Redacción Farmacosalud.com
‘Observé que podía hablar perfectamente con los robots. No se maravillaban de nada. Un invento muy sensato’, decía el escritor, novelista, ensayista y filósofo polaco Stanislaw Lem. Por ahora, se desconoce si los cirujanos piensan lo mismo a la hora de dirigirse verbalmente a los instrumentos robotizados que hay a su alcance, puesto que la posibilidad de usar la voz para dar instrucciones quirúrgicas a esa clase de equipamiento todavía está en estudio. De momento, lo que sí ya es posible para los cirujanos es dar órdenes orales a un novedoso software que, instalado en los quirófanos, cumple funciones puramente informativas y de almacenaje de datos. De todos modos, y en relación a lo apuntado anteriormente, los técnicos ya están trabajando en el diseño de brazos robotizados que, en un futuro, podrían llegar a realizar tareas quirúrgicas, siempre de acuerdo con las instrucciones expresadas a viva voz por el médico que dirigiese la intervención.
La Clínica Universidad de Navarra se ha convertido en el primer hospital de España que cuenta con los comandos de voz y gestos que permiten obtener apoyo informativo-logístico de un software. El innovador sistema, que ha sido instalado en varias salas de operaciones de las dos sedes de la Clínica, en Pamplona y Madrid, está programado para asistir al cirujano tras recibir instrucciones del tipo ‘pasar pantalla’, o ‘grabar vídeo’. Según viene a decir la doctora Sonia Tejada Solís, especialista del Departamento de Neurocirugía de la Clínica Universidad de Navarra, el cometido “puramente informativo” de este servicio es un gran paso no solamente para la medicina actual, sino también para la medicina del futuro, dado que ya “se está trabajando en brazos robotizados para asistir la cirugía” que “podrían controlarse por voz”. Sin lugar a dudas, el actual software verbal y gestual será una gran fuente de inspiración para los creadores de esos futuribles robots quirúrgicos.
“Cuanto más decisiva es una tarea, más robustos tienen que ser los comandos de voz para aumentar la seguridad -precisa la neurocirujana en declaraciones a www.farmacosalud.com-. Ejemplo: si digo ‘tomar foto’, el sistema da un pitido para indicar que lo ha entendido y directamente toma la foto. En este caso, lo peor que podría pasar es que se tome una foto cuando uno no quiere. Pero si la orden (y esto es para el futuro) fuera mover un brazo robótico que está actuando directamente sobre el paciente, se diseñarían preguntas de seguridad para confirmación de lo que se ha pedido. Ejemplo: si digo ‘retirar espátula’ (en un hipotético robot que esté traccionando en un tejido), el sistema preguntará: ‘¿confirma que quiere retirar espátula?’ Y esperará a tener un sí por respuesta antes de ejecutar la orden”.
Insistimos: la instrucción verbal ‘retirar espátula’ para el hipotético brazo robótico es, de momento, sólo una proyección futurible. Lo que ahora sí es real, y muy útil, por cierto, es la incorporación en quirófano de los comandos de voz y gestos para labores de índole informativa y logística.
Las órdenes a emplear, programadas previamente en el sistema
Ahora bien, para poder trabajar de esta forma es necesario que los informáticos hayan realizado una tarea previa, consistente en indicar al sistema qué tipo de instrucciones verbales y gestuales deberá entender, tal y como apunta Tejada Solís: “El usuario decide las órdenes que quiere emplear y el nombre que quiere darle y un programador informático introduce dicha información en el sistema. Así, cada usuario puede definir las órdenes que necesita. Ejemplos para un visualizador de imágenes radiológicas: ‘pasar pantalla’, ‘girar imagen’, ‘tomar foto…’ Ejemplos para un microscopio: ‘foco’, ‘cambiar luz’, ‘grabar video’, etc”.
La nueva tecnología de la Clínica Universidad de Navarra se emplea en el quirófano dotado de resonancia magnética intraoperatoria, especialmente indicado para neurocirugía, y en dos quirófanos híbridos (equipados con imagen diagnóstica en tiempo real), gracias a la colaboración con la empresa navarra TedCas. Se trata de un sistema conectado por USB al navegador de la sala de operaciones que responde a las órdenes emitidas por el cirujano durante la intervención. Un “significativo avance que facilita las labores del cirujano y agiliza las tareas quirúrgicas”, indica el doctor Ricardo Díez Valle, especialista en Neurocirugía y coordinador del Área de Tumores Cerebrales de dicho centro hospitalario.
Los comandos evitan que el cirujano tenga que volver a ponerse guantes y bata estériles
El primer dispositivo se instaló en el quirófano con RM intraoperatoria a principios del mes de julio de 2017 y ya se ha probado en más de una veintena de neurocirugías. “Un quirófano es un entorno en el que se tienen que controlar múltiples acciones y existen distintas fuentes de información que a veces no se utilizan en su totalidad por la dificultad de acceder a todo. El cirujano, una vez que se lava las manos, ya no puede tocar nada más fuera del campo quirúrgico. Pero con la voz, puede acceder a muchas más funciones”, indica Díez Valle.
Precisamente, es en los quirófanos donde esta tecnología resulta más beneficiosa. Evitar el contacto directo permite al cirujano contar con toda la información sin alejarse del paciente, previniendo al mismo tiempo cualquier tipo de infección. Asimismo, disponer del control por voz y gestos le permite una mayor precisión en el área que está operando. El especialista puede solicitar una imagen más ampliada del campo o visualizar distintas secuencias de RM, de PET, o las imágenes de las áreas funcionales vecinas a un tumor. “Para nosotros es una herramienta muy útil para controlar el navegador quirúrgico. Lo utilizamos sobre todo en los casos de tumores cerebrales más complejos, en los que hay que manejar mucha información en el navegador”, afirma el experto.
Sobre la posibilidad de que los nuevos gadgets de voz y sonido puedan contribuir a reducir la cifra de infecciones nosocomiales (infecciones contraídas por pacientes ingresados u operados en recintos sanitarios), la doctora Tejada Solís argumenta que actualmente “las infecciones en quirófano tienen un porcentaje muy bajo porque el cuidado de la asepsia es muy estricto. Los comandos por voz agilizan la cirugía porque todo el procedimiento transcurre de forma más fluida, evitando que el cirujano se contamine y tenga que volver a ponerse guantes y bata estériles… la cirugía puede retrasarse varios minutos cada vez que se contamina y se cambia”.
Un brazalete, y un micrófono + un receptor de audio, claves para el sistema
Por su parte, el responsable de la Unidad de Radiología Vascular e Intervencionista de la Clínica, el doctor Ignacio Bilbao, señala que el dispositivo de manejo por gestos ofrece “mucha eficacia y seguridad” al cirujano en sus intervenciones quirúrgicas: “Con un brazalete, tus gestos pueden interactuar con la máquina y transmitir órdenes precisas como buscar información anterior del paciente, avanzar una escena, añadir una máscara, etc”. En opinión del doctor Díez Valle, “otra ventaja importante es que, a la vez que hablamos, se pueden ir guardando fotos de la cirugía e ir dictando lo que vamos haciendo para poder realizar el informe de forma mucho más exhaustiva”. De esta manera, el cirujano ya no tiene que depender de otros asistentes. Y, en definitiva, el historial del paciente es más completo gracias a esta nueva tecnología, que favorece una mejora global en su proceso hospitalario.
En el caso del comando gestual, quien lleva puesto el brazalete es quien se comunica con el programa informático. En el caso del control verbal, el cirujano lleva un dispositivo en la oreja que consta de un micrófono y un receptor de audio, de manera que sólo la voz de la persona que lleva este dispositivo llega con la nitidez suficiente como para realizar la orden. “A la vez, el sistema emite un pitido para confirmar que la orden se ha registrado”, especifica la doctora Tejada Solís.
Profundizando en el concepto ‘manos libres’
La comodidad con que se trabaja gracias al nuevo software queda ejemplificada en el concepto de ‘manos libres del coche’, tal y como comenta la neurocirujana a través de un comunicado de la Clínica Universidad de Navarra: “Puedes estar haciendo tu trabajo y, sin apartar la mirada, puedes activar un comando que tú misma previamente has diseñado, y en ese momento tienes la información del navegador al instante”. Desde su instalación, los especialistas del Departamento de Cardiología lo han empleado en más de 30 cateterismos cardiacos, procedimientos mínimamente invasivos para el diagnóstico y/o tratamiento de enfermedades cardiológicas como la angina de pecho, el infarto de miocardio, la hipertensión o las enfermedades valvulares, entre otras.
Según el doctor Felipe Hernández, codirector del Departamento de Cardiología, “utilizamos el sistema de comandos de voz y gestos durante los procedimientos de Hemodinámica. Mediante sencillas órdenes de voz, se realizan, por ejemplo, electrocardiogramas durante el cateterismo o se toman las presiones y medidas hemodinámicas, entre otras acciones, con la comodidad que supone poder dictar la orden desde cualquier punto del quirófano”.
Aunque el dispositivo de TedCas ya ha sido implantado en hospitales tanto europeos como norteamericanos, la Clínica cuenta con el más avanzado a nivel internacional y colabora activamente en la mejora de esta técnica. En breve, realizarán un estudio conjunto de cara a cuantificar las mejoras cualitativas que ya han sido demostradas.