink®), que permite a los médicos recibir notificaciones cuando los pacientes tienen algún tipo de alteración cardíaca. Por primera vez en España, 10 hospitales, entre los cuales el Hospital Universitario Vall d’Hebron, han implantado con éxito estos dispositivos.
El doctor Ángel Moya, jefe del Programa de Arritmias de este centro hospitalario, explica que “este nuevo sistema de monitorización supone un avance para los pacientes porque les permite continuar con su día a día sin interrupciones ni incomodidades, y también lo es para los médicos, ya que nos permite disponer de más información sobre el funcionamiento del corazón a largo plazo, cosa que posibilita el diagnóstico de arritmias en pacientes con riesgo de desarrollar esta patología”.
Una patología que pude llegar a causar un paro cardíaco
Una arritmia es cualquier alteración del ritmo normal del corazón, que puede ir desde latidos muy lentos a aceleraciones muy marcadas que pueden llegar a provocar episodios de pérdidas de conocimiento y en algunos pacientes, incluso, un paro cardíaco. En la mayoría de los casos, los tratamientos con fármacos son insuficientes para controlar los trastornos del ritmo y precisan de otros métodos como por ejemplo un tratamiento con un catéter para destruir físicamente el foco o substrato de la arritmia (ablación), o la implantación de algún dispositivo como un marcapasos o un desfibrilador.
Cada año, en el Hospital Universitario Vall d’Hebron se atienden más de 2.500 pacientes con arritmias y se realizan más de 200 ablaciones (el 10% de las cuales a enfermos con cardiopatías congénitas, que son pacientes de alta complejidad).