Redacción Farmacosalud.com
‘Hola, ¿tendría usted algo para aliviar…?’ Este es el principio genérico de una frase que cualquier farmacéutico habrá escuchado alguna vez en el ejercicio de sus funciones. Es lógico, estos profesionales son los agentes sanitarios más cercanos a ojos de los ciudadanos y, por ello, en numerosos casos son los primeros a los que se recurre cuando se padece algún tipo de molestia que afecta a la salud. Así las cosas, la ‘Primera Guía sobre Protección Esofágica para la Farmacia Comunitaria’, editada por la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), permite abordar desde estos establecimientos determinados problemas esofágicos, tal y como detalla a www.farmacosalud.com Rosa Prats, coordinadora del manual y presidenta del comité científico del VIII Congreso Nacional de SEFAC: “En el caso de molestias leves, las recomendaciones higienico-dietéticas, en estos casos, son el pilar fundamental para la mejora de los síntomas, además de ciertos medicamentos, sin receta, que pueden ayudar de forma rápida al alivio puntual de los mismos”.
“Esta guía es de gran utilidad para el manejo de estos pacientes, ya que nos facilita de una manera ágil un vademécum actualizado con las opciones de tratamiento y coadyuvantes de los mismos, incluyendo las principales novedades en el abordaje terapéutico que, en el caso de las enfermedades esofágicas, posibilita la actuación de mecanismos defensivos de la mucosa, junto con todas las recomendaciones higienico-dietéticas de las que debemos informar al paciente, para ayudarle a mejorar su sintomatología y evitar que pase a un estado más grave con todas sus consecuencias”, explica Prats.
El manual, pues, ofrece a los farmacéuticos una herramienta útil para resolver las dudas de la población sobre molestias digestivas frecuentes, como son el ardor, la acidez y especialmente las derivadas del reflujo gastroesofágico. De hecho, los problemas esofágicos ocupan un lugar relevante dentro de las consultas asociadas a las molestias digestivas en general, que a su vez son también un tema muy habitual de consulta en las farmacias de calle. La guía, que se puede adquirir a través de la web de SEFAC, cuenta con el patrocinio de Laboratorios Norgine y la participación de farmacéuticos y médicos especialistas en Aparato Digestivo, Atención Primaria, Oncología y Pediatría.
Los criterios de derivación a un médico, muy detallados en la guía
“La cercanía y la confianza que el paciente deposita en nosotros hace que, ante una molestia, que el paciente percibe como leve, acuda a la farmacia buscando información y/o un remedio para ello. La mayoría de los pacientes que acuden a la farmacia en busca de información o remedio para sus problemas esofágicos son personas que, en la mayoría de los casos (estudios hablan de un 10-30%) sí tienen molestias leves, ya que manifiestan pirosis y/o regurgitación menos de dos veces por semana. También acuden a la farmacia comunitaria pacientes ya diagnosticados de ERGE, o personas con molestias más importantes que debemos derivar directamente al médico para no retrasar su diagnóstico y tratamiento, siguiendo los criterios de derivación consensuados”, argumenta la coordinadora del manual.
Según el doctor Enrique Rey, coordinador también de la guía y jefe de Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico Universitario San Carlos (Madrid), “los criterios de derivación se encuentran muy detallados en la guía, pero básicamente incluyen a aquellas personas que refieren síntomas frecuentes, aquellas en las que el tratamiento no consigue aliviar los síntomas rápidamente, aquellas con síntomas de muy larga evolución y aquellas que presentan algún síntoma de alarma que pueda hacer sospechar de una enfermedad grave (p. ej. pérdida de peso no intencionada, sangrado, dificultad para la deglución...). En general, los niños y los ancianos deberían ser derivados por las particularidades que presentan”.
Apartados específicos para pacientes oncológicos y pediátricos
En el trabajo, además, se han dedicado unos apartados específicos para pacientes oncológicos y pediátricos. “Ambos grupos de población presentan peculiaridades importantes tanto en la expresión clínica de la enfermedad como en las circunstancias propias del paciente. En el paciente oncológico son habituales los tratamientos asociados, tanto tratamientos oncológicos como tratamientos para el dolor que pueden alterar la expresión clínica, pero sobre todo pueden agravar las consecuencias del reflujo, específicamente el desarrollo de esofagitis. En el paciente pediátrico, la sintomatología es muchas veces atípica (regurgitaciones postprandiales del lactante, por ejemplo) y las posibilidades terapéuticas han de ser manejadas de forma apropiada a la edad del niño”, precisa el doctor Rey en declaraciones a www.farmacosalud.com.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que afecta a un 15% de los españoles, es una de las principales patologías que inciden en el aparato digestivo. “Se produce por el paso de los ácidos gástricos del estómago al esófago, lo que provoca síntomas molestos como dolor torácico, pirosis o regurgitación, que alteran la calidad de vida del paciente”, comenta el doctor Enrique Peña, miembro del Grupo de Trabajo de Aparato Digestivo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), y otro de los coordinadores del texto. Los factores asociados a su aparición son la obesidad y el sobrepeso, el consumo de alcohol, tabaco y alimentos grasos, así como de bebidas carbonatadas, especias, chocolate y café, y la toma de ciertos fármacos o el embarazo.
Su abordaje terapéutico “es muy amplio, por lo que se hacía necesaria una guía que orientara al farmacéutico sobre qué solución escoger en cada caso individual, y presentara las últimas novedades al respecto, como la posibilidad de actuar sobre los mecanismos defensivos de la mucosa esofágica”, indica el doctor Rey en un comunicado de SEFAC. La ‘Primera Guía sobre Protección Esofágica para la Farmacia Comunitaria’ incluye un apartado de casos prácticos próximos al día a día asistencial del farmacéutico comunitario. El tratamiento habitual de la ERGE consiste en la administración de inhibidores de la bomba de protones (IBP). Sin embargo, “hay veces en las que no resulta suficiente, y en las que se puede utilizar un coadyuvante, como un protector de la mucosa esofágica, a base de ácido hialurónico, que la protege del daño causado por los ácidos y la repara”, afirma Rey.
El nuevo manual ha sido también coordinado por Elsa López Pintor, doctora en Farmacia y miembro del Área Científica de SEFAC. Además, han colaborado en el mismo los doctores Sebastià Sabater, del Servicio de Oncología Radioterápica del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete; la doctora Esther Jiménez, del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Central Universitario Santa Lucía, en Cartagena, y el doctor Luis Blesa, vocal por Valencia de la Asociación Valenciana de Pediatría de Atención Primaria (AValPap).