Redacción Farmacosalud.com
El Departamento de Salud del Gobierno Vasco (Osakidetza: Servicio Vasco de Salud) ha actualizado su Programa de Salud Infantil, cuyo despliegue se apoya en los equipos de Pediatría de Atención Primaria (AP). El nuevo plan contempla, a modo de novedad, la realización de un cribado para detectar la depresión mayor en adolescentes de 12 años de edad en adelante usando herramientas de identificación de trastornos como el denominado cuestionario PHQ-2, de sencilla aplicación y validez diagnóstica contrastada.
Dado que por ahora no existen estudios de referencia para comparar poblaciones cribadas y no cribadas, los resultados obtenidos en el screening no pueden ser comparados. “Sin embargo, en trastornos de alta prevalencia y al mismo tiempo infradiagnosticados, es importante el hecho de realizar un esfuerzo para mejorar detección y diagnóstico. En este sentido, el Cuestionario PHQ-2, que consta de dos preguntas sencillas dirigidas al adolescente -si tiene ‘poco interés o disfruta poco de las cosas’ y si se siente ‘desanimado, deprimido o sin esperanza’- es fácilmente aplicable y puede servir como cribado”, argumenta la Dra. María Isabel Lostal Gracia, vocal de la Junta de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría (SPI-AEP).
Los cuestionarios de cribado, una buena herramienta para la AP
La detección de la depresión es clínica siguiendo los criterios diagnósticos de las clasificaciones internacionales, CIE-10 y DSM5. Según el tipo de síntomas y su número, se pueden observar diferentes niveles de gravedad. “Así, en un episodio depresivo leve la persona puede realizar prácticamente todas sus actividades, mientras que en el moderado ya vamos a ver dificultades en ello. Los episodios graves son incapacitantes prácticamente a todos los niveles, como el familiar y social, y en ámbitos laborales y académicos”, afirma la Dra. Lostal.
A juicio de la facultativa, los cuestionarios de cribado de los trastornos más prevalentes en la infancia y adolescencia “son una buena herramienta para ayudar a realizar una detección e intervención temprana desde Atención Primaria (AP). Con la prevención se busca reducir la incidencia, prevalencia y recurrencia de los trastornos mentales, y la discapacidad asociada”.
En los dos últimos años, la depresión se ha multiplicado por 3-4 en adolescentes
A todo esto, cabe decir que los estudios realizados desde la pandemia de COVID-19 sugieren que la depresión se ha multiplicado por 3-4 en adolescentes en los dos últimos años. En esta franja etaria, la presencia del trastorno depresivo puede tener repercusiones no solamente en el presente, sino también en el futuro, ya que cuando esta afección se manifiesta en edades tempranas tiende a recurrir a lo largo de la vida y con frecuencia se convierte en causa de incapacidad laboral en el adulto. Es, asimismo, la principal causa de suicidio, y a su vez el acto de quitarse la vida representa la 2º causa de muerte en menores de 18 años. “Es decir, que el cribado de depresión, mediante cuestionarios sencillos realizados en Atención Primaria, es una excelente herramienta. Es importante señalar que este screening debe ir asociado a un acceso a medidas tanto preventivas como de tratamiento efectivas”, expone Lostal.
De hecho, el nuevo Programa también alude a los impulsos suicidas: ‘la depresión mayor (DM) en la infancia y la adolescencia es un trastorno que representa un importante problema de salud pública, con un gran impacto personal y familiar, y es uno de los principales factores de riesgo de suicidio en adolescentes. A pesar de su relevancia, es un trastorno infradiagnosticado en estas edades y existe variabilidad en su manejo, con diferentes actitudes terapéuticas, de derivación o de seguimiento’.
¿Por qué hay déficits diagnósticos en relación a la depresión sufrida por menores de edad?
¿Así pues, a la vista de todo ello (infradiagnóstico, por ejemplo), existe un tabú en relación a este tipo de enfermedad mental entre adolescentes, incluso entre los propios adolescentes? “En la Guía de Práctica Clínica del SNS (Sistema Nacional de Salud) sobre depresión mayor en la infancia, se considera que más de la mitad de los niños y adolescentes no están adecuadamente diagnosticados ni tratados”, señala la representante de la SPI-AEP. De acuerdo con Lostal, las causas que pueden influir en esta realidad son variadas:
• manifestaciones clínicas inespecíficas y atípicas comparadas con las manifestaciones en adultos
• falta de formación en esta competencia entre los profesionales sanitarios
• falsas creencias entre los padres y familiares, no queriéndose reconocer la existencia de depresión por el estigma que produce dicha patología o por creer que se trata de un fracaso como educadores, aunque no sea cierto
• falsa percepción de las alternativas terapéuticas, y rechazo social y cultural al uso de fármacos para el abordaje de problemas psiquiátricos en niños
Por otro lado, el nuevo cribado contempla la derivación cuando corresponda a un Centro de Salud Mental Infanto-Juvenil (CSMIJ). “En los niños y adolescentes que salgan positivos en el cribado se debe realizar una valoración adicional en Atención Primaria aplicando los criterios diagnósticos de depresión de las clasificaciones internacionales CIE-10 y DSM5, para identificar a los pacientes con depresión mayor en los que es conveniente su derivación a Salud Mental”, detalla Lostal.