Redacción Farmacosalud.com
“Hay muchos estudios científicos que demuestran la relación entre estrés oxidativo e infertilidad, sobre todo en patologías tales como la endometriosis y el ovario poliquístico”, pero hasta ahora “no se había estudiado la relación entre el bajo número de ovocitos y el estrés oxidativo”, explica a www.farmacosalud.com la doctora Rocío Núñez, directora científica de la Clínica Tambre (Madrid) y profesora asociada del Master de Reproducción Asistida de la Universidad Complutense de Madrid. Así las cosas, un estudio español publicado en la revista ‘Reproductive BioMedicine Online’ y realizado por la Clínica Tambre con la participación de la Universidad Complutense de Madrid ha demostrado que el estrés oxidativo causa baja respuesta ovárica en mujeres jóvenes (de menos de 35 años). “Gracias a este hallazgo se demuestra por primera vez que el estrés oxidativo está relacionado con la baja reserva ovárica en pacientes jóvenes, lo que abre una puerta de esperanza a estas mujeres, que podrían ser susceptibles de tratamiento con antioxidantes en lugar de recurrir a la donación de óvulos”, indica Núñez, según unas declaraciones recogidas por COM SALUD.
El estrés oxidativo supone un exceso de radicales libres y un defecto de antioxidantes, lo que causa un envejecimiento celular “que puede llegar a afectar a la fertilidad”, expone Núñez. Los responsables de ese desequilibrio suelen ser ambientales: “El estrés, la comida rápida, el tabaco, el alcohol, la obesidad o la desnutrición pueden favorecer el estrés oxidativo e influir en las pacientes que desean un embarazo”, advierte. Un estudio publicado el pasado enero en la revista ‘Nursing Standard’ advierte que las mujeres que fuman o que están expuestas al humo son más propensas a experimentar problemas de fertilidad que las mujeres que nunca han fumado.
Abierta la puerta hacia la unificación de las terapias antioxidantes
Una de cada cinco parejas en edad reproductiva tiene problemas para conseguir un embarazo, según datos ofrecidos por la Clínica Tambre. Los factores asociados al estrés oxidativo “pueden explicar también el hecho de que existan mujeres menores de 35 años con ovarios envejecidos, que les impiden tener una buena cantidad y calidad de ovocitos, lo que conlleva una menor tasa de gestación y un mayor número de abortos”, comenta la profesora.
El objetivo del estudio realizado en la Clínica Tambre era comprobar la implicación del estrés oxidativo en la baja respuesta ovárica en pacientes sometidas a tratamientos de Fecundación In Vitro (FIV), cuya prevalencia oscila entre el 9 y el 24% de los casos. Los resultados han permitido comprobar concentraciones de marcadores de estrés oxidativo y sustancias antioxidantes en el líquido folicular de pacientes con baja respuesta a la estimulación ovárica frente a donantes de ovocitos fértiles, y pacientes con alta respuesta. Estos resultados “abren la puerta hacia la unificación de las terapias antioxidantes para aquellas mujeres con peor pronóstico sometidas a un tratamiento de FIV. De hecho, ya existe la tendencia de indicar una dieta antioxidante con suplementos en pacientes infértiles”, explica la especialista.
Para conseguir frenar el avance del estrés oxidativo “se recomienda seguir una dieta rica en alimentos con alto contenido en antioxidantes que pueden estar presentes en vegetales y frutas”, afirma. Entre los alimentos más destacados se encuentran el tomate, los que tienen colorantes naturales como la zanahoria, los cítricos, las espinacas o el maíz, frutas como las fresas o la granada, y otros como los extractos de soja. El doctor Jesús Tresguerres, catedrático de Fisiología y Endocrinología Experimental de la Universidad Complutense de Madrid y jefe de la Unidad de Calidad de Vida de la Clínica Tambre, ha elaborado la Dieta para la Fertilidad que incluye también otras recomendaciones como reducir la ingesta de proteínas animales y de grasas, aumentar los omega 3 y no abusar de platos procesados. Además, “existen complementos alimenticios en el mercado que pueden ayudar en el retraso del envejecimiento celular por estrés oxidativo, por ejemplo los que contienen Coenzima Q”, señala Núñez.
A mayor edad, menor posibilidad de que el estrés oxidativo sea reversible
La edad es otro factor responsable del descenso del número de ovocitos, ya que a medida que ésta avanza y se supera la barrera de los 35 años se produce una disminución del número y la calidad. “Los distintos cambios sociales y el estrés de la vida diaria hacen que cada vez se retrase más la maternidad, por lo que en estos casos la técnica de primera elección siempre suele ser la donación de óvulos. Aun así, a las parejas les cuesta tomar esa decisión y muchas optan por el tratamiento de FIV a pesar de la baja respuesta”, señala Núñez.
Por cierto... ¿el estrés oxidativo es irreversible? La directora científica de la Clínica Tambre aclara que “depende del grado de estrés oxidativo y de lo avanzado que esté. Como es lógico, a mayor edad, menor posibilidad de que sea reversible, pero también si está asociado a factores como el tabaquismo o ciertas drogas es más difícil que revierta”.
Por otro lado, Nuñez destaca que “en la fertilidad masculina está muy estudiado el efecto del estrés oxidativo, ya que su influencia sobre la formación de espermatozoides es más fácil estudiarla. La forma en que afecta es, sobre todo, en el número y calidad espermática. En cuanto al número, puede reducirse debido a una deficiencia en su producción, y en cuanto a su calidad, puede asociarse a un aumento en el número de espermatozoides que tienen el ADN de su núcleo fragmentado”.
A todo esto, cabe destacar que la diabetes se asocia a múltiples factores de riesgo para disminuir el potencial fértil del hombre: disfunción eréctil, disfunciones eyaculatorias e hipogonadismo. El riesgo aumenta con el mal control de la glucemia, la resistencia a la insulina y el aumento del índice de masa corporal. Pero, a pesar de ser frecuentes las disfunciones sexuales en los hombres diabéticos, sólo unos pocos son diagnosticados y tratados, según se ha puesto de manifiesto en las XIV Jornadas del Comité Científico de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC).