Redacción Farmacosalud.com
Los hospitales Parc Taulí (Sabadell), de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat) y Sant Pau (Barcelona) han sido los primeros centros hospitalarios de España que han implantado con éxito el nuevo marcapasos Amvia de Biotronik, un avanzado modelo que, gracias a su reprogramación automática, permite al usuario someterse a una resonancia magnética sin tener que reconfigurar previamente el dispositivo en la consulta del cardiólogo. Amvia, además, realiza esta conversión y vuelve a su estado normal tras la resonancia sin causar ningún tipo de molestia al paciente.
“Para el usuario del marcapasos es un proceso totalmente transparente y seguro. No se dará cuenta de ningún cambio. Excepcionalmente puede sentir que los latidos del corazón aumenten un poco, pero por la experiencia que tenemos, para el paciente probablemente será algo imperceptible”, explica el Dr. Francisco Javier Méndez Zurita, médico adjunto del Hospital de Sant Pau.
Cuando los sensores del Amvia detectan que el usuario está en un campo de resonancia magnética (prueba de imagen), el marcapasos automáticamente se pasa al modo de resonancia magnética. Una vez finalizado el examen, el dispositivo cardiaco vuelve a su programación habitual. De este modo, los pacientes no deben visitar al cardiólogo para realizar toda la reconfiguración, ni antes ni después de someterse a este tipo de pruebas de imagen.
Menor riesgo de desarrollar una taquimiocardiopatía inducida por estimulación
El nuevo Amvia reduce también el riesgo de que los enfermos cardíacos desarrollen una miocardiopatía inducida por estimulación. Esta familia de marcapasos de Biotronik dispone de unos algoritmos que disminuyen la estimulación del ventrículo, “y lo que está demostrado es que la menor estimulación ventricular permite reducir también la probabilidad de que una persona con marcapasos desarrolle lo que nosotros llamamos una taquimiocardiopatía inducida por estimulación. No es una patología frecuente, pero puede declararse en estos pacientes”, comenta el Dr. Méndez Zurita.
Si al final el enfermo acaba desarrollando una miocardiopatía inducida por estimulación, hay dos opciones para intentar solucionar el cuadro, dado que es una afectación que puede ser reversible. Cuando esta clase de miocardiopatía es detectada de manera precoz porque el paciente refiere fatiga, cansancio o dificultad para respirar, se puede “optimizar la programación del marcapasos con el fin de intentar minimizar la estimulación generada. Esa es la primera opción. La otra es colocar un tipo de marcapasos distinto, mucho más complejo, que pueda revertir la actividad asincrónica hasta lograr el objetivo perseguido, que no es otro que el de normalizar la función del corazón”, expone el facultativo.
Un sensor especial acelera el ritmo de las pulsaciones al nivel de actividad del usuario
En opinión del director del Servicio de Cardiología del Parc Taulí, el Dr. Antoni Martínez, y el director del Servicio de Cardiología del Hospital Sant Pau, el Dr. Xavier Viñolas, el nuevo Amvia “mejorará la calidad asistencial porque el paciente no tendrá que desplazarse para programar el dispositivo cuando tenga que realizarse una resonancia”, a la par que el profesional sanitario “podrá centrarse en otros aspectos”, lo que, a la postre, siempre redunda en beneficio de todos.
Por su parte, el Dr. Ignasi Anguera, director de la Unidad de Arritmias y Electrofisiología del Hospital Universitario de Bellvitge, destaca que este modelo de marcapasos “también incorpora un sensor especial que permite acelerar el ritmo de las pulsaciones al nivel de actividad de la persona”, lo que sin duda “contribuye a la mejora de la calidad de vida del paciente”.