Redacción Farmacosalud.com
Para el nuevo presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), el doctor Javier Crespo, una de las grandes novedades del LXXVII Congreso Nacional de la SEPD, celebrado recientemente, ha sido la presentación del proyecto de Integración de la Simulación Clínica en Aparato Digestivo, una iniciativa destinada “a disminuir los errores médicos. Este programa, de carácter innovador y disruptivo, supone un cambio de paradigma en la formación de nuestros especialistas en formación”.
En cuanto al debate abierto sobre la prescripción excesiva de omeprazol como protector gástrico, Crespo remite a un trabajo de la Revista Española de Enfermedades Digestivas (REED) en el que se demuestra que, actualmente, “la utilización de los inhibidores de la bomba de protones es mucho mayor de lo deseable y que este uso se debe tanto al autoconsumo por parte de los pacientes como a una prescripción excesiva por parte de los médicos”. El nuevo presidente de la SEPD también alerta sobre el hecho de que, “para muchas personas, la salud ha pasado a ser un bien más de consumo. Y este cambio social ha contribuido al desarrollo de la automedicación, pero también de las terapias alternativas, cuyos efectos beneficiosos son, cuando menos, cuestionables”.
-Uno de los objetivos de la nueva Junta Directiva de la SEPD es el de potenciar la visibilidad de la especialidad tanto desde el punto de vista institucional como social. ¿Cómo se materializará esa potenciación de la visibilidad?
La especialidad de Digestivo es una de las más innovadoras y desafiantes, como lo demuestran múltiples líneas de investigación, incluyendo los tratamientos de última generación frente a la hepatitis C, excelentes programas de prevención del cáncer, el desarrollo de herramientas que nos han permitido comprender nuestro microbioma e identificarlo como un ‘nuevo órgano’, la enfermedad hepática por depósito de grasa -en el que nuestros especialistas serán claves en el control de la enfermedad-, o los avances en el campo de los trasplantes. Son solo algunas de las razones científicas que justifican mis palabras iniciales. Pero, además de la innovación, se ha producido una auténtica revolución en el diagnóstico relacionado con nuestra especialidad: avances disruptivos en el campo de la endoscopia y ecoendoscopia, ecografía, o exploraciones funcionales del tubo digestivo. Es una especialidad que comparte con naturalidad la parte cognitiva con la instrumental.
Por último, no debemos olvidar la investigación de excelencia en enfermedades hepáticas y digestivas, de carácter preferentemente traslacional y que facilita la obtención de resultados transferibles a la práctica clínica y a aplicaciones biotecnológicas. Sin embargo, y a pesar de los datos anteriores y de que es una de las especialidades en las que la demanda por parte de la población es muy alta, sinceramente creo que su visibilidad entre la población general y algunas de nuestras autoridades es claramente menor de lo que le corresponde.
Probablemente, habrá que combinar un buen número de estrategias para aumentar nuestra visibilidad: incrementar nuestra presencia en redes sociales, potenciar el trabajo conjunto de todos los gastroenterólogos y de todas las sociedades que nos representan, fomentar las relaciones con profesionales de otras especialidades, trabajar con las autoridades sanitarias en la definición de puntos de encuentro y, quizás uno de los aspectos clave, empoderar a nuestros pacientes para que, juntos, diseñemos las estrategias más útiles para la prevención y el control de las enfermedades del tracto digestivo.
-Así pues, también se pretende incrementar el trabajo conjunto con Sociedades hermanas de la especialidad. ¿Quizás se habla de posibles y futuras fusiones entre esas organizaciones?
Tenemos una especialidad con un ingente cuerpo docente, que hace que la superespecialización sea, en muchos casos, una necesidad tanto para los propios profesionales como para sus pacientes. Creo firmemente que la colaboración con todas las sociedades hermanas que agrupan las diferentes sensibilidades de los gastroenterólogos españoles produciría un impacto positivo sobre nuestra especialidad, nuestros especialistas y, como no, sobre nuestros pacientes. Y, además, incrementaría nuestra visibilidad, nuestro impacto social y, como consecuencia de ello, nuestra capacidad para influir sobre la salud digestiva. Un buen ejemplo es el nuevo programa de la especialidad de Aparato Digestivo que la Comisión Nacional de la Especialidad está desarrollando. En este sentido, todas las organizaciones -incluyendo a la Sociedad Española de Patología Digestiva, la Asociación Española para el Estudio del Hígado, la Asociación Española de Gastroenterología, la Asociación Española de Pancreatología, la Sociedad Española de Endoscopia Digestiva, el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa, la Asociación Española de Ecografía Digestiva, el Grupo Español de Motilidad Digestiva, el Área de Capacitación Específica en Hepatología y la Comisión Nacional de Digestivo- hemos avalado el documento de trabajo presentado en el Ministerio de Sanidad y sobre el que se están perfilando los últimos detalles.
Uno de los objetivos prioritarios de la nueva junta de la SEPD será trabajar para conocer las necesidades de nuestros socios y hacer que sientan la SEPD como algo propio. Queremos, tenemos que lograr, que la SEPD sea la casa de todos los gastroenterólogos. No es tiempo de fusiones. Es tiempo de acercamiento. Debemos trabajar para que la SEPD sea la casa de todos los gastroenterólogos. Juntos en la diversidad seremos más fuertes.
-Su nueva Junta trabajará en la implementación del nuevo Plan Estratégico definido por la SEPD para los próximos años. ¿Podría adelantarnos algo al respecto?
La SEPD es una organización compleja formada por más de 2.700 socios, en la que participan de forma activa a lo largo del año más de 200 socios en diferentes actividades además del Congreso, y en la que un equipo profesionalizado se encarga de ayudarnos en la gestión de los diferentes proyectos activos. En este sentido, la Sociedad se organiza en diferentes áreas incluyendo las áreas de administración y atención al socio, de formación, de investigación y gestión del conocimiento y de comunicación. Le mencionaré alguno de esos proyectos:
• Tenemos que generar, difundir y promover el uso de herramientas de gestión que mejoren la calidad, seguridad y eficiencia en la atención sanitaria. En este sentido, la suma de un buen número de proyectos iniciados por la anterior junta debe ver la luz de forma definitiva: VPC-recertificación, EFICAD, definición de la cartera de servicios, RECALAD e indicadores de calidad. La suma de estos proyectos nos puede ayudar a lograr un objetivo más ambicioso: la certificación de Unidades, Secciones y Servicios de Aparato Digestivo. Estas herramientas de gestión permitirán el desarrollo de programas de evaluación de resultados en salud, una de las asignaturas pendientes de la sanidad española.
• La formación postgrado es uno de los elementos punteros de nuestra Sociedad. Seguiremos invirtiendo mucho esfuerzo en conseguir una formación de calidad. Sin duda, el Máster en Hepatología de las Universidades Autónoma de Madrid y de Alcalá que se imparte desde nuestra Sociedad ha marcado uno de los caminos por los que queremos avanzar.
• La complejidad de nuestra especialidad y su elevado número de competencias hace que, ocasionalmente, entremos en colisión con otros especialistas. Debemos definir y delimitar de forma clara nuestro perfil competencial para evitar estas disputas y, sin duda, tender puentes con otras especialidades para mejorar los resultados en salud de nuestros pacientes.
• Debemos remar en la misma dirección que la Comisión Nacional de la Especialidad para conseguir un periodo de formación que no puede ser inferior a cinco años. Además, tenemos la obligación de avanzar de forma definitiva en el área de capacitación específica en Hepatología.
• Debemos incrementar la reputación y la visibilidad de nuestra especialidad, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
• Por supuesto, seremos fieles compañeros de todas las iniciativas a favor de nuestros pacientes. Me permito recordar dos: eliminar la hepatitis C en el menor tiempo posible y exigir la práctica de un cribado universal del cáncer de colon en España, sin inequidades.
-Usted ha sido nombrado presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) tras la celebración del LXXVII Congreso Nacional de dicha organización. ¿Qué novedades o avances diagnósticos y terapéuticos de la cita congresual le gustaría destacar?
Le daré tres pinceladas:
• El magnífico curso ECOENDO, donde se han puesto de manifiesto los últimos avances tanto en el diagnóstico como en el tratamiento a través de dos herramientas básicas en nuestra especialidad: la endoscopia y la ecografía.
• Durante el congreso de la SEPD en Valencia se ha presentado un proyecto de Integración de la Simulación Clínica en Aparato Digestivo que está destinado a disminuir los errores médicos. Este programa, de carácter innovador y disruptivo, supone un cambio de paradigma en la formación de nuestros especialistas en formación, tiene un elevado valor formativo y se alinea con el programa elaborado por la comisión Nacional de Aparato Digestivo.
• Asimismo, se celebró un interesante simposio multidisciplinar donde se abordaron algunos de los aspectos más actuales acerca de las enfermedades inflamatorias inmunomediadas con afectación del tracto digestivo y/o el hígado. Este incremento (de estas dolencias) puede estar condicionado por factores asociados con la historia natural y patogenia de las enfermedades inmunomediadas, y ser independiente a la coexistencia en estos sujetos de factores de riesgo clásicos de carácter metabólico, como la obesidad o la resistencia a la insulina.
-¿Desde un punto de vista médico, qué asignatura/s pendiente/s tiene la gastroenterología española actualmente?
Como ya he comentado con anterioridad, en nuestra especialidad se han producido avances extraordinarios durante los últimos años, pero sin duda, el espacio de mejoría es prácticamente infinito.
El diagnóstico precoz de las enfermedades neoplásicas es uno de esos campos donde los avances son imprescindibles. Sabemos que con el cribado del cáncer de colon mediante la práctica de sangre oculta en heces (y en los casos positivos) disminuye el número de cánceres de colon y, lo que es más importante, disminuye la mortalidad. Pero por desgracia, su implantación no está generalizada en España, produciéndose una situación de inequidad entre los ciudadanos intolerable. Sin duda, una de las misiones de nuestra SEPD es exigir el cumplimiento adecuado de este cribado. Pero, además, está en discusión la necesidad de un cribado de los tumores gástricos y pancreáticos. Sin duda, avanzar en el diagnóstico precoz (y si fuera posible en la prevención secundaria) constituiría un hito para unas patologías -los tumores gástricos y pancreáticos- de elevada letalidad.
Como también mencioné antes, debemos desarrollar protocolos de actuación conjunta con otras especialidades y sociedades científicas. Está claro que la puerta de entrada a nuestro sistema sanitario es la Medicina Primaria; hoy no podemos entender la atención de muchos de nuestros pacientes sin los especialistas en medicina primaria. Nuestra obligación es potenciar esta relación. Pero, de la misma forma, el tratamiento de un paciente oncológico es, por pura necesidad del propio paciente, multidisciplinar. Nuestra relación con oncología se debe afianzar y reforzar, evitando malas interpretaciones. Le mencionaré dos áreas más en las que nuestra especialidad debe avanzar: la sedación de todos nuestros pacientes que se someten a procedimientos invasivos (para lo que necesitaremos entendernos con los anestesiólogos) y la investigación en resultados de salud, que redundará en una mejora de la sostenibilidad del sistema.
Y, no me gustaría olvidar que la gestión de la diversidad será clave en nuestro futuro. No solo la diversidad que proporcionan las múltiples sensibilidades profesionales de los gastroenterólogos (hepatología, endoscopia, enfermedad inflamatoria intestinal, ecografía, motilidad, etc.), sino la diversidad de generaciones que tendrán que compartir las unidades y servicios de digestivo en España. En este sentido, los baby bommers, la generación X y la generación Y ya compartimos trabajo y en breve se incorpora la generación Z. Generaciones con diferentes valores y experiencias que tenemos que aprender a juntar para sacar lo mejor de esta fusión.
-Se estima que entre un 15% y un 20% de los españoles sufre una afección digestiva crónica. ¿Eso es mucho, es tolerable, o es poco en comparación con otros países de nuestro entorno?
La Patología Digestiva constituye uno de los motivos más frecuentes de consulta para la población general. Aunque la incidencia y la prevalencia de algunas enfermedades es diferente en función de la latitud y de las características socioeconómicas de la población a la que nos refiramos, la patología digestiva de la población española es similar a la de la población europea, con algunas tendencias claras: un aumento de la patología relacionada con nuestro sistema inmune y/o microbiota como la celiaca o la enfermedad inflamatoria intestinal, un claro incremento de la enfermedad hepática por depósito de grasa relacionado con el imparable aumento del sobrepeso y la obesidad en nuestra sociedad, y una disminución de las úlceras duodenales como consecuencia del tratamiento, cada día más eficaz, del helicobacter.
-¿Todavía hay una prescripción excesiva de omeprazol como protector gástrico, o bien esa tendencia se ha estabilizado o incluso va a la baja?
Un trabajo de nuestra revista, la Revista Española de Enfermedades Digestivas (REED), demuestra que la utilización de los inhibidores de la bomba de protones es mucho mayor de lo deseable y que este uso se debe tanto al autoconsumo por parte de los pacientes como a una prescripción excesiva por parte de los médicos. Aunque algunas iniciativas como las de NO HACER propuesta por el Ministerio de Sanidad influyen en una mayor adecuación de la prescripción, solo una formación continuada adecuada cambiará esta tendencia.
-¿Hasta qué punto le preocupa la automedicación en el ámbito digestivo?
La automedicación es una problemática común a todas las especialidades y a todas las formas de enfermar. Es uno de los problemas más importantes no sólo de nuestra especialidad, sino de nuestra sanidad, de nuestra sociedad. Pero no creo que la automedicación pueda entenderse de forma aislada. Por desgracia, para muchas personas, la salud ha pasado a ser un bien más de consumo. Y este cambio social ha contribuido al desarrollo de la automedicación, pero también de las terapias alternativas, cuyos efectos beneficiosos son, cuando menos, cuestionables. Un grado de concienciación social más importante acerca de los peligros de la automedicación y de muchas terapias alternativas, un mayor control por parte de nuestras autoridades y la aprobación exclusiva de prácticas que hayan demostrado científicamente su valía, son las armas que podemos utilizar contra la proliferación de estas amenazas para la salud pública.