Marina Arandes Ollé
El doctor Antonio Martorell, coordinador de la primera Guía mundial sobre Inmunoterapia Oral con Alimentos, ha aprovechado la llegada de este importante texto para revelar a www.farmacosalud.com el gran avance que podría suponer el uso de un liofilizado de merluza como método para intentar superar la alergia al pescado en edades tempranas de la vida, hasta el punto de calificar de “espectaculares” los resultados que se están obteniendo en una investigación que se lleva a cabo con pacientes pediátricos. De modo que, hablando en términos de pescado, podría decirse que la ciencia estaría ya empezando a dejar de tener una ‘espina clavada’ con respecto a la alergia a este alimento.
La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) y la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) han presentado la primera guía que se publica en la literatura científica en todo el mundo sobre Inmunoterapia Oral (ITO) específica a alimentos. En este caso, el documento aborda la inmunoterapia dirigida a alergia a leche de vaca y huevo, aunque abre la puerta al tratamiento de otras alergias alimentarias, pues establece las bases para su curación mediante la introducción pautada, bajo supervisión médica y en dosis crecientes, del alimento para conseguir la desensibilización. “Por supuesto que la ITO se puede extender a otros alimentos, y así la hemos iniciado con el alimento que ocupa el tercer lugar como causa de alergia alimentaria después de la leche y huevo en nuestros niños, que es el pescado. El problema con alimentos como el pescado está en obtener el material adecuado para llevar a cabo el tratamiento. Lo hemos solucionado mediante la preparación de un liofilizado de merluza que nos han preparado en los Laboratorios LETI, a los que quiero manifestar nuestro agradecimiento por su inestimable colaboración”, indica Martorell.
Los resultados concretos de la investigación, ya en el próximo otoño
“Estamos desarrollando con gran ilusión este proyecto de investigación de ITO. El liofilizado está siendo muy bien aceptado por los niños y los resultados que estamos obteniendo son espectaculares, casi podría decir que mejores que con leche y huevo. En el próximo otoño empezaremos a presentar resultados”, adelanta el especialista.
La Guía elaborada por miembros de SEICAP y SEAIC pone de relieve que la Inmunoterapia Oral (ITO) específica con leche de vaca y huevo “puede desensibilizar con éxito al 80-90% de los niños con alergia persistente”, lo que les permite poder tomar sin restricciones estos productos alimenticios, asegura el doctor en unas declaraciones difundidas por ambas sociedades médicas. La ITO consiste en la administración controlada de dosis progresivamente crecientes de los alimentos que causan la reacción alérgica, con el objetivo de evitar los síntomas resultantes de la exposición al alimento. Se trata de alcanzar su consumo sin síntomas a través de una desensibilización.
Inmunoterapia Oral con cacahuete: resultados similares a la obtenida con leche-huevo
Entre un 4 y un 8% de la población infantil padece alergia alimentaria. Los productos que la causan con más frecuencia son el huevo, la leche, los frutos secos, el pescado, el marisco, las legumbres y las frutas. Las causadas por huevo y leche de vaca son las más frecuentes en los primeros años de vida y también las que originan más problemas por su presencia habitual en nuestros hábitos nutricionales. Por tanto, el nuevo documento “constituye una gran esperanza para la curación de las alergias alimentarias, pues se pretende que la inmunoterapia oral sea una alternativa a la dieta de evitación de leche o huevo seguida hasta el momento”, y se convierta también en una solución para otros productos alimenticios 'conflictivos', afirma el doctor Martorell. Según añade, “la puerta ya está abierta para otros alimentos. La Inmunoterapia Oral con cacahuete ha demostrado una eficacia y seguridad similar a la obtenida con leche y huevo. La ITO con cacahuete se ha desarrollado en otros ámbitos, concretamente en Estados Unidos, donde la alergia al cacahuete es la que genera mayores problemas por los hábitos alimentarios existentes allí”.
Precisamente, días atrás el doctor Santiago Nevot Falcó explicaba a www.farmacosalud.com que la inmunoterapia subcutánea era la gran esperanza frente a la temida alergia al cacahuete, trastorno que puede llegar a ser mortal[1]. A este respecto, el doctor Martorell comenta que “se intentó utilizar la vía subcutánea con un extracto de cacahuete, es decir, la inyección debajo de la piel como se hace con éxito para el tratamiento de la rinoconjuntivitis, el asma bronquial alérgica y la alergia a veneno de himenópteros. Una esperanza que se truncó por la aparición de reacciones adversas graves anafilácticas que obligaron a suspenderla. En la actualidad se está volviendo a valorar esta alternativa a la inmunoterapia oral, pero utilizando proteínas recombinantes hipoalergénicas y proteínas de cacahuete modificadas químicamente para que sean menos alergénicas y no produzcan tantas reacciones”.
“Y así, actualmente están en marcha ensayos clínicos con recombinantes hipoalergénicos de parvalbumina (proteína alergénica del pescado) y de LTP (proteína transportadora de lípidos, alérgeno ampliamente presente en alimentos vegetales: melocotón y otras frutas, verduras y frutos secos) y también con cacahuete modificado químicamente. En mi opinión, resulta más sencilla, útil y práctica la inmunoterapia oral, que además nos permite conocer, durante el proceso terapéutico y sobre todo al finalizarlo, la cantidad de alimento que tolera y puede tomar el paciente”, sostiene el coordinador de la primera Guía mundial sobre Inmunoterapia Oral con Alimentos.
Hasta el momento el único tratamiento aceptado de forma generalizada para evitar los síntomas de las alergias alimentarias es la dieta de eliminación, “que puede plantear serios problemas para la calidad de vida de estos niños y de sus familias, pues no resulta tan fácil de seguir dada la presencia de estos alimentos en gran cantidad de productos elaborados”, advierte el experto. Por ello, siempre hay riesgo de reacción “debido a la exposición inadvertida o accidental, algo que puede resultar angustioso o dramático, sobre todo para aquellos pacientes más sensibles que presentan reacciones graves -que pueden llegar a ser anafilácticas- ante mínimas cantidades del alimento”, recuerda. Esto obliga a que muchos de los menores afectados y sus familias necesiten disponer de manera continua de la disposición de adrenalina autoinyectable en cualquier sitio donde vayan, como en el domicilio y en el colegio.
Según la Guía, hasta el 85% de todos los niños con alergia a la leche de vaca alcanzan la tolerancia espontánea antes de los tres años de edad, mientras que la alergia al huevo persiste durante un periodo de tiempo más largo, si bien cerca del 65% de los niños afectados consigue la tolerancia a los 6 años. Por tanto, hasta ahora la opción era realizar la dieta esperando alcanzar la adaptación al alimento de forma natural. “Sin embargo, a medida que avanza la edad las posibilidades de alcanzar la tolerancia disminuyen hasta llegar a desaparecer, salvo que se intervenga de forma terapéutica a través de la ITO”, subraya la doctora Elena Alonso, miembro del comité científico del texto elaborado por SEICAP y SEAIC. La persistencia de alergia alimentaria supone “una alteración importante de la calidad de vida durante mucho tiempo y especialmente durante el periodo de escolarización, con continuas limitaciones y riesgos en los comedores escolares, lo que produce un fuerte impacto emocional y social por las sensaciones de frustración, rechazo, inseguridad o incluso ansiedad del niño y las familias”, advierte.
“Como novedad, la Guía aporta la suma de todas las novedades conocidas”
En cuanto al origen de la primera Guía sobre ITO específica a alimentos, Martorell señala que “los especialistas españoles tienen una larga y amplia experiencia en Inmunoterapia Oral con leche de vaca y huevo; se había generado una creciente corriente de opinión demandando la elaboración de una GUÍA que, reuniendo la resultados de la investigación y experiencia en este tratamiento, aportara unas directrices que avalaran su aplicación en la práctica clínica con las mayores garantías de eficacia y seguridad”. Para el doctor Martorell, lo más destacable del documento “es el sentido práctico con el que está confeccionado”, aparte de haberse convertido en “la primera GUÍA de ITO con leche y huevo que, como novedad, aporta la suma de todas las novedades conocidas hasta la actualidad”.
Por su parte, la doctora María García-Onieva, secretaria de la Asociación Española de Pediatría (AEP), considera que el nuevo documento “es de gran trascendencia para la práctica clínica y el tratamiento de la alergia infantil, por lo que supone un beneficio, tanto para la salud de estos niños como para la de la sociedad en general”. Así, ha subrayado el esfuerzo de la AEP en el impulso de la investigación en pediatría que, en gran medida, se realiza a través de las sociedades de especialidad pediátrica. Además, la secretaria de la AEP ha recordado el papel del pediatra “como el médico de los niños tanto en Atención Primaria como hospitalaria”.
La Guía ITO tiene como principal objetivo “abrir este tratamiento a la práctica clínica habitual de los alergólogos y pediatras alergólogos”. Por ello, se ofrecen unas recomendaciones a seguir que permitirán aplicar la inmunoterapia oral “con la mayor eficacia y seguridad” en la consulta, subraya el doctor Luis Echeverría, miembro del comité científico del nuevo documento. De esta manera se ayudará a su puesta en práctica no sólo en España, sino en el resto de países del mundo. El texto ha sido publicado por las revistas científicas internacionales ‘Allergologia et Immunopathologia’ y ‘Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology’, órganos oficiales de SEICAP y SEAIC, respectivamente.
La Guía, “vía fundamental de información” para los profesionales de Atención Primaria
En opinión de Martorell, “la GUÍA de ITO está dirigida a especialistas, que son los que la deben llevar a la práctica, aunque por otra parte es una vía fundamental de información para los profesionales de Atención Primaria”, ya que el documento les permite conocer “que disponemos de esta alternativa terapéutica para los niños alérgicos”. La Guía también sirve para que los médicos de Atención Primaria “tengan una cumplida información acerca” de las ventajas e inconvenientes de la Inmunoterapia Oral específica a alimentos, aduce el facultativo.
En la Guía han trabajado más de 30 pediatras y alergólogos españoles de 18 centros diferentes con amplia experiencia en el campo de la ITO con alimentos. Los autores “han reunido la evidencia científica disponible sobre este tratamiento en la literatura médica”, precisa el doctor Carmelo Escudero, miembro también del comité científico. En el trabajo, según destaca, “se incluyen recomendaciones generales para llevar a cabo el procedimiento, pero también se ofrecen pautas concretas y adaptadas a los diferentes tipos de pacientes, según su gravedad y sus expectativas (protección frente a reacciones o la realización de una dieta normal, sin restricciones en cuanto al alimento al que el paciente es alérgico)”.
La ITO se recomienda en la actualidad sólo en el ámbito de la investigación. Sin embargo, en el caso de la leche de vaca y el huevo, ya se ha introducido en la práctica clínica, por lo que “era necesario definir los requisitos imprescindibles que deben tener las unidades especializadas para realizar este procedimiento terapéutico con la máxima garantía de seguridad y eficacia”, subraya la doctora Rosa García, otro de los autores y miembro del comité científico. Al ser un tratamiento que no está exento de riesgos, “sólo puede ser realizado por médicos especialistas con amplia experiencia en ITO con alimentos”, advierte. Los pacientes, a su vez, deben someterse a rigurosos controles médicos.
Los requisitos para llevar a cabo la Inmunoterapia Oral son que se cumplan unas normas mínimas de calidad y seguridad y que las terapias sean aplicadas por profesionales médicos con experiencia, capacitados en el manejo de niños alérgicos. Además, las instalaciones deben permitir que el paciente sea controlado en el centro después de la administración de las dosis de alimentos programadas y que existan protocolos de intervención para el personal médico y de enfermería para el tratamiento de reacciones alérgicas derivadas de la terapia, incluida la anafilaxia.
Referencias
1. ‘La inmunoterapia subcutánea, gran esperanza frente a la temida alergia al cacahuete’. Entrevista con el doctor Santiago Nevot Falcó. Junio 2017. www.farmacosalud.com Difusión online: http://farmacosalud.com/la-inmunoterapia-subcutanea-gran-esperanza-frente-la-temida-alergia-al-cacahuete/